Las atenciones del Defensor del Profesor se reducen a la mitad pero advierten de que “la violencia es más sutil”
Dificultades severas para dar clases, falsas acusaciones y desafío a la autoridad son las problemáticas que más afectan entre alumno y profesor, según el Informe Anual 2024-2025 de ANPE La Rioja. También revela que, en el año analizado, el número de docentes atendidos por el Defensor del Profesor fue 14. Una cifra que aunque ha disminuido con respecto al año anterior (se registraron 27) sigue demostrando que “los profesores no se callan”.
En concreto, el Defensor del Profesor -que lleva activo en La Rioja desde el año 2006- gestionó en el pasado curso un total de 264 casos aunque finalmente precisaron atención 14, lo que sitúa la media anual en 13,89 casos. El Defensor del Profesor del sindicato de Enseñanza de ANPE, Andrés Toledo, asocia el descenso “al sólido reconocimiento de la autoridad del profesorado en la normativa relacionada con la convivencia en los centros educativos riojanos”.
También creen que influye positivamente“ ”el refuerzo en la dotación de recursos destinados a los coordinadores de convivencia, bienestar y protección, así como la creación y puesta en marcha de un equipo especializado en bienestar emocional, salud mental y trastornos de conducta para atender al alumnado y a los centros educativos que lo necesiten“. Además, se constata la ”consolidación de ciertas tendencias positivas como la mayor conciencia y sensibilidad del profesorado para denunciar situaciones anómalas, una mayor capacidad asertiva del profesorado para pedir ayuda y asesoramiento externo, además de una amplia visibilidad que ha adquirido el servicio de ANPE en estos últimos años“.
Cursos con más problemas
Como ha destacado “en La Rioja se ve una apuesta real, con la introducción de recursos que influye positivamente en la convivencia en los centros”. Además, considera que el profesorado actual “tiene mayor capacidad asertiva para pedir ayuda o asesoramiento externo”. “Los docentes riojanos cada vez se callan menos y si tienen algún problema lo van a comunicar a sus compañeros, o a otros profesionales de apoyo”, han dicho.
Por sectores, desde ANPE detectan que donde más problemas existen son en los últimos cursos de Primaria (5º y 6º) y en los cursos de la ESO. Aún así recalcan que “se está consolidando la tendencia de casos de conflictos entre alumnos y profesores en todos los tipos de FP (Básica, Media y Superior) por, sobre todo, ”presión por las calificaciones o deterioro de la comunicación“. Eso sí como indican ”en el pasado año no tuvimos ningún caso de Infantil o de Régimen Especializado“.
“Violencia explícita y de forma más sutil, la mella es más psicológica”
Como sigue desgranando, la mayoría de los conflictos provienen por problemas entre alumno y profesorado (un 53 por ciento), por su parte, un 31 por ciento corresponde a problemas con las familias y se ve “una disminución” en lo relacionado con los conflictos en el ámbito laboral (comunicación entre compañeros, equipo directivo o jefes de departamento o con la propia Administración). Así las cosas, entre alumnado y profesor lo que más ocurre es la dificultad para dar clase, las falsas acusaciones o las faltas de respeto. En menor medida se encuentran las amenazas o el acoso o las agresiones físicas, la mayoría suelen ser verbales (insultos, motes...).
En el caso de las familias, el estilo de conflictos que más se manifiestan son las denuncias ante inspección “ya que hay padres o madres que, en vez de acudir a hablar con el profesor, directamente va a los estamentos más altos así como las falsas acusaciones o la presión por las notas”. El acoso, de nuevo, es el menos habitual.
Finalmente, y con respecto a la Administración, puede haber conflictos con el jefe de departamentos, jefe de estudios... o un superior jerárquico. Estas situaciones, ha explicado Toledo, se traducen -a nivel de salud mental- en una afección psicológica de ansiedad (en el 100 por 100 de los casos), un 7 por ciento puede presentar una actitud depresiva y además en 2/3 de los casos atendidos han tenido que cursar con baja laboral.
Finalmente, desde ANPE recuerdan que “cada vez hay menos violencia explícita y se hace de forma más sutil, la mella es más psicológica”. Con todo ello, desde el sindicato apuestan porque las administraciones educativas se comprometan en una serie de medidas entre las que cabe destacar la necesidad de reducir las ratios, el refuerzo de las plantillas docentes y el aumento del personal de administración y servicios.
Igualmente es prioritario simplificar la documentación, disminuir las cargas burocráticas, ofrecer entornos digitales accesibles y sencillos, ampliar los tiempos destinados a la coordinación y la acción tutorial y proteger de forma efectiva la salud mental del profesorado.
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