Sánchez detalla el Pacto de Estado contra el cambio climático con el PP instalado en el negacionismo
Diluido en los problemas del Gobierno a cuenta de los casos Ábalos y Cerdán, más la ola de denuncias de abusos machistas en el PSOE, llega el Pacto de Estado contra el cambio climático. Cuatro meses después del anuncio y algo desfondado por un trimestre demoledor para el Ejecutivo, se presenta este miércoles lo que debería ser un acuerdo para “trascender los ciclos políticos y las diferencias territoriales, con el fin de reforzar la capacidad de adaptación, mitigación, respuesta y recuperación ante los fenómenos climáticos”.
A pesar del timing desfavorable, el documento servirá para señalar el renovado negacionismo climático del PP –arrastrado por su abrazo y competencia simultáneos con la ultraderecha de Vox–, ya que, de hecho, ese negacionismo brotó desde el primer momento para descartar cualquier pacto ante de conocerse su contenido. “Quien diga que no, se va a arrepentir”, ha advertido la vicepresidenta de Transición Ecológica, Sara Aagesen.
Pero el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya salió en septiembre para decir que “el cambio climático existe”, pero que relacionar la ola de incendios de agosto pasado con este fenómeno era “una cortina de humo”. Un discurso que encaja con la evolución al retardismo climático que los investigadores describen como “aceptación” de la crisis climática, pero, al mismo tiempo, “justificación de la inacción”.
Lo cierto es que los científicos constataron en un estudio de atribución publicado el mismo mes en el que Feijóo pronunciaba esas palabras que el cambio climático había hecho 40 veces más probables los megaincendios de los que hablaba el líder del Partido Popular.
Camino difícil
El pacto cuyo borrador se mostrará este miércoles no ha tenido un camino fácil y la sensación de urgencia por tenerlo a punto que brotó con los fuegos parece que ha ido perdiendo fuelle.
El presidente del Gobierno lanzó la idea de un acuerdo de Estado cuando una buena parte del país ardía en múltiples incendios forestales. El mismo día que avanzó el proyecto, el 17 de agosto, se habían quemado 340.000 hectáreas en diez días devastadores.
Si en septiembre Pedro Sánchez dio a conocer las líneas maestras del pacto –y el Partido Popular negaba cualquier posibilidad de entendimiento–, en octubre los presidentes autonómicos del PP se descolgaron a última hora de la Convención del Pacto Climático que se iba a celebrar en Ponferrada (León) y en cuyo programa aparecían intervenciones de diferentes ejecutivos regionales.
Los barones populares remitieron un texto a la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, en el que llamaban al pacto “propaganda”. Calificar la acción climática de ideología, propaganda o dogma en contraposición a lo que entienden por “sentido común” es otra de las características que los investigadores del negacionismo han detectado en la evolución del movimiento.
La convención de Ponferrada, que buscaba dar un impulso público a las propuestas que se incluirían en el pacto, se vio contraprogamada por el acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás del 13 de octubre. Tanto que la intervención allí del presidente Sánchez, prevista para la inauguración del evento, tuvo que retrasarse al día de cierre porque el jefe del Ejecutivo se marchó a Egipto para estar presente en la firma de ese acuerdo.
Pactos contra la agenda verde
Con todo, Sánchez retomó la confrontación con los negacionistas en la Cumbre del Clima de Brasil de noviembre pasado donde explicaba que el cambio climático ha provocado 20.000 fallecimientos en España en los últimos cinco años. Y escogió su comparecencia de balance de fin de año este lunes para avanzar que el borrador del pacto está preparado.
Enfrente, la derecha y ultraderecha de PP y Vox han reforzado sus posiciones. En la Comunitat Valenciana el actual president, Juan Francisco Pérez Llorca, criticó el Pacto Verde Europeo como le exigía Vox para contar con sus votos de investidura. En la Región de Murcia, el presidente Fernando López Miras alcanzó un acuerdo con los ultras para sacar adelante los presupuestos regionales y al publicitarlo atacó el mismo programa de medidas ambientales europeas.
La presentación del pacto, que luego pasará al Congreso de los Diputados, llega cuando el avance provisional del informe de la Agencia Estatal de Meteorología sobre cómo ha sido 2025 ha indicado que, tras un otoño “muy cálido y seco”, es “altamente probable” (porque faltan los datos de diciembre) que este curso sea calificado como “extremadamente cálido”. Los cuatro años más cálidos de la historia en España se han registrado en estos cuatro últimos años.
España es el país de la Unión Europea con más muertos debidos a episodios de tiempo extremo empeorados por la crisis del clima. Desde 1980 a 2024 más de 100.000 personas han perdido la vida por desastres climatológicos cebados por el calentamiento global del planeta.
3