Ruido insoportable, suciedad y falta de accesibilidad: las obras empañan la campaña de Navidad en el centro de Logroño
Un ruido insoportable, suciedad y falta de accesibilidad. Son algunas de las consecuencias que desde ayer padecen comerciantes de la calle Pilar Salarrullana por unas obras que se están realizando en plena campaña navideña. “Hoy esto no tiene nombre”; “Si empeoramos la mejor campaña del año, apaga y vámonos”; “Tenemos clientas mayores a las que les da miedo entrar por la pasarela que han habilitado”, son algunos de los testimonios de las comerciantes afectadas. Y es que desde ayer 15 de diciembre, operarios están abriendo una zanja en la acera de los números impares de esta calle dificultando, e incluso impidiendo, el acceso a estos comercios.
Es el caso de Minica Complementos. Su propietaria Sonia Solano ha contado a este medio que hace unos días vio marcar la calle. “Preguntamos y nos dijeron que las obras comenzarían en enero así que me quedé tranquila, pero cuando ayer por la mañana comenzaron con la radial... no me lo podía creer, no tendrán otra temporada del año para hacer estas obras”, comenta indignada. Porque para su negocio, esta es la campaña más fuerte de todo el año.
Y al margen de las pérdidas económicas, la suciedad es otro inconveniente. “Ayer se formó un barrizal tremendo en la calle que acabó entrando en la tienda, eso los que entran, porque mucha gente se asoma por calle San Antón, ven el cisco que hay montado y directamente ni vienen. Están espantando a la clientela”, censura.
Ana de Diego es otra comerciante afectada por estas obras. Su negocio, Cebra Bordados y Estampaciones, es, este martes por la mañana, totalmente inaccesible. Una máquina excavadora está trabajando delante de la puerta de su negocio. Ayer, la situación no fue mucho mejor. “No limpiaron la calle y delante de mi negocio se generó un charco importante, puse unos cartones, pero estuve toda la tarde intranquila porque si alguien resbalaba y tropezaba, la responsabilidad es mía”, cuenta mientras el martillo sigue abriendo la zanja frente a su negocio.
La situación para Elsa Saez de Mi solete moda infantil este martes es algo mejor que ayer lunes cuando la máquina excavadora tapaba la puerta de su tienda. “Ayer nos encontramos con esta sorpresa, estaban levantando la calle y acceder a mi negocio era misión imposible. De hecho, tuve que cerrar antes”. Aunque este martes la situación se ha arreglado un poco y ya no tiene ninguna máquina taponando la puerta de su negocio, Saez sigue con la misma impotencia porque nadie les ha avisado. Impotencia e indignación porque también para ella la de Navidad es la campaña más fuerte “de un año que no está siendo bueno en general. Llevo con el negocio abierto solo un año y si empeoramos la mejor campaña del año, apaga y vámonos”. Un año en el que dice “no paran de suceder cosas y ninguna buena así que había puesto muchas esperanzas en esta campaña navideña y poder recuperarme del verano catastrófico”.
Porque al igual que Solano, Saez percibe cómo la gente evita pasar por esta acera. “Hemos puesto unos escaparates de Navidad muy bonitos, pero la gente no pasa y va por la acera de enfrente porque no puede acceder a nuestros comercios. Ayer entre sillas de ruedas y carritos de bebés... esto era un horror”.
Otro establecimiento de la calle, Trece Marmotas, que aunque está ubicado en la acera en la que no se están acometiendo obras ha manifestado su malestar a través de redes sociales. “Esta es la situación de la calle Pilar Salarrullana a las 11:30 de la mañana de este 16 de diciembre”, cuenta a la vez que muestra la presencia de maquinaria trabajando y dificultando el acceso a los distintos comercios. Es más habla de “regalito de Navidad de Iberdrola y también del Ayuntamiento de Logroño”. Y así, añade resignada, “tendremos que estar, al menos una semana más”.
Fin de obras, en el aire
La información recibida del Ayuntamiento de Logroño es escasa. Este martes han recibido una carta en la que les avisan de que, en principio, las obras terminarán este viernes y no el miércoles 24, día de Nochebuena, como estaba previsto en un primer momento. “Las obras se sabe cuándo empiezan, pero no cuándo acaban”, comentan incrédulas. Y parece que están en lo cierto porque fuentes municipales no garantizan el fin de obra en esa fecha. “El Ayuntamiento de Logroño no ha mandado ninguna carta, únicamente ha respondido a las personas que han escrito por esta cuestión”, puntualizan. Además, insisten en que “esta no es una obra municipal es de Iberdrola y cuenta con licencia desde hace meses”. Así que, aunque los responsables municipales confirman haber hablado con Iberdrola para agilizar los trabajos, el final de obra es incierto.
Así están las cosas en esta céntrica calle de Logroño a la que la Navidad solo ha llegado a los escaparates. Ni rastro de las alfombras rojas que el Consistorio logroñés ha colocado en otras zonas comerciales. “El Ayuntamiento de Logroño y la Cámara de Comercio nos invitaron a poner las tiendas bonitas con la decoración navideña y las alfombras rojas para hacer unas fotos”, apunta De Diego. Todavía no ha comenzado la Navidad y esas alfombras y están en la basura.
Y molestias también para los vecinos. Cristina tiene una plaza de garaje alquilada en esta calle. “Para entrar tengo que esperar a que los camiones se muevan porque además de las obras que están haciendo en el suelo hay edificios en obras. Hay muchos camiones que dificulten el acceso, tengo que esperar a que descarguen para poder entrar al garaje, es una faena”. Tampoco a ella nadie le ha avisado, “estoy de alquiler, igual a los dueños sí que les han dicho algo”. Para todos, paciencia.
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