La Rioja receta montaña con el primer albergue sin cobertura

Colonia de Nieva de Cameros, Refugio Bien de Altura

Laura Olave Lozano

14 de diciembre de 2025 06:01 h

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Hace un siglo, el Eco de Nieva se hacía eco en sus páginas impresas de la inauguración de sus nuevas escuelas. Hace un siglo, este mismo diario de la época recogía la “impetuosa necesidad de crear un nuevo colegio ante el desfase de las instalaciones precedentes ya amortizadas tras tres cuartos de siglo en uso”. Las dos se construyeron gracias a benefactores locales. Las primeras, las antiguas Escuelas Pías, por Plácido Villanueva y Antonio Merino y las nuevas instalaciones que se levantaron en el entorno de la ermita de La Soledad por Luciano Bueno Sáenz y su mujer María Martínez de Pinillos, “hijos nobilísimos de la villa”. El Colegio San Benito y Santa Francisca, también conocido como la Colonia de Nieva.

Hace un siglo, el bienestar y la formación del vecindario de Nieva de Cameros ya era importante y la construcción de estas nuevas escuelas se antojaba indispensable. Ya entonces se hablaba de “unas escuelas amplias, bien dotadas y regidas para que la juventud adquiera los conocimientos necesarios para luchar en la emigración (eterna sangría de esta villa)”, informaba el Eco de Nieva. El 2 de julio de 1921 se colocó la primera piedra de la edificación en el conocido término de Las Sernas de Nieva de Cameros. Los trabajos durarían cuatro años de forma que, hace cien años, se abrían las puertas de un lugar en Nieva de Cameros destinado a cambiar la vida de generaciones. Hoy esos mismos muros quieren seguir cambiando la vida de jóvenes y adolescentes.

Y es que La Rioja ha sido la región elegida como punto de partida de la red nacional de refugios “sin cobertura” para jóvenes impulsada por la Asociación Española de Municipios de Montaña. “La Colonia de Nieva de Cameros se convierte en el primer refugio de desconexión digital para que jóvenes y adolescentes comprueben que en municipios de montaña como este se puede vivir sin tecnología”, explica la alcaldesa de Nieva de Cameros, Inmaculada Sáenz en una conversación con este medio. La elección de este pequeño municipio riojano, de apenas 50 vecinos y vecinas, convierte a La Rioja en referente nacional en el lanzamiento de la red de Refugios Bien de Altura: espacios sin cobertura, un proyecto que habilita albergues públicos como espacios de desconexión digital voluntaria para jóvenes y adolescentes.

Un centro educativo que lo sigue siendo un siglo después

La idea surgió en septiembre, en el congreso que la Asociación Española de Municipios de Montaña celebró en Jaén. Allí, Sáenz les habló del centenario de las Escuelas y la idea enseguida cuajó porque “un siglo después, la importancia de estos espacios sigue estando ahí, un centro educativo en su origen y que con el paso del tiempo lo sigue siendo, pero a otro nivel”.

Y es que la desconexión digital que garantiza este refugio en Nieva de Cameros permitirá a la juventud “vivir otras experiencias, explorar el monte y descubrir esos detalles que pueden pasar de largo como las balsas que se forman en torno al arroyo para la cría de truchas en unas de las aguas más puras de la región”. O los senderos que atraviesan Nieva de Cameros y que forman parte de la Red de Senderos “a través de los que podrán conocer cómo era la vida de los antiguos vecinos y vecinas y por dónde tenían que ir a trabajar”. Y ahora en invierno, “la nieve nos permite ver las huellas de los distintos animales que conviven con nosotros”. En definitiva, apunta la alcaldesa “dejar un poco de lado las nuevas tecnologías para poder ver eso que pasa desapercibido y perderse por los bosques de hayas, pinos y robles que hay en Nieva de Cameros”. Tesoros, añade, “que comenzamos a descubrir cuando dejamos de ser jóvenes”.

Una desconexión digital necesaria porque en España, cerca del 20 por ciento de los estudiantes de 14 a 18 años presenta un uso problemático del móvil y las redes sociales. La Generación Z en España (16-30 años) dedica entre 4 y 6 horas diarias al móvil y más de 2 horas a redes sociales, un patrón de comportamiento relacionado con un peor bienestar psicológico. Y esta propuesta plantea la montaña y la desconexión digital como terapia porque estudios recientes en jóvenes muestran que incluso breves periodos de abstinencia de redes, entre 3 y 7 días, se asocian con una disminución de síntomas de ansiedad, depresión e insomnio, además de un aumento de la capacidad cognitiva y creatividad.

Colonia de Nieva de Cameros

Y ese es el reto de los Refugios Bien de Altura, que comienza en tierras riojanas y con La Colonia de Nieva de Cameros: “espacios abiertos hace un siglo y que ahora dan cobijo a jóvenes y adolescentes en sus campamentos, colonias o excursiones en las que se les acerca a la naturaleza y que ahora dan un paso más en su compromiso con el bienestar emocional”.

La Rioja comienza así a recetar montaña. Una práctica habitual en algunos países que han analizado los beneficios de pasar tiempo de calidad en la naturaleza y cómo este tiempo influye en una mejora de la salud mental de la ciudadanía y reducir los costes sanitarios. Tras el ejemplo riojano, cerca de 300 municipios convertirán sus albergues y refugios públicos en espacios sin móviles para la desconexión digital voluntaria. Porque Refugios Bien de Altura es “un proyecto vivo, una iniciativa abierta a entidades públicas y privadas, ayuntamientos, centros educativos, asociaciones juveniles, recursos sanitarios y sociales y entidades de turismo y desarrollo rural”, concluye Sáenz.

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