Aurora: “Soy una bruja, gracias a la energía soy una bruja”
El Centro Comercial Las Cañas es durante este fin de semana el lugar indicado para el que desee conocer lo que le depara el futuro. Mientras los niños se divierten en la ludoteca del centro, los adultos podrán acercarse a una exposición esotérica donde un grupo de profesionales, formados en la materia, les descubrirán lo que el sino tiene preparado para ellos. Aurora es una de estos profesionales que atenderán gustosos, a cambio de la voluntad del que consulta, a todos los que quieran acercarse.
Aurora, dígame, ¿usted a qué se dedica exactamente?
Yo soy vidente. Es algo diferente de tarotista. A mí me vienen las cosas por intuición, aunque utilizo las cartas porque a la gente le puede impactar mucho que empieces a hablarle de su vida sin más. Pero en realidad percibo impresiones.
¿Cómo empieza esta vocación?
No es una vocación, es un don que tienes desde que eres niña. Sabes que eres diferente y descubres que tienes esta capacidad en un momento en el que ocurre algo significativo y tú predices que va a ocurrir, o le pides a alguien que vaya al médico...
¿Qué le parece esta iniciativa que se ha creado en Las Cañas?
Ya nos propusieron esto en otra ocasión. La compañera con la que trabajaba entonces consideraba que no era el lugar adecuado, pero yo considero que todo son oportunidades, que este es un camino muy limpio y muy bonito, aunque alguien se ha empeñado en poner un tinte de rocambolisquería, de chabacanería. Pero para nada. Yo creo que todo son oportunidades y cuando esta vez me dijeron que si queríamos venir les dije que por supuesto. A parte de que ahora el equipo está mucho más centrado, mucho más formado y somos más personas.
¿Están dentro de una asociación?
Mira, estamos creando un grupo de crecimiento porque entendemos que hay muchas personas con muchas capacidades que no las tienen desarrolladas. La sociedad es muy materialista muy... “sólo creo en lo que veo”, pero hay muchísima gente muy intuitiva. Máxime en el siglo XXI que la religión se ha perdido un poco y la gente no está conectada de forma religiosa. Antes la religión lo embadurnaba todo un poco más. Ahora hay muchísima gente buscando en su interior, está muy centrada, y lleva un camino espiritual.
¿Cuántos son?
En este momento somos seis personas núcleo. Y después, de la gente que viene volante llegamos a ser unas veinte.
En esta época de crisis, ¿ha notado un aumento de preguntas sobre cuestiones económicas, el trabajo, etc.?
Pues sí, a la gente le preocupa mucho la economía. Pero, realmente, lo que se ha aprendido en esta crisis es que con menos estamos viviendo de forma mucho mejor, con menos se puede ser mucho más feliz. Estábamos embotados de consumo y de dinero.
¿Se lee usted el futuro?
Tratamos de que sea otra persona la que nos ayude. Pero de todas formas, una de las cosas que le recomiendo a todo el mundo para que se lea el futuro es que se escuche. Que se escuche a sí mismo, y escuchar es mucho más profundo que oír y para eso hace falta mucho silencio.
¿Cómo lleva tener que dar malas noticias a la gente que acude a usted?
Cuando ellos dicen, y ellos son los seres del otro lado, los ángeles, como los quieras llamar, y te dicen que tienes que dar una mala noticia es para preparar a la persona o para ayudarla. Entonces, en ningún momento soy yo quien proporciona nada. Yo sólo soy un canal.
¿Tiene clientes habituales que acuden a usted para tomar cualquier decisión?
Tengo verdaderos amigos. Porque cuando intimas con las personas hasta ese nivel no puedes dejarlos a nivel de clientes.
Sobre el mundo esotérico se ha escuchado todo tipo de cosas, tanto buenas como malas, ¿qué le diría a todos aquellos que no creen en este tipo de cosas?
Pues que vivan y dejen vivir. Que no se metan con lo que no saben y lo que no entienden. Entiendo que ellos tengan recelo sobre lo que no conocen pero que dejen vivir a los demás.
¿Podemos hablar de intrusismo laboral en este mundo?
Hay muchos falsos profetas. Pero yo creo que quien realmente tiene el don, quien realmente es más intuitivo que los demás, y ha venido al mundo más despierto en este campo lo saca, con sus amigos, con sus conocidos, con su entorno...
En su familia, ¿es usted la única que tiene este don?
No, aunque los demás miembros de mi familia no lo han desarrollado en el campo que lo estoy desarrollando yo, ni con la intensidad con la que lo estoy haciendo, porque yo a parte de eso lo estudio, lo fomento, lo potencio. De hecho tengo ascensión de gente sanadora.
A parte de estas consultas, ¿usted realiza otro trabajo o este don le da para vivir?
En este momento soy una transplantada de médula ósea que entró con un 35% de riesgo a este proceso. Soy educadora social, estoy estudiando pedagogía, soy madre, esposa, hija, hermana, sobrina y miembro muy activo de todo tipo de asociaciones de la ciudad.
¿Existe algún perfil de la gente que acude a su consulta?
No hay un perfil, aunque sí que es cierto que la gente joven se toma esto un poco más como si fuese un espectáculo. La gente mayor recurre a ti pidiendo ayuda, y en algunos momentos recurren a ti como última opción.
¿Cuál es la cuestión por la que más preguntan?
En general el amor y el vacío interior, el vacío que sienten las personas por su vida, qué hago aquí, hacia dónde voy y por qué me siento tan mal.
Su profesión tiene una gran parte de psicología, ¿verdad?
Sí. Tienes que ser muy empático. Empatía no es sólo ponerse en las zapatillas del otro, sino todo el traje del otro. Vivir en su vida y una vez que te has puesto en su vida, ayudarle a tomar las decisiones.
A lo largo de su carrera como vidente, ¿ha tenido algún problema con alguien al que no le ha gustado algo que le ha dicho?
Siempre hay personas que no aceptan lo que les dices. Pero en la mayoría de las ocasiones, cuando tú das una mala noticia o algo que la otra persona se toma a mal yo siempre digo que el cliente lleva razón. Pero también hay una máxima: “Tú, dilo”, por lo oirá y después lo escuchará.
¿Cuántos años lleva usted ejerciendo de vidente?
Siempre he sido vidente. Realmente me puse consulta a partir de los 30-33 años, lo que pasa que después mi enfermedad y mi niño me apartaron un poco de ello. Hoy mi hijo ya está en el instituto y ya tengo más tiempo para dedicar. Digamos que ha habido unos años en los que he tratado a mi grupo y a los cuatro clientes que me decían “por favor atiéndeme” y poco más. Aunque es un don, que nadie te puede quitar, durante este tiempo yo lo he estado ejercitando.
¿Hay en La Rioja mucha gente que confía en el mundo esotérico?
No, La Rioja es muy escéptica, y muy cerrada. Es una comunidad demasiado pequeña. Tenemos el País Vasco que nos lleva años luz en este tema. Yo no tengo ningún problema en ser una bruja pero nos llaman brujas esquinándonos. Yo creo que es porque somos una comunidad muy pequeña, hay mucho voto a la derecha, es una comunidad muy tradicional, muy conservadora. La religión tiene mucho poder en La Rioja...
Quizás deberíamos abrir un poco más la mente hacia todo este mundo, ¿no?
Sí. Yo creo que primero deberíamos escuchar y luego juzgar, y solemos hacerlo al revés.
¿Ha tenido alguna mala experiencia al echar las cartas?
Sí. En un caso vi una muerte fulminante y no me sentía preparada para ayudar a esa persona. Entonces lo que hice fue pedirle que volviera al día siguiente porque me había dado a mí una mala vuelta. Yo no cobré esa consulta, ni esa ni la del día siguiente, pero al día siguiente estaba preparada para hacerla. No estaba acostumbrada a preparar a una persona para morir. Ahora ya tengo capacidad y fuerza pero en ese momento no estaba preparada. Es muy duro. Ver que la otra persona se va a morir en un mes es desesperante, te destroza por dentro. Una persona joven que ves perfectamente que no tiene futuro.
Le puedo preguntar, ¿se cumplió?
Sí.
Da mucho miedo. Por eso te quiero decir que yo no necesito cartas. Yo puedo ver a una persona en la calle y saber que tiene un mal. De hecho, no suelo hacerlo, pero en dos ocasiones le he pedido a un extraño que fuera por favor a ver al médico.
Por ejemplo yo he estado ingresada en el hospital para operarme de un mioma y a mí me daban de alta ese día. Entró una cama cruzada en mi habitación y a mí me dieron la orden de hablar con esa chica hasta que me fuera. Conseguí en hora y media que me escuchase, decirle que tenía un cáncer, que tenía que pelear con él porque lo iba a superar... y dos, tres años después se bajó de un autobús porque me vio y me dijo: “solo vengo a decirte gracias, gracias porque todo lo que me dijiste me ayudó mucho”. Eso me llena y me compensa por toda la gente que te puede despreciar y que puedan decir que eres una bruja. Pues sí, soy una bruja. Gracias a la energía soy una bruja.
Me imagino que cuando cuenta estas cosas, la gente se quedará impresionada
Yo te puedo contar mucho, sin dar nombres ni fechas ni nada, pero trato de contar lo menos posible. Sólo cuento lo que pueda ser positivo para que la persona avance. No es la primera vez que soy muy bestia con un cliente para que se ponga en marcha en su vida. Porque una de las cosas que más rabia me da es que la gente pierda su potencial y su tiempo.
Muchas veces he escuchado decir a gente: “sabía que me ibas a llamar” o “sabía que eras tú”, ¿es este tipo de don el que tenemos que potenciar?
Cuando vivíamos en las cavernas éramos telépatas. Pero hemos dejado de ser telépatas porque tenemos teléfonos móviles. Pero, de hecho yo sé cuando mi hijo y mi marido están en la manzana, porque la conexión que yo tengo con esas dos personas en concreto es muy fuerte. Hace poco estaba en el parque del Ebro tomando café con una amiga y me dijo: “¿no viene tu marido?” y le dije “no, no, todavía no viene”, seguimos tomando café y le digo: “ahora va a venir mi marido” y a los dos minutos llegó él. Y me dice: “¿y cómo lo has sabido?” “porque venía su energía por allí”. Eso es ser telépata.
Quizás hay mucha gente que tiene ese don pero que lo toma como una casualidad...
Sí, muchísima gente. Sí, lo mismo que vidas pasadas. Pero es que cuesta mucho dar el primer paso de algo que alguien se puede reír de ti.
¿Es ese el miedo, abrirte a una sociedad que te rechaza por tener este don?
Sí. Lo que pasa que yo siempre he sido una niña diferente. Hace mucho tiempo que aprendí que yo soy distinta. ¿Por qué? No lo sabía y después, de adulta, lo descubrí. Entonces no me importa, yo me pongo el mundo por montera.
¿Alguna vez, al hablar con alguien, sin ver a esa persona, has sentido algo sobre ella?
Sí, tengo la capacidad además de trabajar con fotos. No lo percibo con la misma intensidad pero sí que percibo que la persona de la que me hablan tiene un problema, tiene mala relación, tiene malos pensamientos, no está suficientemente evolucionada, tiene envidia...
¿Qué opina de los rituales y conjuros mágicos?
Quien tiene poder es la mente. Hay una ciencia que se llama metafísica, ten cuidado con lo que piensas porque seguramente lo vas a conseguir, y está basado en eso. El ritual lo único que hace es hacer un pacto con la mente y cómo he hecho tal y he puesto algo en tal sitio... pero lo que he pedido es protégeme que alguien me está mandando mal rollo y con protégeme ya has hecho tu conjuro. Pero es tu cabeza, es tu metafísica, es tu pensamiento. Es el deseo que tú has acumulado de forma correcta.
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