Bodegas Familiares lamenta la “exclusión” de pequeñas bodegas en “los futuros reparto de viñedo”
Bodegas Familiares de Rioja (BFR) ha lamentado la “nueva exclusión” de las pequeñas y medianas bodegas “en los futuros reparto de viñedo” después de la publicación del Real Decreto de regulación del potencial vitícola por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) que modifica los criterios de prioridad para el acceso a las nuevas plantaciones de viñedo a partir del próximo año.
En este sentido, pese a la “corrección” del principal factor distorsionador de los polémicos repartos del 2016 y 2017, con la posibilidad a partir del año próximo de primar a los viticultores en el acceso a las nuevas plantaciones, Bodegas Familiares ha criticado, en un comunicado, que se siga excluyendo a las pequeñas y medianas empresas vitivinícolas: “Somos viticultores que, en un determinado momento, decidimos invertir nuestro patrimonio en una pequeña bodega para comercializar nuestro propio producto y, por tanto, seguimos reivindicando nuestro derecho a participar en las nuevas adjudicaciones de viñedo”, ha explicado Juan Carlos Sancha, bodeguero y vicepresidente de Bodegas Familiares de Rioja.
En cualquier caso, Bodegas Familiares de Rioja celebra que los nuevos criterios garanticen una distribución “mucho más social” de las nuevas plantaciones a partir del año 2018: “Fuimos muy críticos con lo sucedido, y de hecho promovimos un recurso de alzada en el Consejo Regulador para evitar el reparto de 2017 tras el precedente de un año antes, pero ahora entendemos positivo que se prime a las pequeñas y medianas explotaciones vitícolas de la región en lugar de a las de mayor tamaño, de la misma forma que consideramos que en este grupo deberían estar también incluidas las pequeñas y medianas bodegas”.
La asociación ha recordado también que “debería seguir trabajándose para establecer un límite máximo por adjudicatario de no más de tres hectáreas”, por excluir del reparto a los beneficiarios que se lleven plantaciones un año y, sobre todo, porque se tenga en cuenta la aptitud de suelos vitícolas para producir uvas de calidad.
“La presión de las organizaciones agrarias y cooperativas provocó que en el reparto del 2016 se admitieran todo tipo de tierras, incluso los pastos, lo causó un tremendo desajuste entre las superficie real para plantar y la acreditada por los solicitantes con el fin último de llevarse cuantas más plantaciones posibles”, ha recordado el vicepresidente de BFR.
Bodegas Familiares ha felicitado también a la Consejería de Agricultura por la labor de comprobación de expedientes que está realizando respecto a las adjudicaciones del 2016 y del 2017. “Es evidente que hubo un incremento absolutamente ficticio de las figuras de jefe de explotación y celebramos que se esté siendo riguroso con el control de la actividad agraria real y que se reclamen los permisos de plantación a aquellos que no cumplían realmente con los, por otro parte, injustos requisitos”, concluye Juan Carlos Sancha.
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