Con el corazón en un puño
Once puntos separan al último equipo de 'play off', el Conquense, del puesto de promoción de descenso que ocupa el Logroñés CF. En principio una anécdota, pero no tanto, puesto que en un grupo tan apretado, todo el mundo puede seguir manteniendo las esperanzas de aspirar a cualquier cosa.
De hecho, el ejemplo es el propio Conquense, que antes de comenzar diciembre estaba en una mediocre decimotercera plaza, a seis puntos del cuarto puesto. Mes y medio después, el equipo se ha asomado a los puestos altos, es ya el cuarto mejor de liga y mira el futuro con optimismo. En seis partidos, el equipo manchego ha dado la vuelta a su propia dinámica y ha contribuido a apretar aún más la categoría.
No ha sido el único. Dos equipos de los de abajo también han contribuido a ese “efecto acordeón” que deja a todos con el corazón en un puño. El primero, una Real B que de estar lidiando con el descenso se ha colocado a tan sólo cuatro punto del 'play off'. 13 puntos en seis jornadas, el segundo mejor equipo de ese tramo de liga, tras el propio Conquense, tienen la culpa.
El segundo de los equipos que han comprimido la tabla es el propio Logroñés CF, que en seis partidos ha sumado once puntos. La llegada de Rafa Sáez ha colocado al conjunto rojiblanco al ritmo de los equipos de la zona alta (sexto mejor equipo del último mes y medio) y, por su culpa, muchos conjuntos que caminaban tranquilos han comenzado a mirar con nerviosismo a la parte baja de la clasificación.
De hecho, una hipotética tabla clasificatoria en el último mes y medio de liga dejaría sorpresas tales como que el Lemona sería el penúltimo clasificado. Los vascos se desinflan, como también lo hace un Guijuelo que sigue teniendo paciencia con Alberto Iglesias, a quien no parece valerle el tópico de “entrenador ratificado, entrenador despedido”.
Las peores noticias se las lleva la Peña Sport, que con sólo un punto desde el 1 de diciembre están sellando más rápidamente de lo esperado su regreso a Tercera.
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