Corea del Sur convoca a su Consejo de Seguridad Nacional
La tensión no desaparece de la zona Asia-Pacífico. El enfrentamiento que están protagonizando las dos Coreas mantiene en vilo a la comunidad internacional ante la posibilidad de un conflicto bélico. Ante esta situación, el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, ha convocado para este martes una reunión del Consejo de Seguridad Nacional para revisar la estrategia de defensa del país ante su vecino del Norte.
Según indicó el portavoz de la Presidencia, Cheong Wa Dae, la reunión no tiene como único objetivo discutir la gestión de la crisis con Corea del Norte, aunque este será uno de los temas a tratar, especialmente en lo que se refiere a las diferentes alternativas que se plantean ante la posibilidad de que se produzcan nuevos ataques procedentes de Pyongyang.
En este sentido el ministro de Defensa surcoreano, Kim Kwan jin, ha adelantado que “el Ejército dará una respuesta contundente a todas las provocaciones” del régimen norcoreano. “Haremos los mayores esfuerzos para crear unas Fuerzas Armadas capaces de garantizar la victoria sobre nuestros enemigos”, aseveró.
Esta reunión del Consejo de Seguridad Nacional será la quinta desde que Lee llegó a la Presidencia, en febrero de 2008. La última vez que se convocó fue el pasado mes de mayo cuando una investigación internacional concluyó que Pyongyang fue el responsable del hundimiento del buque surcoreano Cheonan con 46 marineros a bordo.
Estos movimientos se producen apenas un día después de que Seúl realizara otras maniobras militares unilaterales en aguas del mar Amarillo, cerca de la frontera con el Norte, esta vez, en torno a Yeongpyeong, escenario del bombardeo norcoreano que reavivó la escalada de tensión en la península.
La postura de Corea del Norte
Por su parte, el régimen de Kim Jong il parece dispuesto a dialogar con la comunidad internacional, según se desprende de las últimas declaraciones, del ex diplomático estadounidense Bill Richardson, quien recientemente ha visitado Corea del Norte.
Tras su viaje, Richardson se ha mostrado “satisfecho” y ha confirmado que el régimen norcoreano permitirá la visita de inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).
Así lo anunció en Pekín, donde hizo escala después de salir de Corea del Norte. Los norcoreanos “dieron muestra de un cierto pragmatismo al no proceder a las represalias” y parecen reconocer que “se mantuvieron de forma demasiado negativa contra las negociaciones”, añadió Richardson.
Pyongyang rebajó este lunes el nivel de tensión en la península al descartar una respuesta militar a las pruebas que Seúl realizó en aguas del mar Amarillo, junto a las costas norcoreanas ya que consideró que “no valía la pena reaccionar a las provocaciones” de Seúl. Por su parte, Richardson no ha dudado en calificar como “peligrosas” estas maniobras militares del Sur.
Mientras, el presidente surcoreano ha argumentado que las maniobras militares son un medio apropiado para que Corea del Sur proteja su territorio y que ningún otro país puede oponerse a ellas, según un comunicado difundido por la Presidencia y recogido por Yonhap.
“Es natural que un país soberano lleve a cabo unos ejercicios militares para defender su territorio”, especialmente, ha dicho, cuando se trata de una nación dividida que no ha firmado un acuerdo de paz. “Nadie puede entrometerse”, ha recalcado.
Llamamientos
Mientras desde la comunidad internacional, distintas potencias intentan mediar entre las partes enfrentadas. Así China llamó a las dos Coreas a ejercer su “máxima mesura” y a actuar de manera responsable para reducir las tensiones en la península.
El embajador alterno de China ante Naciones Unidas, Wang Min, afirmó que su país no ha escatimado esfuerzos para tratar de acercar al Norte y al Sur de la península coreana. “China urge a las partes a mantener la calma y la moderación, y a resolver sus diferencias a través del diálogo pacífico y el compromiso”, dijo el diplomático.
Además, Wang Min aseguró que China continuará encaminando sus esfuerzos hacia ese objetivo.
Sin embargo, quien parece no tomar una postura al respecto es el Consejo de Seguridad de la ONU, quien terminó una reunión de emergencia sin llegar a un acuerdo sobre la creciente tensión en la península de Corea.
La sesión extraordinaria fue solicitada por Rusia después de que Corea del Sur informara que realizaría ejercicios militares el lunes en la línea del mar Amarillo que divide a las dos Coreas.
Al concluir las discusiones, el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, dijo a la prensa que tras ocho horas de discusiones el Consejo no logró un compromiso de acuerdo para la península pese a que sus integrantes coinciden en el peligro que la situación supone.
Churkin explicó que durante la reunión, las dos Coreas tuvieron oportunidad de plantear sus puntos de vista y confió en que los miembros del órgano de seguridad adopten pronto una postura común. “Quiero pensar que esta reunión del Consejo tendrá algún impacto en la situación y en breve sabremos de una manera más dramática o menos dramática si este impacto habrá sido suficiente”, declaró Churkin.
Rusia presentó a sus contrapartes en el Consejo un borrador de declaración con dos puntos centrales: un llamado a ambas partes a actuar con mesura y la solicitud al secretario general, Ban Ki-moon, de que nombre a un enviado que dialogue con los gobiernos de los dos países.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Susan Rice, afirmó que la situación en la península de Corea tiene como origen el comportamiento “provocador” de Corea del Norte y que los ejercicios surcoreanos son parte del derecho legítimo de ese país a defenderse.
Rice señaló que si bien los miembros del Consejo esperan instrucciones de sus capitales con respecto a la declaración que adoptarían, será difícil llegar a un acuerdo. “Creo que no es aventurado predecir que las brechas que persisten serán difíciles de salvarse”, apuntó la diplomática.
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