Cuando el frontis se hace más pequeño
La crónica habitual de lo sucedido ayer en el Adarraga casi se hace sola: Olaizola II, el gran campeón, fue él mismo todo el partido (no como sucediera el sábado, que lo fue solo hasta el tanto 12), mientras que la diferencia entre las pelotas no tuvo tanta relevancia como aquél día contra Irujo. Esto, unido a un flojo inicio de partido por parte de Xala y Barriola (9-0 en su contra), explica el abultado 22 a 9 final.
Dicho lo anterior, quiero dar protagonismo al zaguero perdedor, Abel Barriola. El señorial zaguero de Leiza, que está viviendo una segunda juventud pelotazale, acudió en solitario a la rueda de prensa tras la paliza recibida. Y lo que me llamó la atención fue su sinceridad al explicar lo sucedido. Nada de tópicos tipo “han jugado mejor” o “no hemos tenido nuestro día”; Y mucho menos excusas como “no hemos encontrado nuestra pelota”, ni “con su pelota Aimar hacía mucho daño”.
Al contrario, Abel, un pelotari honesto dentro y fuera de la cancha, empezó su declaración reconociendo lo siguiente: “Hemos empezado fatal, peor que mal. Yo he cometido errores que hace tiempo que no cometía, y luego ya hemos sufrido la presión por la diferencia en el marcador”. Quizá en un ejercicio de supervivencia, hoy día estamos demasiado acostumbrados a escurrir el bulto, y poco a escuchar en público palabras francas como estas.
Pero el zaguero navarro aún continuó en esta línea, cuando se le preguntó si habían tenido algún problema físico que justificara su derrota: “Ningún problema. Para cuando nos hemos dado cuenta, ya íbamos 9 a 0. Entonces nos han entrado las prisas, y el frontis se te hace más pequeño. Te cansas incluso más, juegas con más miedo, agarrotado”.
Y para postre sobre este tema, un punto final bien contundente: “Cada uno tiene lo que se merece. Estamos tristes y jodidos”. Como se suele decir, alto y claro…
Para acabar, Abel fue preguntado por el estado de sus herramientas de juego, y de nuevo otra muestra de sinceridad: “He acabado con la zurda justa, a ver si la recupero para el jueves”. Lo dicho, un señor dentro y fuera de la cancha.
Volviendo al partido, lo ya resumido al inicio: La tacada inicial fue letal para Xala y Barriola, dueto que comenzó frío y fallón el partido. Todo lo contrario que Aimar Olaizola, que salió enchufado, como demostró al recoger con una gran estirada un primer gancho al ancho del francés. Para el 9 a 0 la pareja azul había errado 5 pelotas, rematando Aimar los 4 restantes tantos.
Por fin Xala lanzó una cortada de zurda al choco, consiguiendo su primer acierto, tras lo que acudieron él y Barriola rápidamente al cestaño. Aunque en esta ocasión el propio Olaizola II reconoció que no había ninguna pelota excesiva, sí que se notó que cada pareja jugaba más cómodamente cuando elegía el material. Así, los azules recortaron la diferencia del 9 a 0 al 5-10. Este último punto fue largo, y durante su transcurso se evidenció que la pelota ya no andaba como al principio, sino que se había quedado más lenta y botona, circunstancia que contribuyó a que Olaizola y Beroiz retomaran el dominio en el peloteo.
Quizá por ello, la remontada se frenó en seco cuando Abel falló al enviar a contracancha un gancho defensivo desde el 6, lo que permitió que los colorados eligieran otra bola, pero de las mismas características que convienen al gran pelotari de Goizueta: Pelota tosca que solo él mueve con comodidad. Con ella, de nuevo manejando el partido fácilmente, se pusieron 13 a 5.
Xala cortó la racha entrando en ayuda de su zaguero, peloteando largo y ganando el tanto de bonito gancho (6-13), pero con la nueva esfera que pusieron en juego los azules no llegó su deseada tacada, sino que Aimar y Beroiz sumaron tres nuevos tantos, colocando el marcador en 16 a 6.
Un voleón al choco del zurdo vasco francés le permitió rebuscar de nuevo en el cesto (7-16), pero esta pelota resultó muy adecuada para Mikel Beroiz, que pasó a dominar claramente, terminando el tanto Aimar de gancho (17-7). De ahí al final ya no hubo discusión, y el encuentro terminó en el referido 22 a 9, tras 53 minutos de pelea.
Datos
Olaizola II: 11 tantos ganados, ningún fallo (+ 11)
Beroiz: 2 fallos, un tanto (- 1)
Xala: 6 tantos y 6 errores (uno de ellos al restar de volea un saque)
Barriola: 3 fallos (uno de ellos al no llevar un saque restable) (- 3)
Detalles
Muy buena entrada en el Adarraga, al que le faltó poco para el lleno.
El abultado resultado de ayer da unas mínimas esperanzas a Olaizola II y Beroiz, que pasarán a la final si Irujo no llega a 17 el jueves. Por su parte, Xala y Barriola están prácticamente fuera, ya que deberían dejar a Irujo y Zubieta en 4 para ser ellos los finalistas. Por tanto, esta última pareja lo tiene más fácil para alcanzar la final del próximo domingo.
Tampoco subió Beroiz a dar cuentas ante los plumillas, afrontando solo Aimar este trámite post partido, afirmando que habían tenido “mejor cuerpo” que el otro día. Sobre sus posibilidades en el torneo, Olaizola fue claro: “Casi seguro que estamos eliminados, pero cuando te vistes de blanco hay que dar todo. Lo mejor, la imagen que hemos dado. El otro día no estuvimos bien”.
Los complementos
El festival comenzó con un partido a 18 en el que Mendizabal III y Urruzola dejaron en 8 a Tainta y Larumbe. Doctores tienen las santas empresas, pero no se explica que la pareja perdedora jugara el día anterior en Briones, con todos los pelotaris que hay ansiosos por participar en la feria matea. Que no digo que esta fuera la clave de su derrota, pero seguro que influyó en el dominio azul de ayer tarde.
En el postre tuvo la oportunidad de reivindicarse ante sus jefes y ante la afición Oinatz Bengoetxea, Bengoetxea VI (junto a Cecilio, Zabaleta y Urrutikoetxea, el cuarto pelotari “de primera” que la organización ha dejado fuera del torneo de campanillas logroñés). El bravo delantero, acompañado por un Iturriaga más acertado que en su debut en la feria, doblegaron a Ezcurdia y Cecilio por 22 a 13.
Hasta el empate a 9 mantuvieron el tipo los azules, momento en el que Iturriaga le cogió la maña al juego atacante de Cecilio, ganando dos tantos seguidos (uno de ellos de tremendo zurdazo). Bengoetxea también supo contrarrestar al zaguero ezcarayense, raseando la pelota para evitar sus temibles voleones, al tiempo que Ezcurdia no encontraba huecos en la cancha para colocar la bola con su habitual violencia.
El partido duró tres cuartos de hora, en los que Bengoetxea ganó 9 tantos y 3 saques, por 4 remates de su rival de puesto. Atrás Diego Iturriaga aprovechó su oportunidad, sacudiendo estopa tras dominar su delantero en los cuadros alegres.
Fe de errores
En muchas ocasiones (yo lo he hecho) criticamos a los periodistas que hacen las crónicas de los partidos por la tele, en lugar de desplazarse al frontón. Suponemos, cuando lo hacemos, que la televisión mediatiza demasiado lo sucedido en la cancha, al ofrecerte determinados planos y detalles, y que te pierdes mucho de lo que pasa en el recinto. Podría ser. Pero me dicen que ninguno de los cronistas que estuvimos en la butaca nos dimos cuenta de que Urrutikoetxea jugó el domingo casi medio partido lesionado, mientras que quienes vieron el partido a distancia lo supieron de inmediato.
Sí que anoté en mi cuaderno que el delantero de Asegarce visitó el vestuario en una ocasión a mitad de partido, pero a su regreso no observé un descenso significativo en su juego, por lo que no lo detallé en mi crónica .
Quizá si servidor hubiera llegado a tiempo al Adarraga, y hubiera disfrutado de la primera parte brillante de Urruti, sí que me hubiera percatado de su menor nivel en la segunda parte. Dicho queda.
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