El arte de naturalizar animales
“Los que aman la naturaleza y los animales, la conservan, no van sólo a cazarla”, afirma Jesús Prior, y puede hacerlo porque conoce en profundidad y ama la naturaleza y a los animales. Avezado cazador, con las manos curtidas en cada lance y cada rececho, vuelve a dar una segunda vida a las piezas en su taller de arte decorativo en taxidermia en la calle Caridad de Logroño.
La taxidermia (del griego “arreglo o colocación de la piel en su sitio ”) es el arte de naturalizar animales para conservarlos con apariencia de vivos y facilitar así su exposición estudio y conservación y su fin es animar lo inanimado. “Disecar y naturalizar es lo mismo, pero ésta denominación es más exacta y más acorde con el trabajo que realizamos porque es un arte que va en consonancia con la naturaleza, se le intenta dar la expresión al animal como cuando está en su hábitat”, explica.
Requiere poner en valor las piezas cazadas con mimo y de una gran cultura porque es una de las
profesiones mas completas que existen, pues el profesional que acometa esta labor debe ser además de habilidoso e ingenioso, escultor, amante y gran conocedor de la naturaleza en todos sus aspectos, de la flora que rodean al hábitat de la especie a tratar, y por supuesto conocer la constitución interna de los animales (aves, insectos, reptiles, mamíferos, etc...) para llegar al resultado final óptimo que este trabajo pretende como es la simulación de vida después de la muerte, “un buen taxidermista intenta darle una forma natural y tratar de que cada trofeo sea único y personal, con gran semejanza al animal en vida”.
Tras trabajar 12 años en la mecánica, Jesús decidió dar un paso más en su pasión por la caza - afición que siempre ha mantenido cazando por toda España y parte del extranjero-, y hacer realidad las ilusiones de sus clientes “depositan y confían en mí sus trofeos y esperan un buen resultado que puedan admirar allá donde vaya a ir destinado”.
Lleva poco más de un año, lo suficiente como para sentirse “contento y realizado” por la afluencia
de público “no falla, siempre hay gente que valora este proceso creativo y que lo demanda, el mundo de la caza es pequeño y el boca-oído y que se vean trabajos míos por ahí también ayuda, voy poco a poco”. Y así, pasito a pasito, pieza a pieza ha ido abriéndose un hueco entre los taxidermistas profesionales riojanos “ hay uno en Quel, dos en Alfaro y otro en Logroño”, en una profesión en la que uno se curte en la experiencia “es difícil que alguien te enseñe el arte, tuve la suerte que un taxidermista me acogiera en su taller y aprendí lo básico”, recuerda Prior, luego vas aprendiendo de forma autodidacta, trabajando para amigos y vas viendo los resultados y ya te abres al público en general.“
Como en todas las profesiones artísticas, en este peculiar arte hay que estar siempre actualizado y al tanto de las tendencias, “hay que estar a la vanguardia en los procesos e ir adquiriendo conocimientos para mejorar, tengo grandes amigos taxidermistas sobretodo del Sur y cambiamos impresiones y formas de trabajar, aunque siempre hay gente recelosa a la hora de compartir sus
secretos“, reconoce.
ESPECIES Y CLIENTES
Si bien es una práctica que es utilizada de igual manera con otros grupos animales, comúnmente,
se lleva a cabo con mamíferos “los animales que más naturalizo son ejemplares de La Rioja, corzo, ciervo, jabalí, y también otros más exóticos como el muflón, gamo, cabra montesa, e incluso a veces vienen paquetes de corzo de Francia, o paquetes de iniciación de Africa”. En relación al acabado de las piezas, Jesús las trabaja “en pelo” (animal entero), “en pecho” (cabeza), “en hueso” (cráneo) o en “dioramas”, “para dar mayor realismo a nuestras creaciones reconstruir artificialmente todo tipo de hábitats (montañas, árboles, nieve, hielo, agua)”, explica.
A su taller se acercan clientes en su mayoría cazadores no sólo de La Rioja sino de otras comunidades como de Santander, Burgos o Vitoria y alguno de Soria, “es un cliente entendido, porque los cazadores la mayoría ya saben lo que quieren, y vienen con una idea predefinida, aunque yo les puedo asesorar para sacar el mejor partido a las piezas o incluso acudo al lugar 'in situ' donde se ha cazado la pieza para asegurar un buen corte, primer paso importante, que la piel esté bien cortada para luego moldear el animal”. Para ello se debe saber la posición final que el dueño de la pieza quiera que ocupe (mirando a un lado, a otro, con aspecto de correr, con el animal tumbado, etc...) “siempre hay lados por donde cortar y que a posteriori no se pueda descubrir por lo menos a primera vista los lugares donde hallamos hecho las incisiones que han de ser siempre las justas y necesarias.”
PROCESO
También es importante que no se tarde mucho tiempo desde que un animal se caza hasta que
comienza el proceso, “que se tarde lo menos posible, y para conseguir una piel en condiciones óptimas para trabajarla”.
Una vez en el taller, “se desuella, se descarna la piel por completo, y se rebaja, quitando el mayor número de capas de piel, pero sin romper la raíz del pelo y hay que curtirla con unos productos para que el pelo no se desprenda o no entre polilla, y se mantenga en perfectas condiciones”.
Tras estos primeros tratamientos, “se hace el molde de poliuretano expandido, fácil de trabajar y resistente y se le va dando la forma, luego el revertido, cubriendo el molde con la piel y se le da el toque de naturalidad en ojos, hocicos, colmillos, lengua..que son piezas artificiales hechas también aquí”. Finalmente, viene en toque final “se limpia el pelo y se le da un producto para darle brillo.” Lo que diferencia a un profesional es el trabajo al detalle y estos se ven en cada costura “bien dada para que no se noten”.
Los animales trabajados en cráneo siguen un proceso parecido “descarnar el hueso completamente que no queden restos para que no acabe amarilleando demasiado, procuro dejarlo de color blanco polar y a veces le doy un esmaltado para protegerlo más y los residuos de humo, tabaco..no impregnen.”
Normalmente las piezas que se naturalizan en pelo o en pecho suelen ser “piezas que se valoran especialmente por el número de lances, osea, cuando por su cualidad física o mental, un animal te hace sufrir para cazarlo, o es una primera pieza para los cazadores noveles”,
asimismo, “cuanta más rutinaria sea la caza, se prefiere hacer más en cráneo”, aunque la última palabra siempre la tiene el cliente “cada uno le determina el valor último a darle a cada pieza, yo como mucho puedo aconsejarle”.
Hay que destacar que el control de las piezas es riguroso “verificamos que haya sido cazado de forma legal”, La Consejería de Medio Ambiente “exige por la ley de caza que el taller tenga un libro de registro por ley con la fecha de captura, procedencia, entrega al taller y las características que quiere el cliente de cómo naturalizarlo.”
TIEMPO, CALIDAD Y CREATIVIDAD
“Cuando trabajo en hueso, tardo alrededor de 15 o 20 días y en pelo o en pecho alrededor de los 2 meses”, explica, un tiempo en el que este taxidermista busca una terminación de calidad “museo” y un precio acorde con cada pieza, aunque en líneas generales ronden los 450 euros, por ejemplo para los jabalíes en pecho, y si se le añade un éste sube“.
La creatividad también juega un papel importante y Jesús también realiza trabajos con colmillos, cuernos de ciervo que talla en formas como llaveros, palancas de cambios de coches, bisutería, bastones, orquillas de tiro, colgadores, lámparas, relojes, pomos, sillas, percheros, botelleros, alfombras..etc, “hay que echarle mucha imaginación”, asegura.
DIVERSOS DESTINOS
Las obras “se suelen destinar a merenderos, bodegas, salones y a veces se tienen
pabellones de caza específicos para exhibir todos los animales que se cazan“, pero los animales naturalizados pueden tener otros destinos en museos especializados en naturaleza, como material didáctico para que la gente aprenda y profundice en su anatomía. En La Rioja, y más en concreto en Logroño, existen diversos espacios donde tendrían cabida como la Casa de las Ciencias o en
el aula medioambiental de La Grajera
, donde se desarrollan actividades en base a la naturaleza y el medioambiente y visitas comentadas a la exposición permanente, “sobretodo para los niños, para enseñarles una visión más acertada y cercana a la realidad de la fauna y flora”
Nos despedimos de Jesús no sin antes, percatarnos de una foto en la que posa junto a una cornamenta impresionante de un ciervo “soy miembro de la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza de España”, explica , como tal, se encarga de homologar las piezas que le traigan y si resultan buenas, se dan unas acreditaciones y un diploma, con categorías de oro, plata o bronce“. En esa valoración ”nos guiamos por unos parámetros, teniendo en cuenta las medidas y el peso, y se da una puntuación, es un trofeo muy bonito por la dificultad del lance o por la majestuosidad de la pieza“. Una vez al año la Junta da un diploma a las mejores piezas cazadas en cada comunidad, ”en La Rioja tenemos importantes trofeos a nivel regional y nacional en jabalíes y en ciervos “.
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