El Calahorra remonta para estar con los mejores

9 de septiembre de 2018 06:17 h

Suma y sigue. Este Calahorra está de dulce. Sólo hay que mirar sus números. Imparable. Ante el Gernika tuvo que remontar el tanto en propia puerta de Cristian. Fue lo de menos. Los rojillos demostraron capacidad para ganar y no pasar excesivos apuros. Es como si La Planilla les diera alas para hacerse fuertes o salir a flote cuando el barco se puede hundir. En esta ocasión, los de Miguel Sola evidenciaron pegada para voltear el marcador y supieron, después, jugar con el electrónico a favor.

Parla, Ortega y Obeng apuntillaron a un rival que no ha arrancado esta campaña fino -acumula un punto-. Al bloque riojabajeño le dio igual. Va a lo suyo. Por momentos, arrolla. Pero también sabe sufrir. Se ha adaptado a las mil maravillas a Segunda B, parece que no tiene secretos, y eso provoca que la comunión con la grada sea espectacular. Los jugadores lo perciben y dan siempre un plus. Siete de nueve puntos posibles.

Miguel Sola sigue apostando por el bloque. Confía en todas sus piezas. Ahí está que tras el duelo copero, rotara a sus jugadores para recibir a un Gernika que vino a La Planilla con la lección aprendida. Mantuvo el orden durante los compases iniciales y buscó su oportunidad. Santamaría, a los 9 minutos, ya avisaba del peligro de los vascos. E instantes después se colocó por delante en el marcador con gol en propia puerta de Cristian. Suficiente. El cuadro rojillo parecía tocado, pero reaccionó con buen juego y cierta continuidad, aunque el Gernika puso en aprietos a Zabal con varios saques de esquina consecutivos.

Pero Yasin empezaba a prodigarse por su perfil diestro y por ahí gestó el equipo local la remontada. Fueron dos tantos seguidos, sin que su oponente pudiera respirar. La banda derecha fue el lugar por el que los rojillos le dieron la vuelta al marcador y en ambos tantos el lateral navarro tuvo su protagonismo. Parla, llegando en segunda línea, y después Ortega superaron a Garrantxo. La afición, como es lógico, estaba por las nubes. Pero quedaba un mundo, así que los futbolistas continuaron a lo suyo y buscaron el tercero por si acaso. Obeng pudo completar unos minutos de ensueño antes del descanso.

Aunque se resarció nada más reanudarse el choque para encarrilar el duelo cuando tras meterse en el área, se revolvió para después sacarse de la chistera un gran tiro. Resultó un mazazo para un Gernika más exigido en este segundo período. Urtzi Arrondo movió su banquillo con un cambio doble a la hora de partido. Sola dio también entrada a Barace en aras de ganar presencia en la medular. Pero los visitantes arriesgaron más y como premio de ello marcaron un gol, aunque fue anulado.

Cárdenas animó a la grada con una buena combinación, pero llegó sin fuerzas cuando lo tenía todo a favor. Una acción que rompía la monotonía de un Gernika que buscaba algo diferente para darle la vuelta al partido. El Calahorra lo tenía casi hecho. Dejaba hacer, sin pasar excesivos agobios, e intentaba sentenciar a la contra. Almagro daba aire en el centro del campo en detrimento de uno de los destacados en este comienzo de temporada, Parla.

La figura de Zabal emergió para que el Calahorra fuera líder del grupo por diferencia de goles durante unos minutos -la goleada del Racing provocó que los riojanos sean segundo después de 3 jornadas-. De hecho, el meta de Alfaro desbarató varias oportunidades de un Gernika que lo intentó de todos los medios. Pero ni Santamaría ni Guarrotxona pudieron con Zabal. El 3-1 se mantuvo y el Calahorra sigue sumando. El miércoles le toca recibir al Castellón en la Copa del Rey. Otra fiesta para la localidad riojana.