Rodrigo alarga la Copa del Calahorra

5 de septiembre de 2018 10:13 h

Rodrigo. Es el nombre propio de un Calahorra que está de dulce. El navarro ha marcado dos tantos en liga y fue el encargado de dar el pase a la segunda ronda de la Copa del Rey al transformar el penalti decisivo y dejar en el camino a la Gimnástica de Torrelavega. Se adelantó el cuadro rojillo, nada más comenzar el choque gracias al gol de Javi Barrio, pero los cántabros acertaron para forzar la prórroga con un tanto de Nacho Rodríguez. Los de Miguel Sola pudieron adelantar su acceso a la siguiente eliminatoria, pero Álex Ruiz lo evitó. También Gonzalo tuvo momentos para brilla. Después de un tiempo extra anodino, la emoción se ganó en la tanda de penaltis. El meta logroñés le paraba una pena máxima a Luis Alberto, pero Auzmendi se topaba con Álex Ruiz. Sin embargo, Camus la mandó al limbo. Llegó el momento de Rodrigo. Hubo suspense porque el balón tocó el larguero, pero entró. Gol y que venga el siguiente, en este caso el Castellón.

Inmejorable arranque del Calahorra que a los 4 minutos ya se puso por delante gracias a un tanto de Javi Barrio que aprovechó un gran remate de Cristian que impactó en el poste después de una falta. Los de Miguel Sola, con bastantes novedades en el once, remaron con la corriente a favor y eso se acusó en cierta calma a la hora de construir. Álvaro González y Javi Duro gozaban de espacios para atacar ante una Gimnástica tocada, a la que le costaba salir. Cuando lo hacía era más por empuje que por fútbol. Es más, Goñi marcaba antes de los 20 minutos, pero la acción quedó invalidada por falta de Javi Barrio sobre Álex Ruiz.

Fue a raíz de ese momento, cuando los de Pablo Lago espabilaron. Cusi y Palazuelos se sacudieron de la presión local y la Gimnástica se acercó sobre Gonzalo, como el remate de cabeza de Luis Alberto tras un córner. Aunque serían Barcina, se topó con una parada de Álex Ruiz en dos tiempos, y Auzmendi los que pudieron dar la tranquilidad a los rojillos. De hecho, el jugador cedido por la Real Sociedad envió al poste de cabeza sin que los cántabros pudieran despejar el cuero de su área.

La segunda parte varió bastante. Pese a que Barcina estuvo a punto de sorprender de falta directa, la Gimnástica empezó a mostrar sus virtudes ofensivas. Luis Alberto, de nuevo en acción a balón parado, pudo empatar. Fue la antesala a las tablas que pondría Nacho Rodríguez en una jugada por el costado zurdo de los visitantes. Un tanto que hizo daño a los de Miguel Sola. Pese a ello, reaccionaron cuando Rodrigo ingresó al campo. Le dio otro aire, aunque el control era de una Gimnástica que buscaba la victoria.

Cuestión que pudo aprovechar el Calahorra con espacios, como en dos acciones de Rodrigo y Auzmendi, con sendos tiros cruzados. De esa manera, a medida que se acercaba el tiempo reglamentario, los riojabajeños fueron recuperando el mando. Aun así, el duelo estaba abierto y Nacho Rodríguez se encontró con una gran parada de Gonzalo que evitaba el doblete del ariete de los blanquiazules.

En el tiempo extra ambos conjuntos se lo tomaron con calma. Limitaron riesgos y, por supuesto, que no hubiera errores. Ritmo más pausado y con una Gimnástica que tenía más el cuero, pero sin exponer. El Calahorra era más vertical para incidir por bandas, aunque tampoco había ocasiones, más allá de un centrochut que desvió Álex Ruiz en el primer período de la prórroga. Aunque, tanto Víctor como Auzmendi pudieron romper el equilibrio. Claro que tanto Gonzalo como el meta de los cántabros reaccionaron con firmeza. Suyo iba a ser el protagonismo en la tanda de penaltis.

De ambos, porque los dos pararon una pena máxima. El que les robó los focos fue Rodrigo, el hombre gol y el más desequilibrante de un Calahorra que ya sabe que el miércoles que viene recibirán al Castellón en la segunda ronda de la Copa del Rey. No en vano, el atacante de Olite fue el encagado de marcar el quinto penalti de los suyos después de que Gonzalo detuviera uno a Luis Alberto, Álex Ruiz hiciera lo propio con otro de Auzmendi y que Camus la mandara a las nubes.