El Gobierno central debe a La Rioja más de 7 millones de euros para el Palacio de Justicia

El presidente del Partido Riojano, Miguel González de Legarra, ha censurado la “falta de beligerancia del Gobierno de La Rioja”. Cuando la Comunidad Autónoma asumió las competencias de Justica en 2011, el Gobierno central se comprometió a garantizar los recursos suficientes para mantener la administración de Justicia y el dinero suficiente para financiar la construcción del Palacio de Justicia.

De hecho, recuerda González de Legarra, en los presupuestos del año 2012, el Gobierno central se comprometió a dar a La Rioja 7 millones de euros para la construcción del Palacio, “pero sin embargo solo llegaron 2,4 millones”. En 2013, en los presupuestos aparecía una nueva partida de otros 7 millones de euros para La Rioja de los que finalmente llegaron 4,8 millones. Es decir, calculó el regionalista, “en dos años, La Rioja debería haber recibido del Gobierno de España 14 millones de euros y, sin embargo, solo hemos recibido 6,5, menos de la mitad de lo prometido”. Y mucho se temen que este año 2014 vuelva a pasar lo mismo.

Por todo ello, los regionalistas se preguntan “cómo y quién está sufragando los gastos de construcción del Palacio de Justicia en La Rioja y cuánto nos está costando a los riojanos”. “No solo nos tienen que enseñar cómo van las obras” dijo refiriéndose a la reciente visita del Fiscal General del Estado, Eduardo Torres Dulce, junto a diversos miembros del Gobierno de Pedro Sanz, “sino cuánto y con qué partidas se están financiando estas obras”.

Es el Gobierno central, asevera González de Legarra, es que debería pagar “en su totalidad” el Palacio de Justicia, y, por esta razón, censuró la “falta de beligerancia del Gobierno regional”. “No nos sorprende que Mariano Rajoy no cumpla con los riojanos porque estamos demasiado acostumbrados a sus mentiras” pero lo que sí echa en falta es “más beligerancia del Gobierno regional”. El presidente del PR+ se pregunta “por qué ahora el Gobierno regional no protesta y exige al Gobierno central que cumpla sus promesas”. Lo único que ha cambiado, concluye, es “el color del Gobierno central y la docilidad hacia su partido”.