El Haro se estrena con la realidad de la categoría

25 de agosto de 2019 04:27 h

Amargo regreso del Haro a Segunda B con una derrota abultada (1-4) en la que el cuadro jarrero comprobó que debe mejorar su contundencia en las áreas si quiere agarrarse a la categoría. Cuatro goles encajados son demasiados, sobre todo cuando el oponente prácticamente anota en todas las oportunidades que tiene ante cierta debilidad defensiva. Si a eso se le une el plácido encuentro que vivió Ezkieta, el bloque blanquinegro debe aumentar sus prestaciones en los siguientes compromisos.

Y eso que arrancó el duelo de la mejor manera posible, poniéndose por delante con una falta directa que Facu puso en la escuadra. El centrocampista argentino volvió a ser decisivo, como la temporada pasada en ese tipo de lances. El tanto animó a los locales que apostaban por la intensidad, por el hacerse fuertes como equipo, juntando líneas y evitando que el Bilbao Athletic estuviera cómodo en El Mazo. Lo consiguió más allá del tanto del empate, obra de Morcillo tras una jugada personal y cuyo tiro tocó en Duro para impedir que Fermín pudiera atraparla.

Pese a la igualada, se jugaba a lo que querían los pupilos de Aitor Calle. Mucho juego directo y predominio de las segundas jugadas. Ahí, Bueno y Txema Pan se pegaban con todos, mientras que Urrecho y Aimar, desde los costados, así como Facu y Monterve buscaban anticiparse a los vizcaínos. En esa dinámica discurría el partido y a ello trataba de adaptarse un filial rojiblanco que supo adaptarse a lo que le exigía el duelo. En ese sentido, el oficio de los ‘cachorros’ propició que en el arranque de la segunda mitad todo se desmoronara, para los locales, con dos goles consecutivos.

Morcillo volvía a superar a Fermín tras un centro desde la derecha que nadie llegó a despejar, mientras que después sería Tascón el que recogía un balón suelto en el área pequeña para sentenciar la contienda. Ni una hora de partido, apenas tres ocasiones en contra y tres goles recibidos. El castigo fue en aumento. Con la moral por los suelos pese a que el Haro le puso voluntad y garra, el Bilbao Athletic supo encontrar la manera de no ponerse nervioso y de impedir que los de Aitor Calle, por mucho que moviera el banquillo dando entrada a Josua, Kevin Calle y Joseba, pudieran creer en sumar algo positivo en su retorno a la Segunda B.

Mientras que el bloque blanquinegro buscaba algo a lo que agarrarse, apenas una falta lateral, un córner y algún centro aislado, el Bilbao Athletic comenzó a hacer daño a balón parado. De hecho, así vino el cuarto tanto visitante. Falta directa de Vencedor que impacta en el poste y rechace que transforma Vivian en gol. La defensa jarrera llegó demasiado tarde. Con los deberes hechos, los de Joseba Etxeberria pusieron el piloto automático, no quisieron hacer sangre y contemporizaron el resultado. Enfrente había un rival impotente que le ponía voluntad. Demasiado poco. Es la realidad de lo que le toca al conjunto riojalteño.