En busca de piso: “tenemos que convencer a los propietarios de alquilar su vivienda vacía”

En busca de piso: "tenemos que convencer a los propietarios de alquilar su vivienda vacía"

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No es fácil encontrar piso en alquiler en Logroño por menos de 500 euros. Un simple vistazo a los buscadores de viviendas o las webs de inmobiliarias basta para comprobar cómo los precios oscilan entre los 500 y los 600 euros, sobre todo en el centro de la ciudad. Recurrir al alquiler público puede ser una solución para quienes no tienen posibilidades de acceder a una vivienda en el mercado libre, pero todavía es necesario aumentar la oferta disponible. El IRVI (Instituto Riojano de la Vivienda) busca aumentar el parque público de alquiler para dar respuesta a la demanda.

Su gerente, Francisco Javier Caldito, explica que desde su llegada, hace ahora dos años, se empezó a crear este parque público, dotando al IRVI de inmuebles para gestionar casos de vulnerabilidad o para situaciones extraordinarias, como una catástrofe natural, y también de otras viviendas a precios asequibles. Así, se han ido captando pisos con convenios con la SAREB o el Ayuntamiento de Logroño, que tenía un stock de 55 viviendas sin vender.

En toda La Rioja, el IRVI cuenta con 1.371 pisos con un alquiler de entre 300 y 500 euros dentro del programa Habita Rioja, lo que supone una media de 333 euros al mes. Un precio más bajo que el de mercado, aunque la oferta “no es suficiente”. “Necesitamos captar más viviendas para esos perfiles que buscan alquileres asequibles y también para los perfiles más sociales, que no pueden pagar 300 euros”.

Para estos perfiles más vulnerables, el IRVI cuenta, por otro lado, con 178 viviendas, de las que 91 están alquiladas, 21 a la espera de ser adjudicadas y 60 en proceso de puesta a punto. “Estamos volcando al mercado lo más rápido posible esa vivienda”, explica Caldito. A éstas se sumarán las 21 adquiridas recientemente en varios municipios, con el objetivo de alcanzar las 300 viviendas al final de la legislatura. Muchas de ellas estarán en el entorno rural: “tenemos un proceso de colaboración con distintos ayuntamientos para que nos cedan viviendas”.

¿Y en Logroño? La consejera de Agricultura, Ganadería, Mundo Rural, Territorio y Población, Eva Hita, insistía recientemente en que "el mercado de alquiler en La Rioja no está tensionado”, pero lo cierto es que, aunque lejos de las cifras de ciudades como Madrid, Barcelona o San Sebastián, sí que hay zonas donde los precios han subido después de la crisis económica. “Hay zonas en Logroño donde se concentra parte de la demanda y son más caras, como La Guindalera”. Y es que se está produciendo un trasvase de gente del casco histórico a áreas nuevas, mientras que esas zonas se quedan vacías.

En cualquier caso, el gerente del IRVI cree que, “en general, Logroño ofrece un rango de precios muy importante, aunque existe dificultad para encontrar piso en alquiler. Depende de cuáles son tus prioridades”. En este sentido, el gerente del IRVI hace un llamamiento para que la gente se acerque al entorno rural. “Es interesante abrir la visión de que existen otros entornos aparte de Logroño”. También hace hincapié en un programa que se va a lanzar para impulsar los pisos compartidos, dirigido a jóvenes que se van a emancipar.

Para lograr ampliar la oferta de pisos en Logroño, el IRVI ha firmado también un convenio con el Ayuntamiento de Logroño, que le ha cedido 34 viviendas vacías, una cifra que se verá ampliada próximamente. “En Logroño hay un parque público obsoleto, unas 80 viviendas. El problema es que algunas sólo requieren una puesta a punto, pero hay otras que necesitan una intervención más a nivel de todo el edificio”.

Todos los esfuerzos están centrados en conseguir ampliar el número de viviendas en alquiler para responder a la demanda. “No tendría sentido que compitamos con las inmobiliarias, tenemos que ser los promotores del volcado de la vivienda vacía a precios asequibles”. El principal escollo para lograr que se alquilen esos pisos parados es “atraer a los propietarios al mercado, convencerles de alquilar su vivienda vacía”. Para ello, hay que garantizarles que no van a tener un problema con los pagos. La morosidad en este programa es del 0,04%, “de formar que el propietario o propietaria se siente respaldado”.

A cambio de este respaldo, los pisos son alquilados a precios asequibles, por debajo de los 500 euros, y se le piden a la persona arrendataria una serie de requisitos como justificar la estabilidad laboral y económica. Debe llevar más de un año en su trabajo y puede escoger una vivienda de la oferta existente, siempre y cuando el alquiler no supere el 35% de sus ingresos. Así, en función de tu sueldo, podrás acceder a más o menos pisos.

¿Y si tu salario es bajo y las viviendas a las que puedes acceder son escasas? Se analiza desde la perspectiva de que no me dejan firmar ese contrato, cuando en realidad lo que te decimos es que no debes firmar ese contrato porque estás firmando algo que, a medio plazo, se va a transformar en un problema para ti, para el propietario y para el IRVI”.

Es por eso que es necesario ampliar la oferta, para que existan todo tipo de viviendas a distintos precios y así satisfacer la demanda. No sólo en Logroño, sino también en los pueblos, donde los Servicios de Atención a la Ciudadanía son puntos IRVI de apoyo e información en materia de vivienda.

Viviendas sociales

Caldito subraya que el IRVI está volcado en el alquiler, hasta el punto de que hace cinco años “el 85% de las personas que se acercaban aquí buscaban viviendas para comprar y el 15%, para alquilar, y ahora se ha revertido y el 85% de la gente busca pisos en alquiler”. El IRVI “ha pasado de ser una constructora promotora que no construía desde hace diez años a gestionar programas sociales”.

Además del programa Habita Rioja, con alquileres asequibles, el IRVI también cuenta con programas de viviendas sociales para víctimas de violencia machista, personas sin hogar o colectivos vulnerables y con mediación en materia de ejecuciones hipotecarias y desahucios. Este último programa ha atendido a 83 familias en 2021, de los que 57 se enfrentaban a una ejecución y 26 a una demanda de desahucio en alquiler.

“Trabajamos también de manera preventiva. Lo ideal no es que llegue una demanda de desahucio, sino que esa familia se hubiera acercado al IRVI antes de esa demanda. Si trabajamos con la parte preventiva, no necesitamos recursos habitacionales”. Para ello, se actúa de la mano de Justicia y Servicios Sociales para que, cuando a una familia le llega una demanda de este tipo, reciba información para acudir al IRVI, que mediará con los propietarios, en ocasiones fondos de inversión, para intentar que se quede en la vivienda. Si tiene que salir, se le buscará un piso en el parque público.

Queda por comprobar también el efecto que tendrá la nueva Ley de Vivienda aprobada recientemente a nivel estatal. Busca regular el mercado, pero la competencia es de las comunidades autónomas. Abre el camino a regular el precio de los alquileres y pretende sacionar la tenencia de pisos vacíos en casos determinados. Para Caldito, “va a aportar una visión más amplia, se va a priorizar que se vuelquen al mercado el máximo número de viviendas, protegiendo también al propietario, y va en contra de la especulación”.

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