Goytisolo ante la Academia sueca
“Un escritor no es mejor ni peor por tener un Nobel de Literatura”. Así de contundente se muestra Luis Goytisolo, un hombre que vuelve a sonar entre los favoritos a conseguir el galardón de la Academia sueca, junto a los del escritor israelí Amos Oz o la argelina Assia Djebar.
El autor, que acaba de publicar Cosas que pasan, reconoció que esta distinción sería “una buena noticia”, sobre todo para que su novela 'Diario de 360º' pasase del ámbito universitario al comercial en Estados Unidos.
Las primeras noticias le llegaron de Estados Unidos donde se hacen unas apuestas sobre los Premios Nobel, de las que el autor confesó, en una entrevista con Europa Press, que no tenía “ni idea de que existían”. No es la primera vez que su nombre se baraja entre los posibles 'Nobel', que generalmente premia a grandes escritores.
Goytisolo esperará el fallo de la Academia sueca con un nuevo libro bajo el brazo, Cosas que pasan, “una fábula cuántica”, como él la define, en la que el autor repasa distintos aspectos de su vida para reflexionar sobre su visión de la literatura y su proceso de desarrollo como escritor.
El escritor aseguró que en este libro, “de difícil clasificación por encontrarse a medio camino entre el ensayo, la biografía y la autoficción”, no le interesaba tanto lo que se cuenta como “el remolino de planteamientos que realiza, como si de una noche de pesadilla se tratase”. Al igual que en Estatua de palomas o en Diario de 360º, el relato autobiográfico se entremezcla con sus reflexiones a través de digresiones y metáforas.
“Mi intención era hablar de la vida, formada por todas esas circunstancias aleatorias que lo conforman a uno y, por otro lado, está el yo que es una ligera percepción, casi nada, una sensación que pasa de identificarse con todo cuando uno es pequeño y que acaba adquiriendo cierta conciencia”.
A pesar de la continua referencia a hechos de su vida, el autor recalcó que estos son sólo “una excusa para que el lector entienda el contexto” en que se concibieron sus novelas, así como las circunstancias aleatorias que le han convertido en el escritor que es. “Al principio pensé en titularlo Mi vida y yo porque resumía la tesis esencial, pero me resultó demasiado cursi y preferí el que ahora tiene, que en cierto modo tiene un sentido aleatorio y da mayor protagonismo al azar del que todos somos fruto”, añadió.
Así explica cómo en la vida se encuentran todo un cúmulo de factores aleatorios y de casualidades que le han ido conformando, como su familia, su infancia en Viladrau, su iniciación a la literatura gracias a su padrino Luis Goytisolo, quien lo introdujo y encaminó en la lectura de Salgari, Zana Grey, Sabatini y más adelante en Walter Scott y Conrad, entre otros.
El autor, Premio Nacional de Narrativa en 1993, puntualizó que una de las obras de la que se siente más satisfecho es Antagonías, no sólo “por su tratamiento experimentalista y por las formas expresivas empleadas, nada convencionales”, sino porque aborda el funcionamiento completo de la creación literaria, que va “desde el nacimiento del autor hasta la obra acabada”.
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