La apertura de Garoña, “condicionada a lo que Nucleor decida”
La decisión de pedir o no la renovación de la licencia de operación de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) aún está sin tomar y saldrá de la reunión del Consejo de Administración de su titular, Nuclenor, que está compuesta al 50% por Iberdrola y Endesa.
Según ha informado a Europa Press el portavoz de la planta atómica, Elías Fernández, la solicitud estará “condicionada a lo que Nuclenor decida”. Por ello, en la central nuclear está “a la espera” de que se reúna el Consejo de Administración. Esta cita podría celebrarse en junio, cuando está prevista la reunión ordinaria, aunque “la fecha aún no está cerrada”, o bien, se podría convocar un Consejo de Administración de carácter extraordinario, similar al que se celebró en diciembre de 2012, cuando se acordó extraer el combustible y dejar de producir electricidad.
Este lunes, el presidente de Endesa, Borja Prado, anunció la intención de la empresa de solicitar la renovación de la licencia de Santa María de Garoña, para que esta pueda reanudar su actividad. Sin embargo, desde el reactor burgalés señalan que “no hay novedades” porque el anuncio no cambia la situación, que estará condicionada a lo que Nuclenor --Iberdrola y Endesa a partes iguales-- decida en Consejo de Administración y confían en que el titular actuará “en el momento oportuno”.
En todo caso, la vuelta a la operación de la central no es solamente presentar la solicitud de renovación al Ministerio de Industria y éste, a su vez, pedir informe al Consejo de Seguridad Nuclear, sino que aún hay que hacer trabajos previstos y que están pendientes.
Hace dos semanas, Fernández informó a Europa Press que en lo que respecta a la central, toda la documentación para presentar la solicitud de renovación, previsiblemente hasta 2024, estaba preparada, a falta de dos meses para que el 6 de julio expire el plazo de un año posterior al fin de la licencia de operación anterior. En el momento actual, la planta se rige por una licencia de cese de explotación.
Sin embargo, el pasado mes de febrero, el Gobierno aprobó un real decreto en el que se modificaba el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas con el fin de que una central nuclear cuyo cierre no se deba a fines relacionados con la seguridad nuclear o la protección radiológica, es decir, por motivos económicos, dispondría de un año a partir de su cese de actividad para solicitar una nueva renovación de su permiso de explotación.
Así, el texto permite a Santa María de Garoña solicitar su renovación de la licencia y reanudar su actividad antes de esa fecha. La planta cesó su actividad y se desacopló de la red en diciembre de 2012 --siete meses antes de la caducidad de su licencia-- por un nuevo impuesto aprobado por el Gobierno.
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