La pista de vuelo del aeropuerto de Agoncillo se amplía 200 metros
El Consejo de Administración de Aena aprobó en su última reunión la adjudicación de actuaciones para la instalación del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) en categoría I y adecuación de cabeceras en el Aeropuerto de Logroño a la UTE formada por las empresas FCC Construcción y Emte. El presupuesto de la adjudicación de estas obras, que supondrán una mejora en las operaciones del Aeropuerto, es de 6.363.457 euros y el plazo de ejecución de 16 meses.
Esta actuación responde a la necesidad de ampliar la pista de vuelo de los 2.000 metros actuales a 2.200 metros e instalar un sistema de iluminación de aproximación y del Sistema de Aterrizaje Instrumental (ILS) en categoría I en la cabecera 29. Recoge, entre otras, las siguientes actuaciones: un nuevo balizamiento de borde de pista, umbral, barra de ala, extremo de pista y borde de calle de rodaje y construcción de canalizaciones asociadas y la instalación de un sistema de iluminación de aproximación en categoría I que se extenderá 900 metros más allá del nuevo umbral 29 y construcción de canalizaciones asociadas para el ILS.
El ILS es una ayuda a la navegación aérea en la fase de aproximación al aeropuerto, en concreto, un sofisticado sistema para realizar operaciones de aterrizaje de precisión. A través de la información que reciben los sistemas de a bordo, el piloto conoce la posición de la aeronave, su elevación y su distancia respecto de una trayectoria ideal de aproximación final al aeropuerto.
El nuevo sistema con el que contará el Aeropuerto de Logroño permitirá al avión acercarse más al aeropuerto en el momento en el que el piloto debe tomar la decisión de continuar o frustrar el aterrizaje según tenga o no la pista dentro de su campo visual.
El ILS de categoría I facilita los aterrizajes con una altura de decisión de hasta 60 metros frente a los 185 metros de la actual maniobra VOR y, un alcance visual de la pista no inferior a 550 metros (gráfico adjunto). El sistema está compuesto por un localizador, una senda de descenso y un equipo medidor de distancias.
El principal componente, el localizador, proporciona a la aeronave la información necesaria para realizar el planeo gradual programado. Así, la señal del equipo de tierra es captada a bordo y, una vez transmitida al equipo correspondiente de la aeronave, facilita al piloto seguir la trayectoria ideal de descenso programada y tomar tierra alineado al eje central de la pista.
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