La portada de mañana
Acceder
Peinado multiplica los frentes del ‘caso Begoña’ sin lograr avances significativos
El miedo “sobrenatural” a que el cáncer vuelva: “Sientes que no consigues atraparlo”
OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Las catas de una Rioja Grande

Rioja2

0

Un auténtico maratón ha llevado a estos 40 periodistas nacionales y extranjeros a visitar tres bodegas el sábado y cuatro el domingo, además de la almazara del Grupo 'Kel' y un olivar en Alfaro.

El lunes, después de tres catas en Riojaforum, visitaron Ramón Bilbao (Haro) por la noche, pero a las 9 de la mañana del martes estaban a la labor con 11 vinos de viticultura ecológica.

El día anterior habían podido valorar 17 blancos y rosados sin madera de 2007, 7 tintos de la cosecha 2006, otros 25 vinos de la añada 2004 y 20 referencias de las cosechas 1999, 2000 y 2001.

El descanso para café se hacía más que necesario y también la valoración de una muestra representativa: José Luis Casado, de ‘TodoVino’; Mónica Muñoz, de ‘Mercados del Vino y la Distribución’; Juan Manuel Ruiz Casado, de ‘Sobremesa’, y Margarita Lozano, de ‘La Etiqueta’, son veteranos en la cita de ‘Grandes de La Rioja’.

Todos coinciden en que este evento es muy interesante “para ver lo que están haciendo las bodegas, por dónde se mueven y a dónde quieren llegar”, destaca José Luis Casado. El responsable del Club y la Guía TodoVino ha constatado que existe un Rioja clásico, “que no debe desaparecer porque tiene su público”, y uno más moderno que también “tiene demanda”.

Para Mónica Muñoz, el evento aporta una idea clara de lo que está pasando en Rioja, “tanto en variedad como en calidad”, y se convierte en una cita que hace que “la relación de las bodegas con los prescriptores sea más fluida”, según destaca Juan Manuel Ruiz Casado.

A Margarita Lozano las sesiones le han servido para conocer nuevos vinos. “Las publicaciones solemos recibir los vinos de gama alta y aquí descubres otros menos conocidos que están muy bien”.

INNOVAR EN LA TRADICION

Los ‘Grandes de La Rioja’ nacieron con la intención de mostrar a la prensa una selección de marcas punteras que han actuado como locomotoras de la Denominación de Origen, pero cada año se ha ido abriendo el abanico por el interés de muchas bodegas por participar.

En esta edición se han podido valorar más de 120 vinos de 99 bodegas, pero ¿son todos “grandes”? José Luis Casado reconoce que “no todos son grandes; hay de todo”, pero no le parece mal, aunque cree que igual sería más adecuado que el evento se llamase ‘Rioja Grande’.

En ese sentido, Mónica Muñoz opina que quizá sería conveniente hacer una pre-cata más selectiva por motivos promocionales. “Me preocupa la impresión que se lleven los extranjeros –señala- porque, tirando para casa, prefiero que se lleven la idea de que la calidad media es alta y, si ponemos todo, igual la impresión que se llevan es desigual”.

Por el contrario, el experto de ‘Sobremesa’ opina que, en una zona con tantísimo vino, “no todo puede ser grande” y cree que es positivo darle una oportunidad a bodegas que no tienen notoriedad en los medios. “En cualquier zona del mundo ocurre lo mismo con una cata de estas características: hay vinos de tipo medio, alto –algunos- y una cierta mediocridad en la base, pero eso también ocurre en regiones tan emblemáticas como Burdeos o Borgoña”, defiende Ruiz Casado.

Un paso más allá reflexiona la directora de ‘All Wines’, editora de ‘La Etiqueta’ y ‘UAES Sumilleres’, quien se pregunta “qué entendemos por ‘grandes’. Grande puede ser un vino que tomas todos los días y te cuesta 6 euros”. Para Margarita Lozano, lo que se entiende por “grandes vinos” no se ajusta a la realidad de un país en el que disminuye el consumo, por lo que defiende que “un gran vino es el que nos produce placer y podemos tomar todos los días”.

Los ‘Grandes de La Rioja’ se celebran en el marco del Foro Mundial del Vino, por lo que tienen lugar cada dos años. Aunque no parece tiempo suficiente para una “revolución”, lo cierto es que los periodistas se han encontrado una Rioja diferente.

A José Luis Casado le ha sorprendido el esfuerzo que están haciendo las bodegas invirtiendo para innovar y lanzar nuevos productos. “No me sorprende si el vino es rojo cereza y huele a flores –dice Casado- sino que los bodegueros y los enólogos no paran de evolucionar. Están haciendo un esfuerzo admirable”, subraya. Mónica Muñoz también destaca la enorme variedad y diversidad que ha encontrado. “Cuando hemos catado los Reserva 2001 eran bastante homogéneos, pero después hemos visto cosas que no parecen Rioja. En su opinión, ”los enólogos están haciendo un gran trabajo para conseguir vinos diferentes y con personalidad“.

En esa misma línea, Margarita Lozano asegura haber encontrado que el tópico de que Rioja aúna ‘tradición y modernidad’ “por fin se está cumpliendo”. Lozano cree que está superada la etapa en que muchas bodegas huyeron del vino clásico porque no gustaba a los consumidores, para dar paso a vinos que se han innovando “pero manteniendo la tipicidad de Rioja”.

A Juan Manuel Ruiz Casado le han sorprendido los vinos de viticultura ecológica que, en su opinión “han mostrado un nivel aceptable”.

MAS ALLA DEL TINTO

Una de las catas del lunes estuvo dedicada a los vinos blancos y rosados, considerada la asignatura pendiente del Rioja por varios motivos: nadie cree que las variedades blancas Viura y Malvasía sean capaces de dar grandes vinos.

Quizá por ello, la extensión de viñedo de uva blanca es ridícula en comparación con la de tinta y, como señala José Luis Casado, los blancos que ahora se hacen en Rioja, “de limitada producción y alto precio”, son muy especiales pero no representan el sustento de las bodegas.

El Consejo Regulador ha autorizado la utilización de algunas variedades foráneas que aporten lo que les falta a las castas autóctonas, porque el consumo de vino blanco sigue creciendo en los mercados internacionales.

También los rosados están de moda en países tan importantes para Rioja como Gran Bretaña pero, como recuerda Margarita Lozano, muchas veces “se destina al rosado los restos de uva sobrante” de menor calidad.

Ambos tipos están considerados como una puerta de entrada de nuevos consumidores, porque su suavidad los hace aptos para la iniciación y -dicen los expertos- atraen al público femenino, aunque Mónica Muñoz defiende que “las mujeres bebemos de todo”.

A Margarita Lozano le han sorprendido “muy gratamente” los blancos catados, por su intensidad aromática y su frescura, y no tanto los rosados. Sobre estos últimos opina que “hay que apostar por ellos” porque el público los está redescubriendo, “pero hay que hacerlos bien”. Una filosofía que ya han adoptado algunas bodegas de Rioja.

Todos coinciden en que hay que seguir intentándolo pero cada cual aporta sus matices. Juan Manuel Ruiz Casado ha descubierto que se está haciendo un trabajo “meritorio” con Viura y Maturana Blanca y cree que en este campo se ha progresado, aunque “queda mucho por hacer”.

Respecto al papel que puede jugar entre los no iniciados, recuerda que Rioja cuenta para ello con un “arma” mejor que son los tintos jóvenes, entre ellos los de maceración carbónica.

Para José Luis Casado, la fórmula del rosado es sencilla: “le pido que sea limpio, fresco, frutal y que dure 6 meses o un año en botella” y asegura que en estas catas ha encontrado un “buen nivel” según esos parámetros. En su opinión, lo ideal sería que éstos fueran capaces de sustituir a la cerveza o el vermú en los aperitivos, terrazas o chiringuitos de playa. “No creo que sea más apto para jóvenes, mayores, hombres o mujeres sino que es un vino de épocas”.

Mónica Muñoz asegura que aún no ha encontrado grandes blancos y rosados en Rioja, pero cree que hay que seguir intentándolo “porque si no, no lo conseguiremos nunca”.

Margarita Lozano también opina que hay que seguir trabajando en esta “asignatura pendiente” del Rioja.

Etiquetas
stats