Lissavetzky apela a la “sensatez” para evitar la huelga
El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, ha apelado este miércoles a la “sensatez” de los responsables de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) para evitar el posible aplazamiento de los partidos de la jornada 30 del campeonato, y ha deseado que no se pierda la “tradición” de que haya un partido televisado en abierto los fines de semana.
En declaraciones a los medios tras visitar la zona del río Manzanares, el también candidato socialista a la Alcaldía de Madrid ha apuntado que para él, más que una huelga, se trata de “un cierre empresarial”, apostillando a renglón seguido que los clubes, como “sociedades anónimas deportivas”, tienen “perfecto derecho” a no jugar alguna jornada.
Sin embargo, ha hecho una “llamada a la sensatez” para solucionar un problema “extemporáneo”, que “no estaba en el guión” y que, según él, ha surgido “de pronto”, ya que “hace un año se votó la Ley Audiovisual en el Congreso de los Diputados y ningún grupo político presentó enmiendas para suprimir el partido en abierto de los sábados”.
AÑOS TRABAJANDO
“Hemos estado sentados con la Liga estos años y ha habido muchísimas mejoras de peticiones razonables que hacían”, ha recordado el secretario de Estado, mencionando como ejemplos la disposición para regular una mayor aportación de las apuestas on-line al deporte incluida en la Ley del Juego, o la reforma de la Ley Concursal.
Además, el Ejecutivo central también ha trabajado en la legislación del fraude deportivo, con una modificación del Código Penal, y cuando hubo amenaza de huelga de los jugadores se modificó asimismo el Decreto de Quinielas, lo que “ha dado un mayor margen para los futbolistas y también para la financiación de la Liga y de los clubes”.
Asimismo, cuando el Tribunal de Defensa de la Competencia aseguraba que la duración de los contratos de los clubes contravenían la normativa europea, “el Consejo Superior de Deportes consiguió incluir una disposición transitoria (en la Ley Audiovisual) que mantiene los contratos en vigencia y permite que sean de cuatro años los próximos que se firmen”, según ha recordado. “Hemos hecho todo lo que ha estado en nuestras manos. Y, de pronto, surge una petición extemporánea, no porque no sea algo de lo que se pueda hablar sino, porque se planeta cuando no ha pasado ni un año de la aprobación de la Ley Audiovisual”, ha lamentado Lissavetzky asegurando que, en cualquier caso, el Gobierno sigue “con la mano tendida” y “dispuesto a escuchar y a hablar”.
Así, tras ponerse a “a disposición de lo que se quiera plantear”, el socialista ha advertido de que “no se puede intentar arreglar desde la fuerza una situación cuando todo el mundo sabe que una ley no se cambia de la noche a la mañana”. Por ello, ha esperado que “impere el sentido común, porque hay muchos clubes que no están de acuerdo” con la actual situación que, bajo su punto de vista, perjudica tanto a jugadores como a espectadores.
A los primeros porque “alargarán su periodo de competición unos quince o 20 días más, porque la Liga debería acabar el 22 de mayo pero por compromisos contraídos como la final de la Champions League o un partido internacional, se irán hasta el 11 de junio aproximadamente”.
Por su parte, los ciudadanos perderían la posibilidad de ver un partido a la semana sin pagar. “Desde el Gobierno hay disposición absoluta a seguir hablando, a negociar, pero también en defensa de los ciudadanos y de que ese partido en abierto, que es tradición en España, siga siendo una realidad para muchas personas que no tienen la posibilidad de tener esas televisiones de pago”, ha aclarado por tanto.
DEUDA DE 694 MILLONES
Por último, Lissavetzky ha lamentado que este problema se plantee además cuando la situación del fútbol atraviesa una época “tan complicada”, con una deuda de 694 millones de euros, según sus datos, que los clubes adeudan a Hacienda, más “lo que deban a la Seguridad Social”.
“Esta situación no es buena en el sector. Reconocemos la labor de los clubes en toda la labor de cantera, que es parte importante para que España sea campeona del mundo, pero no es menos cierto que tendría que haber cierta regulación porque las deudas son muy elevadas”, ha opinado.
Por todo ello, el secretario de Estado ha concluido que, a su juicio, “no es positivo este cierre empresarial de quienes deben 694 millones de euros”, que “no son todos los clubes” de la Liga ya que “muchos están al corriente de pago”.
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