Llame a su 'gordólogo'

¿Darse el paseo hasta la consulta o llamar al médico? Para las personas que siguen un programa terapéutico para perder peso, tanto vale una cosa como la otra. Según un nuevo trabajo de investigación que ha dado a conocer la revista oficial de la Asociación Médica Americana (JAMA), los pacientes que se ponen en contacto por teléfono con los servicios sanitarios en lugar de trasladarse al centro de salud en cuestión se benefician de estas medidas tanto como si estuvieran con su médico.

“En algunas zonas rurales del país (el estudio se llevó a cabo en Estados Unidos) hemos detectado mayores tasas de obesidad, sedentarismo y problemas asociados, y se trata de áreas geográficas a las cuales se ha prestado poca atención desde el punto de vista de la investigación”, explican los autores en la introducción de su artículo.

Diversos estudios han planteado que la dieta, el ejercicio y los cambios de hábitos pueden resultar en una reducción significativa del peso corporal. En consecuencia, los programas de atención pensados para inducir y mantener esos nuevos hábitos son habituales en los centros de salud como estrategia para controlar el peso. “No obstante, en las comunidades rurales, la distancia a los servicios de salud representa una barrera significativa a la hora de recibir atención”, añaden.

Por ese motivo, el equipo que dirige Michael G. Perri en la Universidad de Florida (EE.UU.) llevó a cabo un estudio con 234 mujeres obesas (de edades comprendidas entre los 50 y los 75 años), incluidas en programas de adelgazamiento de seis meses de duración. Se asignó a las pacientes al azar a dos grupos: uno que acudía a la consulta para las sesiones de seguimiento, y otro que recibió consejos sanitarios por teléfono. Además, se calculó el coste de cada una de las dos opciones. El promedio de pérdida de peso transcurridos los seis meses fue de diez kilos.

“Los efectos beneficiosos de prolongar la atención médica guardan relación con el cumplimiento del programa, y los análisis sobre el coste sanitario de estas medidas indican que las llamadas telefónicas son más baratas que las consultas cara a cara”, concluyen.