Los devotos de José

Se celebró en el Auditorium del Ayuntamiento de Logroño el pregón que organiza el Club Taurino Logroñés, este año a cargo de José Miguel Arroyo “Joselito” figura del toreo que marcó una antes y un después. Vino de la mano de Fernando Pascual presidente de la entidad ya que su relación viene de hace décadas. Presentó el acto Manolo González, que hizo un repaso de la trayectoria del torero desde sus comienzos, los trofeos conquistados en el ruedo como los de fuera llegando a conseguir la medalla de las bellas artes, hasta la última tarde en Istres.

Entre bambalinas la gente casi recorría mentalmente los kilómetros que habían realizado siguiendo al torero, él llegó a decir que no eran seguidores sino devotos, nos explicó con su desparpajo natural una infinidad de puntos de vista sobre varios puntos de la vida, como desde que los nobles se entrenaban con los toros y la peble con sus capas le hacían quites, el pueblo llano comenzó a admiran a los que realizaban aquellos pases convirtiéndolos en ídolos y que hoy las figuras parecen nobles ya que no se acercan al pueblo, que razón tiene cuando ha comentado que los niños se acerquen a mí, si los ves como personas seguro que serían más admirados. También nos contó que cuando él estaba en activo y en su época en general, las figuras llegaban a matar todos los tipos de encastes, ya que son los que más preparados están. Él mismo mató Victorinos, Baltasar Iban, Saltillos, Conde de la Corte o los mismos Domecq, de ahí que un día diera un petardo y otro día un zambombazo y no como hoy que se apuntan a los que no molesten ni te hagan pensar ya que todas las faenas son iguales, él siempre hizo algo diferente y siempre sorprendiendo.

Le preguntaron sobre el famoso bombo de Madrid, nos dio un razonamiento sobre la tauromaquia y su evolución, esto puede ser otra forma de evolucionar.

Cuando estaba en activo él quería ir a San Isidro una semana, ya que en Logroño por ejemplo eran cinco tardes y venía dos. Salió a la palestra el tema del pico, pero nos explicó su vista sobre el pico, si se utiliza por el pitón toreado y se desplaza para déjarlo lejos de ti es malo, pero si se utiliza como recurso para tocarlo sobre el pitón contrario para con la panza de la flámula y traértelo a hacia ti, y torearlo en redondo, ya es otra cosa.

Sobre el último libro que escribió nos da otra lección sobre la forma de ser padre, y razonar la vida.

Sobre los astados y su vida nos dijo que no tienen nada que ver con los no bravos ya que viven cuatro años o cinco en unos espacios increíbles y no como los de cebo que en menos de un año le han dado matarile y se ha criado en un espacio reducido.

Le parece triste ver como el toreo donde se juntan tan distintas artes como la pintura, la literatura, poesía… vengan unos políticos y la utilicen como arma arrojadiza.

Es un lujo el poder escuchar a una persona como José que fue incluso honesto hasta cuando se retiró, la honradez de la persona estuvo por encima de la estima del figurón del toreo. Y dijo hasta aquí, pudiendo haber seguido varias temporadas pero no estaríamos hablando de ÉL.

Yo no fui su seguidor, siempre admiré a la persona y me conquistó su tauromaquia, por ello soy un fiel devoto de José.