Tras la tempestad, llega la calma entre los funcionarios municipales

Ayer mantenían una reunión los miembros de la Junta de Personal del Ayuntamiento de Logroño con el portavoz del equipo de Gobierno municipal, Vicente Urquía. Desde este lunes, además de salir el sol tras semanas de intenso frío, no se escuchaba ni un alma en la Plaza del Ayuntamiento de Logroño a las 11,00 h de la mañana. Y es que, lo habitual desde el pasado 26 de enero era ver a los trabajadores del consistorio 'cargados' con sus atuendos entre pitidos y pancartas, reclamando un giro en la negociación colectiva.

Acusaban, a voz en grito, al Gobierno municipal de romper 'unilateralmente' el convenio colectivo, algo que calificaban como 'grave'. Pero desde este lunes llegó la calma al consistorio, y las movilizaciones se paralizaron para dar prioridad a las reuniones a puerta cerrada. Ayer mismo mantuvieron una reunión los miembros de la Junta de Personal y el portavoz para acercar posturas. Hoy mismo las negociaciones se materializarán en un documento que deberá pasar el visto bueno de los 870 funcionarios en la próxima asamblea.

EL PRIMER LUNES SIN PITIDOS...

El portavoz del equipo de Gobierno municipal, Vicente Urquía, aclaraba el pasado lunes la intención municipal de suspender, pero no anular, la deuda excusándose en la ley. De esta manera, ¿cuándo se pagaría a los funcionarios?. El edil aseguraba que la deuda se iba a saldar cuando lo permitiese el momento económico y la ley.

Urquía dejaba la puerta abierta a la posibilidad de no cumplir el convenio al cien por cien. Por ejemplo, uno de los temas pactados es la subida generalizada de 400 euros al año, “si al final podemos pagar en vez de 400 euros, 300 o 100 euros, lo haremos, pero deben de darse las competencias legales bajo el punto de vista de la legislación, y que tengamos crédito financiero” insistía el edil.

TANTAS DUDAS CREÓ MIEDO ENTRE LOS TRABAJADORES

Esta postura provocó el aumento de incertidumbre entre los trabajadores públicos. En la asamblea celebrada el mismo lunes a las dos de la tarde, los funcionarios dudaron de este acuerdo, y la mayoría votó en contra, buscando una nueva reunión con Urquía, según manifestaron a este medio algunos de los trabajadores.

Ellos entendían que la deuda se aplazaba hasta la primera semana de marzo, momento en el que se cierran los remanentes, pero temían que entonces el Ayuntamiento alegara la prioridad de otros pagos como los cristales para la Pasarela de La Cava, sentenciaban estos trabajadores. También temían que el retraso de la deuda hasta 2012, podría acarear problemas ante un cambio de gobierno en mayo.

FINALMENTE LLEGA LA SATISFACCIÓN

Pero parece que tras la reunión celebrada ayer, comenzaron a vislumbrar los primeros 'brotes verdes' de las reuniones. Según comunicaba al finalizar la reunión José Antonio Bazo de UGT, “esperamos la redacción del nuevo acuerdo para llegar a la conformidad total”. Exigen al Ayuntamiento una modificación, que se apruebe en Junta de Gobierno Local como el anterior, un reconocimiento de la deuda -como ya han hecho- con efecto retroactivo a fecha de 1/01/ 2011; y exigen una reunión la primera semana de marzo para firmar el acuerdo.

Con este reconocimiento público de la deuda la Junta de Personal se declara satisfecha. Aunque entienden que la situación económica requiere un tratamiento especial por parte del Ayuntamiento de Logroño, recuerda que ya el año pasado padecieron recortes salariales, y para ellos es fundamental mantener el convenio. Aunque todo esto pinte bien... una vez que reciban el documento, deberán celebrar una asamblea para que el resto de trabajadores den el visto bueno.

¿Volverán los pitidos a la Plaza del Ayuntamiento de Logroño? Por ahora se descartan próximas movilizaciones en el entorno del consistorial logroñés, aunque alertan, “si se redactan estos términos estamos totalmente conformes, si no se firma el acuerdo en marzo ya veremos”.