Vuelta a la huerta en pleno Logroño
Fernando conocía el trabajo de la huerta “de toda la vida”, pero hacía años que lo tenía abandonado. Conocedor de la satisfacción que da sembrar y cuidar tus propias cosechas, no lo dudó un segundo cuando, hace tres años, el Ayuntamiento de Logroño ofertó el primer módulo de huertos de ocio junto al cementerio, con 68 parcelas.
Él fue uno de los afortunados que se hizo entonces con una parcela, que este mes ha tenido que dejar para que un nuevo adjudicatario pueda disfrutarla, aunque asegura que no lo hace con pena, sino “con alegría, porque se pasa el relevo a otra persona para que la disfrute también”.
Una vez cumplido el plazo de adjudicación de tres años, el Ayuntamiento ha vuelto a sortear estos huertos, cuyo número se ha ampliado en 21 hasta llegar a 89 huertos en los que otros tantos usuarios podrán trabajar hasta diciembre de 2018.
PERFILES VARIADOS
Estos huertos han sido “uno de los proyectos de relación social más importantes de la ciudad en los últimos años”, según el concejal de Medio Ambiente, Jesús Ruiz Tutor, quien detalla la amplia diversidad de perfiles de los agricultores, que van “desde personas mayores, hasta jóvenes que no tenían ni idea y que han decidido meterse en esta aventura, pasando por gente que tiene un trabajo sedentario o que busca una nueva manera de relacionarse con otros”.
“Es un reflejo de lo que es la sociedad, con usuarios de todos los estamentos sociales, aunque con el azadón en la mano y tierra en los zapatos, todos somos iguales”, reconoce Fernando, quien hace hincapié en la comunidad creada entre los distintos usuarios, quienes se han ayudado unos a otros compartiendo conocimientos.
Para Fernando, todo son ventajas: “He ganado en todos los aspectos, económicamente ha sido rentable comer lo que produces, además de lo saludable y satisfactorio que es hundir las manos en la tierra y plantar y sembrar tus propios cultivos. Es algo muy enriquecedor”.
AGRICULTURA ECOLÓGICA Y DE AUTOCONSUMO
Las parcelas tienen 50 metros cuadrados y cuentan con sistema de riego abastecido por el Ayuntamiento. Sus usuarios tan sólo tienen que abonar 50 euros para el mantenimiento, entre otras cosas, de la bomba de agua, y autogestionarse a través de una asociación de usuarios: el Consejo de la Huerta, a imagen y semejanza de una comunidad de vecinos.
El Ayuntamiento les deja total libertad para cultivar, con los únicos requisitos de que los productos estén destinados al autoconsumo y no a la venta y que utilicen técnicas respetuosas con el medio ambiente, para lo que se apela “a la responsabilidad de la gente, ya que es muy difícil controlar que todo sea ecológico”, reconoce Ruiz Tutor.
La creación de huertos de ocio en las ciudades se puso de moda hace unos 20 años, sobre todo en grandes urbes, aunque, como recuerda el concejal, “eran proyectos de pocas parcelas y para pocas personas, algo simbólico, mientras que éste es un proyecto amplio, donde el que quiera tener una huerta la puede conseguir de forma fácil, si no es este año, al que viene”.
OFERTA EQUILIBRADA
En esta convocatoria se recibieron hasta 433 solicitudes, aunque muchos de los adjudicatarios finales han renunciado, ya que “se suelen apuntar dos o tres amigos para llevar juntos la huerta y si les toca a varios, el resto renuncia”, explica el concejal.
De este modo, Ruiz Tutor cree que la oferta y la demanda está “ bastante equilibrada” y descarta, de momento, ampliar el número de huertas ofertadas, ya que se podría generar el efecto contrario: tener parcelas vacías.
Fernando sí que iría más allá y defiende que este proyecto “se haga a escala real de la sociedad en la que vivimos, con mil o dos mil huertos para poblaciones como la riojana, de 300.000 habitantes”, ya que se benefician no sólo los usuarios sino también las familias, que comen productos saludables de temporada de su propia tierra.
En invierno, borraja, col y coliflor, después cebollas, ajos, lechugas o calabacín, también tomates, pimientos...la variedad de cultivos durante estos tres años ha sido amplia. Ahora estas parcelas serán ocupadas por nuevos 'agricultores urbanitas', algunos de ellos, los más afortunados, repiten experiencia al haber sido seleccionados de nuevo en el sorteo. Otros, como Fernando, ya piensan en buscar nuevos terrenos para seguir con esta afición redescubierta.
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