Los camping riojanos del Camino de Santiago, casi llenos durante todo el verano
Aunque ya hay quien ve un punto de luz al final del túnel de la crisis lo cierto es que irse de vacaciones sigue siendo caro. Las agencias aprovechan y nos ofrecen ofertas de 2x1, los niños viajan gratis o te regalan el viaje de vuelta en paquetes a las islas o a un hotel en medio de la playa.
Por otro lado hay gente que disfruta sus vacaciones mochila al hombro haciendo diferentes rutas cada año, que si la ruta de la vía de la Plata, que si el Camino de Santiago en sus vertientes atlántica, castellana o francesa... Están como siempre esos jóvenes que a falta de ahorros para irse a Ibiza, se van a Salou donde también tienen cerca una Pachá o si se da el caso pasan el verano de pueblo en pueblo o de festival en festival.
Y por si fuera poco, tenemos un último grupo: los fans del camping y los auténticos campistas. Los fans del camping son aquellos que van de bungalows o dejan la caravana en un lugar fijo como quien tiene un apartamento en Lanzarote. Los campistas son aquellos que mochila al hombro o en caravana van hoy aquí, mañana allí, pasado vete tú a saber dónde y disfrutan cada vez de un lugar distinto.
El camping de Navarrete nos descubre cómo se vive en unas instalaciones de este tipo en pleno siglo XXI. Porque, ¡ojo! aunque la imagen que se da de muchos camping suele ser bastante desafortunada, la realidad es bien distinta.
Un camping no es un terreno en el cual dos hippies con rastas han instalado ahí su tienda, tienden las bragas en cuerdas, encienden un fuego y cantan con la guitarra bajo las estrellas, no, eso no es un camping.
En un camping como el que hemos visitado tienes agua caliente y fría, duchas, servicios con climatización, cambia bebés, lava coches, servicios adaptados a minusválidos, lavandería, electricidad, Internet, wifi, cabina telefónica, piscina, pista de tenis, mesa de ping-pong, bar-cafetería, supermercado, sala de televisión, parque infantil, actividades de animación infantil y nocturna, excursiones... ¡Vamos! que el servicio no difiere del de tu propia casa o el de un hotel, pero y el precio ¿es más económico que un hotel en tiempos como estos?
El precio de un bungalow es similar al de un hotel de tres estrellas, eso sí algo más económico. Por ejemplo una familia con 2 adultos y 2 niños, una semana en Logroño en un hotel de esas características, perteneciente a una conocida cadena hotelera, cuesta aproximadamente 1000€. Alojarse en un bungalow en un camping unos 700 €.
Silvia Alfonso, la responsable del Camping de Navarrete (1ª Cat.), coincide con mucha gente en que los turistas sólo nos conocen por el vino, otros apostillan que no nos saben ni situar en el mapa. Respecto a su establecimiento, Alfonso, comenta que llevan desde 1987, 22 años ya, en el camping y a lo largo de estos años la situación ha variado bastante, pero en general “no se pueden quejar”. Cuando hace un par de semanas charlábamos con ella nos comentaba que están al 95% de ocupación, sólo con caravanas y con el camping completo. Eso sí, ella es de la opinión que los extranjeros vienen más en temporada baja. Destaca que quien se va de camping es porque le gusta el contacto con la naturaleza, y matiza que “la gente no sale de casa para pasar calamidades, y menos, en el siglo XXI”. A pesar de que su camping tiene fama de estricto, puesto que no permiten ni jardines, ni huertos, ni barbacoas fuera del recinto autorizado, ni tenderetes; los clientes están de acuerdo ya que se respira un ambiente muy bueno y hay bastante seguridad, en concreto Silvia Alfonso reconoce que esas normas están así por convivencia y que hasta el momento no han tenido quejas. Además por la noche se pide silencio de 12 a 8 de la mañana, horas en las que un vigilante de seguridad trabaja por el bien de todos los residentes.
Los Datos
En general y en cuanto a la ocupación, los campings de La Rioja Alta y el Camino de Santiago ven la ocupación similar a la de otros años, todos llenos o casi, con más visitas que otros veranos en especial por el calor. Parece ser que la crisis no les está afectando, aunque eso sí, a pesar de que por la meteorología la gente se quede más tiempo el gasto medio ha bajado considerablemente.
Algunos campings han llegado a aumentar en un 15% y 20% sus reservas estos meses de verano (Bañares), en otros la ocupación está al 100% (Navarrete) y sin embargo otros como el de Fuenmayor creen que la situación es similar a otros años, aunque han notado más gente que va “de tienda de campaña”. En Villoslada la situación es más problemática, puesto que han notado un considerable descenso tanto en el número de visitantes, en el tiempo de estancia y en el gasto realizado.
Si los campings de la zona del Camino de Santiago observan un mayor número de visitantes extranjeros, en el resto, consideran que ha crecido más el número de nacionales, o mejor dicho peninsulares, porque en algunos creen que la situación es muy similar si la comparación se hace dividiendo peninsulares por un lado y el resto por otro, y es que parece ser que al portugués le gusta acampar en nuestro país, tanto como a ingleses o irlandeses.
Una última curiosidad, Leomari Vinosa, de 57 años y procedente de Madrid, comenta que se ha sorprendido, porque ella creía que Logroño era una provincia de Castilla y León, que Rioja era sólo el nombre del vino y además “un invento de la Junta de Castilla y León para hacer propaganda”. Para su sorpresa la región de Logroño desapareció de los mapas, hace ya unos años y La Rioja no es un invento publicitario, pero se excusa: “El tiempo si que lo veo, el de La 2 a medianoche, lo que pasa es que yo me lío, porque entre las horas que son, que me quedo dormida y que no sé de mapas... ¿En serio que es así y no me estáis engañando?” Pues, eso, lo que ya nos decían y por aquí nos ha dejado sorprendidos, algunos ni nos sitúan.
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