Los libreros acusan a 11 centros concertados de competencia desleal por vender libros de texto
El presidente de la Asociación de Librerías de La Rioja, Antonio Domínguez, ha recordado hoy que el cheque-libro para la gratuidad de los libros de texto se debe entregar a los padres, después de “detectar” colegios que no lo están haciendo.
Domínguez ha ofrecido una rueda de prensa en la que se ha apoyado en la resolución, publicada en el Boletín Oficial de La Rioja, sobre la gratuidad de libros de texto y el Código de Comercio para acusar de “competencia desleal” a los centros concertados que venden directamente los libros de texto y, además, no dan completa libertad a los padres para elegir dónde comprarlos.
Ha detallado que once centros concertados de La Rioja venden los libros de texto y, para ello, utilizan librerías “vinculadas” al colegio que, en algunos casos, no tributan en La Rioja.
En este sentido, ha recordado que “con los impuestos que pagan las 62 librerías de La Rioja se pagan los sueldos de los profesores de esos centros concertados”.
La rueda de prensa de hoy se enmarcaba en el hecho de que, tal y como ha relatado Domínguez, se está “detectando” que hay colegios cuyas familias de los cursos incluidos en la gratuidad (tercero y quinto de Primaria, además de primero de FP Básica) no están llevando a ninguna librería el cheque-libro.
Algo a lo que ha sumado una carta, a la que ha tenido acceso, de un centro en el que se indicaba a los padres que rellenasen un formulario para la compra de libros de texto antes del 22 de junio, esto es, antes de que saliese la resolución de la gratuidad de los libros de texto y que, por tanto, aseguraba al centro tener “todo el pescado vendido” para ese día.
La gratuidad, ha recordado, funciona de tal forma que, cada año, se reparte a varios cursos un cheque-libro por alumno, los tutores legales lo compran en la librería que desean y, durante cuatro años, estos libros “se quedan en el pupitre” para que lo usen otros niños.
Esto ya de por sí, ha dicho, supone que, en tres años, las librerías pierden el 75 por ciento de las ventas de libros de texto, que se reducen a cada cuatro años. Algo que ha destacado dado que, ha dicho, para una librería pequeña los libros de texto suponen el cuarenta por ciento de las ventas del año.
Dada esta situación, ha explicado, se negoció con el Gobierno riojano la mejor forma de llevar a cabo la gratuidad para las librerías, acordando los cheques-libro por niño. Pero, ahora, se están encontrando con colegios que no están entregando ese cheque a las familias, con el objetivo de hacer negocio.
Para explicar cómo los padres pueden llegar a “no poder elegir” se ha apoyado en la “influencia” de los centros, y un “uso indebido de la posición de poder”, además de una “competencia desleal”. “Si juegan a las tiendas que cumplan las leyes del juego” ha dicho mostrando el Código de Comercio.
Esta situación, ha dicho, ya estaba haciendo que, cada año, se sacasen del circuito de las librerías 750.000 euros, vendiendo los libros “donde no deben”. Ahora, ante la puesta en marcha de los cheques-libro ha añadido que se está “incumpliendo” la resolución de gratuidad, que especifica que los cheques se entregan a los tutores legales de los niños.
El presidente de la Asociación de Librerías ha señalado, no obstante, ante esto, que hasta el día 11 de julio los centros pueden rectificar. De hecho, ha asegurado cómo, tras una conversación personal con el director de un centro con el Código en la mano, éste había rectificado.
En La Rioja, ha aportado, hay once centros concertados que venden libros de texto; dos en Alfaro, dos en Calahorra, uno en Arnedo y seis en Logroño.
Ha anunciado que, el 1 de octubre, pedirán una relación para conocer dónde se han comprado los libros, y si detectan que “no se han cumplido las reglas de juego” pedirán “un mediador”.
Las Escuelas Católicas aseguran estar cumpliendo los requisitos legales
Los centros educativos adscritos a Escuelas Católicas La Rioja que ejercen la actividad de librería aseguran cumplir con todos los requisitos legales precisos para llevar a cabo esta actividad, tanto desde el punto de vista fiscal como del laboral y el mercantil. “Numerosas sentencias de distintos tribunales avalan la posibilidad de venta. Por ello, siempre desde el respeto a las exigencias legales y a las normas de competencia, los centros pueden ofrecer este servicio como una librería convencional”, explican desde FERE-CECA.
Asimismo, desde Escuelas Católicas La Rioja apuntan que la venta de libros y material escolar es un servicio que los centros ofrecen a aquellas familias que lo deseen con el objetivo de facilitarles el proceso de escolarización. “No se impone ni se obliga a comprar los libros en el propio colegio, es algo totalmente voluntario -señalan -. Prueba de ello es el crecimiento experimentado por plataformas de venta online y por las grandes superficies en los últimos años, y el descenso de las familias que los adquieren en el propio centro”.
0