Los riesgos de tomar un ibuprofeno todos los días por si acaso
Lo usamos para las molestias menstruales, para el dolor de cabeza o para un golpe. En el botiquín de cualquier casa no puede faltar un ibuprofeno. Sin embargo, en demasiadas ocasiones lo tomamos sin supervisión médica y sin tener en cuenta los posibles riesgos que para la salud tiene automedicarse. El médico de familia Carmelo Vaquero advierte de que, si cada vez que nos duele algo tomamos una pastilla, desarrollaremos tolerancia a estos medicamentos y necesitaremos una dosis mayor.
“Hay gente que se toma un ibuprofeno todos los días, por si acaso”, lamenta Vaquero, quien subraya que se tiene poca tolerancia al dolor y se toman pastillas como medida preventiva. “Personas con enfermedades crónicas, como artrosis, podrían mejorar con ejercicio o adelgazando, pero es más cómodo tomar una pastilla”.
El ibuprofeno y el paracetamol se pueden adquirir sin receta en las farmacias, pero eso no significa que su consumo continuado no tenga riesgos. “El abuso de antiinflamatorios puede provocar problemas renales y el paracetamol tiene efectos hepáticos si se consume en exceso”, advierte el doctor, para quien la tolerancia al dolor también es algo educativo: “si vemos que en nuestra familia, al mínimo dolor, se recurre a una pastilla, haremos lo mismo”.
Otro de los medicamentos de los que también se abusa es de las pastillas para dormir. “Los pacientes abusan en la petición de este tipo de medicamentos y a veces hay que reeducarlos para que adquieran determinados hábitos antes de irse a la cama”, indica Vaquero, aunque también reconoce que “la gente tiene que descansar y, en muchas ocasiones, las circunstancias (ruidos, horarios, ansiedad...) no les dejan”.
En cualquier caso, reconoce que, con la receta electrónica, es más difícil abusar de determinados medicamentos como antibióticos, porque si un paciente toma más de lo pautado, se puede hablar con él y controlar su consumo.
Sin embargo, a veces es difícil determinar hasta qué punto una persona necesita o no una pastilla, porque la manera en que sentimos el dolor es muy personal. “Hay personas que toleran bien el dolor, pero para otros es una molestia insufrible”. También depende de la edad. Las personas mayores lo llevan peor, porque “tiene menos actividad física, tienen menos contacto con la gente y, al estar menos entretenidos, tienen los dolores más presentes”.
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