“Para el Gobierno colombiano somos guerrilleros vestidos de civiles”
La voz del indígena colombiano Daniel Antonio Maestri se alzará hoy en el Centro Cultural Ibercaja de San Antón para denunciar la vulneración de los derechos civiles en Colombia, nación latinoamericana azotada por más de medio siglo de conflicto armado y represión donde la libertad y la democracia han sido acalladas por la política del miedo y el terror sembrado por las tropas paramilitares.
Su charla se enmarca dentro del ciclo de conferencias contempladas por la iniciativa 'Visitas del Sur' respaldada por la organización no gubernamental Intermón Oxfam, bajo la temática 'Fuego cruzado'. Los ponentes serán cinco testigos directos de la estela dejada por los conflictos olvidados en latinoamérica y África y expondrán sus experiencias a lo largo de 40 localidades del territorio nacional entre ellas, Logroño.
El Centro Cultural Ibercaja de Logroño será esta tarde a partir de las 19:30 horas la sede de denuncia y debate para el indígena colombiano, tras haber expuestos sus argumentos con anterioridad en Zaragoza y Pamplona. Esta realidad será relatada en primera persona por el índigena colombiano, testigo directo de la otra cara de Colombia gobernada por el crimen, el narcotráfico y la lucha por la riqueza y recursos naturales ocultos tras la tierra. Una batalla donde, como asegura el colombiano, el 80 % de las víctimas son civiles. Porcentaje donde se halla reflejada la muerte de su compañera embarazada de cinco meses, tras caer en manos de las tropas paramilitares.
Maestri asegura que luchar por los derechos humanos y la libertad supone abrirle las puertas a la muerte. En los últimos cinco años, 240 defensores de los derechos humanos han perecido a manos de las tropas paramilitares al servicio del Gobierno de Uribe por defender las premisas por las que hoy, lucha el indígena como miembro integrante de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del Genocidio: Libertad, Justicia y Reparación de los daños ocasionados por el conflicto belico en Colombia.
“Para el Gobierno de Uribe somos guerrilleros vestidos de civiles” aclara Daniel Antonio Maestri, testigo directo del exterminio de la izquierda en su país. “Más de 6.500 miembros del Partido Unión Patriótica han sido asesinados y los restantes han sido condenados al exilio” añade.
“Este hecho prueba, una vez más, la vulneración de los derechos civiles como la convivencia en un régimen democrático o la libertad de prensa y expresión”, hoy en día, inexistentes en Colombia y causa de muerte inmediata para aquellos que las practican o defienden.
En la actualidad, los derechos indígenas se hallan amenazados por “la codicidia de las multinacionales del Norte y la corrupción del Gobierno colombiano” asegura Maestri. Son un total de 94 las comunidades indígenas asentadas en Colombia, ilustrativas de 64 lenguas y de ellas 20 están en vías de extinción, lo que supone también un ataque a nuestra cultura y tradiciones.
Como explica el colombiano, original de comunidad Kankuama de la Sierra de Nevada de Santa Marta, integrada por 13.000 habitantes, la corrupción, la dictadura y la vulneración de derechos humanos han costado la vida a 1.200 personas y otras 400 “nos hemos visto obligados a engrosar las listas de desplazados”.
Antes de formar parte del colectivo de desplazados, Daniel Antonio Maestri cursaba estudios universitarios de Servicios Sociales, formación que se vió obligado abandonar por el conflicto armado. Desde entonces, ejerce como artesano y defensor de los derechos humanos en su país, buscando mejorar la calidad de vida y organigrama gubernamental, en la capital Bogotá.
En su patria todavia no se ha sembrado la semilla del comercio justo, impulsado en defensa de los derechos sindicales de los trabajadores del denominado Tercer Mundo. Estos derechos no existen en Colombia, a juicio de Maestri, donde “las redes del capialismo y la globalización atan de pies y manos a los campesinos y población indígena”.
Es la primera vez que Intermón Oxfam respalda un proyecto colombiano y “nos ha brindado la oportunidad de denunciar la verdadera realidad y situación de nuestro pueblo fuera de la represión”. Pero Maestri apunta que las redes solidarias del comercio justo y responsable no tardarán en sembrar sus semillas en la tierra del pais latino “como escudo a las injusticias y vulneración de un derecho fundamental como es la vida”.
Una situación donde el Norte como apunta el ponente “ha aportado su granito de arena pues cada vez que se consume un refresco de cola, se dona un peso a las tropas paramilitares. Dinero transformado posteriormente en la bala que se cobrará la vida de un campesino inocente”.
TIERRAS EXPROPIADAS
Hoy por hoy, son ya 6.500.000 de Hectarias las expropiadas al pueblo colombiano a manos de las multinacionales “encargadas de subvencionar las armas de las tropas paramilitares” apunta el defensor de los derechos humanos colombianos. El objetivo: “Seguir sembrando el pánico y el terror entre los campesinos para prolongar así, su somentimiento a la explotación de las industrias internacionales como es el caso de Repsol YPF”.
Por ello, Daniel Antonio Maestri solicita a los Gobiernos del Norte, y en concreto a España como pais amigo, que “vigile y controle el despegue de sus multinacionales, respalde el trabajo y lucha de los defensores de derechos humanos”, contribuyendo económicamente a partir de las diversas ONG amigas de su filosofía o bien, incitar a los ciudadanos a la reflexión sobre “qué están consumiendo y cuál es precio que el pueblo colombiano debe pagar, para tener uno de estos enseres en nuestras manos”.
El indígena colombiano asegura no tener miedo de regresar a su país el próximo día 22, aunque, “sé que mi vida ya no vale nada en mi pais, por haber revelado al mundo la verdadera realidad de la nación colombiana, su lado osura, y haber abierto tras ella, las puertas a la muerte, pero estando vivo y no muerto en vida” concluye.
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