Primavera 2019: ¿Cómo se presenta?

El pasado miércoles 20 de marzo a las 22:58 horas entró de manera oficial la primavera en la Península Ibérica. Tras un anodino invierno -por llamarlo de alguna manera- en el que las precipitaciones han brillado en general por su ausencia, miramos con especial interés hacia el cielo con la esperanza de que la primavera nos deje toda esa lluvia que su estación predecesora no ha hecho.

Estimaciones climatológicas del modelo europeo y americano

A priori destacamos que, para los meses de abril, mayo y junio, ambos modelos se ponen de acuerdo en estimar marcadas anomalías positivas de temperatura en gran parte del continente, sin ser excepción la Península Ibérica. Por otro lado, también apuntan a un probable trimestre más húmedo de lo normal aunque difieren en la localización de las mayores precipitaciones. Vamos a verlo con más detalle ESPECÍFICAMENTE PARA LA PENÍNSULA IBÉRICA.

ABRIL

TEMPERATURA: ambos modelos apuntan hacia temperaturas superiores a las normales, si bien el modelo americano centra estas anomalías en puntos de la mitad norte, mientras que el europeo las centra en puntos del interior del conjunto del país. Así podríamos estimar en busca de una media común que tendremos un mes de abril con temperaturas entre +0,5/+1,5ºC por encima de lo normal.

PRECIPITACIONES: encontramos algunas diferencias evidentes en este caso, mientras que el modelo americano apunta hacia una situación de lluvias abundantes en el arco mediterráneo, el europeo no las evidencia de la misma forma, sino que además nos marca un mes mucho más seco en la mitad oeste y norte. Extrapolando ambos modelos sería probable encontrar por tanto un mayor índice de lluvias en la mitad este de la península.

MAYO

TEMPERATURA: Importantes anomalías positivas hacían el interior de la península en base a ambos modelos, si bien apuntan que sería la mitad oeste la que podría quedar algo más al margen de estos calores previstos. Así pues, podríamos apuntar hacia un mes de mayo más cálido de lo normal en toda la península (+1,5/+2,5ºC), con algo más de alivio hacia el oeste.

PRECIPITACIONES: en este punto vuelven a diferir ambos modelos siendo el americano el más optimista apuntando hacia una regada generalizada en todo el país, mientras que el europeo vuelve a apuntar a que tan sólo serían algunas áreas mediterráneas las más regadas, mientras que marca un importante déficit en áreas del noroeste del país. Intentando trazar la media entre ambos modelos, podríamos decir que las precipitaciones serían abundantes durante el mes de mayo en áreas mediterráneas y en las cordilleras del interior del país.

JUNIO

TEMPERATURAS: ambos modelos apuntan hacia temperaturas superiores a las normales, si bien el modelo americano centra estas anomalías en puntos de la mitad norte, mientras que el europeo las centra en puntos del interior del conjunto del país. Así podríamos estimar en busca de una media común que tendremos un mes de abril con temperaturas entre +0,5/+1,5ºC por encima de lo normal.

PRECIPITACIONES: en este caso ambos modelos coinciden en un mayor índice pluviométrico alrededor de las cordilleras cantábrica, Ibérica y en Pirineos, algo bastante típico de la época en la que los restos de las masas frías se encuentran ya con temperaturas muy cálidas en la Península y favorecen la formación de importantes sistemas tormentosos. Así que podríamos esperar un junio tormentoso, especialmente en la mitad norte del país.

Una primavera más calurosa

A modo resumen, todo apunta que los próximos 3 meses podríamos hablar de temperaturas más altas de lo normal para la época en todo el territorio peninsular y la alta insolación provocada por la cercanía relativa de las altas presiones podría tener mucho que ver. Estimamos una primavera entre +1/+2ºC por encima de lo normal si hacemos caso al análisis anteriormente planteado.

Respecto a las precipitaciones, volveríamos a hablar de una situación sin lluvias generalizadas por situaciones ciclónicas atlánticas, más bien serían aquellas ocasionadas por DANAS (tanto atlánticas como mediterráneas) y bajas relativas, que unidas al incipiente calor nos darían lugar a un buen número de tormentas con epicentro en los principales sistemas montañosos de la Península Ibérica.

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No obstante, repito que son sólo estimaciones de modelos climáticos que se basan en la estadística, por lo que deben ser considerados sólo como tendencias probables.

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