Profesionales sanitarios se forman sobre reanimación cardiopulmonar infantil
El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja acoge esta semana una actividad formativa sobre técnicas de reanimación cardiopulmonar avanzada pediátrica y neonatal. El curso está impartido por 15 instructores pediátricos y dirigido por la pediatra del Hospital San Pedro y coordinadora autonómica del Grupo Español de Reanimación Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal, Aránzazu Olloqui Escalona.
La reanimación cardiopulmonar incluye un conjunto de técnicas y maniobras cuyo objetivo es restaurar la circulación y la respiración, minimizando la lesión cerebral. Dadas las particularidades anatómicas y fisiológicas de los menores, la actividad formativa se centra en las distinciones entre la reanimación cardiopulmonar pediátrica y la reanimación adulta, profundizando en sus características y adaptándolas tanto a la fisiología y anatomía del niño como a las singularidades de cada etapa dentro de la propia edad pediátrica.
Un total de 25 profesionales sanitarios participan durante tres jornadas en este curso que favorece el aprendizaje de una técnica muy efectiva que es avalada por el Grupo Español de Reanimación Cardiopulmonar Pediátrica y Neonatal. Entre sus cometidos, este organismo promueve la impartición de este tipo de actividades tanto a los profesionales sanitarios como al resto de la población, dado que diferentes estudios internacionales acreditan que el pronóstico ante las paradas cardiopulmonares es mejor cuanto mayor sea la instrucción en la población.
Durante las sesiones de aprendizaje teórico, los profesionales abordan la forma de reconocer adecuadamente a los menores en riesgo de parada cardiorrespiratoria, actualizan las medidas preventivas y adquieren conocimientos teóricos relacionados con las maniobras de reanimación.
Por su parte, durante el desarrollo de las sesiones prácticas, los alumnos realizan diferentes procedimientos para abordar la parada cardiopulmonar infantil, como son el control instrumental de la vía aérea, el acceso vascular, la administración de fármacos, el diagnóstico y tratamiento de arritmias o la asistencia y monitorización del menor.
Para el mejor funcionamiento y el correcto desarrollo de las actividades prácticas, los profesionales sanitarios emplean maniquís de simulación neonatal y pediátrica, además de mascarillas, cánulas, equipos de intubación, simuladores de ritmos y desfibriladores.
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