Recorre en coche la Ruta de las 7 Villas y déjate conquistar por cada rincón de La Rioja

No hay nada más bonito para un viajero que sentir que estás descubriendo un lugar que merece la pena y por el que la mayoría pasan de largo. Rebeca Serna, autora del conocido Blog Viajeros 3.0, nos ofrece una completa ruta en coche con las paradas imprescindibles para conocer las 7 Villas de La Rioja: pueblos con encanto, paisajes de montaña y muchos rincones de cuento junto al curso del río Najerilla.

“No sólo hay que ver 7 pueblos con sus correspondientes 7 paradas. Cuando te encuentres allí, vas a querer explorar cada rinconcito que te cruces por el camino. Eso sí, no te pierdas ninguno de los 7 porque cada uno tiene su encanto y su propia personalidad”, aclara Serna.

Comenzamos con la ruta por las 7 Villas y lo vamos hacer de oeste a este, perdiéndonos entre sierras y montañas.

Canales de la Sierra

Esta pequeña localidad de menos de 100 habitantes censados limita con la provincia de Burgos. Las aguas del río Canales surcan el pueblo dividiéndolo en dos barrios diferenciados y creando imágenes de postal. Este mismo río será el que se junte pocos kilómetros más allá con el Neila, formando el río que da sentido a esta ruta, el río Najerilla.

A esta bloggera le impresionó el tamaño de la Iglesia de Santa María con su pequeño cementerio adosado. “A partir de ahí, tienes que pasear y descubrir sus rincones más especiales”. Casas blasonadas, construcciones típicas de adobe con entramado de madera, una Torre Reloj con papamoscas incluido y la iglesia de San Cristóbal, entre otros.

Villavelayo

La siguiente parada se encuentra tan sólo a 4 kilómetros. El sonido del agua te acompañará y será el protagonista en tu paseo por las callejuelas de Villavelayo. Es en esta localidad donde se unen el río Neila y el Canales, convirtiéndolo en el pueblo de los puentes: 2 sobre el río Canales y 1 sobre el río Neila.

Desde la carretera principal, donde debes visitar la Ermita de Santa Áurea (única santa nacida en La Rioja) y la Iglesia de Santa María de la Asunción, comenzarás a descender entre callejuelas para descubrir una arquitectura serrana tradicional sencilla, sin grandes pretensiones, pero armoniosa y realmente bella. También puedes encontrar casas solariegas blasonadas que le dan un toque de elegancia a la villa. “Otra parada con mucha miga en el ruta por las 7 Villas”.

Mansilla de la Sierra, un pueblo sumergido en el Najerilla

Siguiendo la misma carretera nos encaminamos hacia la siguiente parada. Mansilla es quizás la más conocida de las 7 Villas, está situada en un paraje espectacular, al pie del embalse de Mansilla y lo curioso es que lo más popular lo encontrarás sumergido en las aguas de la propia presa.

Todo comenzó en el año 1960 cuando las aguas del río Najerilla sumergieron para siempre el antiguo pueblo de Mansilla de la Sierra debido a la construcción del embalse. ¿Para siempre? Caprichos que tiene la vida resulta que, cuando el nivel de la presa está muy bajo, nos deja ver alguno de los restos que aún quedan de este pueblo fantasma. Y aún mejor, aproximadamente en octubre o en época de sequías intensas podemos caminar entre las ruinas que aún se sostienen en pie.

Como indica el blog, el mejor lugar para observar el antiguo pueblo de Mansilla es desde el mirador que se encuentra situado junto a la Ermita de Santa Catalina. “Un precioso templo románico del siglo XII que luce coqueto frente a las aguas verdosas del embalse”.

En el nuevo pueblo de Mansilla de la Sierra no se encuentran tantos atractivos como en los demás pueblos. Pero para Serna, hay dos rincones muy curiosos. Por un lado, está el puente de Suso. En el año 2.000 este puente fue trasladado piedra a piedra desde las profundidades del embalse hasta su actual ubicación en el pueblo nuevo. Hoy en día, saluda a propios y extraños en la entrada de la localidad.

Por otro lado, a esta turista le impactó ver como junto a la Iglesia de la Concepción hay un frontón completamente adosado a ésta. “En Mansilla de la Sierra se toman muy en serio el deporte” indica la bloggera.

Ventrosa

“Que me perdonen el resto de las 7 Villas, pero Ventrosa es una de mis favoritas”, comienza diciendo Serna. Para llegar debes terminar de rodear el Embalse de Mansilla con paradas incluidas para seguir disfrutando del paisaje. A partir de aquí, el valle se estrecha dejando imágenes preciosas con el río Najerilla como protagonista hasta llegar a un cruce en la carretera donde debes girar a la derecha.

“Ventrosa es uno de esos lugares en los que la palabra relax cobra sentido”. Dos de sus construcciones más importantes te reciben imponentes desde las alturas, la Iglesia de San Pedro y San Pablo y la Torre del Reloj. Es precisamente desde esta última donde puedes obtener las mejores vistas panorámicas del pueblo y su entorno. Pero hasta que no te pierdes entre sus callejuelas no vas a captar la esencia. “Un lugar donde cada fuente, ventana o dintel de una puerta desvencijada se convierte en puro arte”.

Viniegra de Abajo

Seguimos recorriendo las carreteras secundarias de la zona de las 7 Villas para acercarnos a Las Viniegras. Dos pueblos que te van a seguir dejando boquiabierto entre tanta belleza desconocida. Comenzamos con Viniegra de Abajo, el cual fue elegido en 2016 como el pueblo más bonito de España por los lectores de 20 minutos. Ahora te desvelaremos el porqué.

Las casas se esparcen por todo el valle formando un conjunto compacto a orillas del río Urbión. En sus calles podrás disfrutar una vez más de ejemplos de arquitectura serrana, grandes casonas solariegas y también bellísimas casas de indianos construidas en la década de los años 20. No te pierdas tampoco la gran Escuela Venancio Moreno Romero, la iglesia de la Asunción y la geometría de sus calles empedradas.

Viniegra de Arriba

Unos kilómetros más y volvemos a encontrarnos con un pueblo que parece perdido en el tiempo, Viniegra de Arriba. Este pueblo es más pequeño que Viniegra de Abajo y se encuentra aún más encajonado entre las cumbres que lo rodean.

Parece que no hayan pasado los años por aquí, como si la fisionomía de este pueblo haya permanecido intacta desde hace siglos. Un paseo por sus calles te llevará a descubrir su bonito Ayuntamiento, coronado por un original reloj y la iglesia de la Asunción que domina todo el territorio.

Las casas, hechas en su mayoría a base de sillería con la característica piedra rojizade la zona, forman un núcleo urbano muy homogéneo. Sin olvidar que este pueblo junto a Brieva, del que hablaremos a continuación, son los únicos de las 7 Villas que han mantenido la transhumancia hasta hace muy poco. Aún podemos encontrarnos con antiguos chozos y majadas en los alrededores.

Brieva de Cameros

Es momento de volver sobre nuestros pasos para continuar por la carretera principal, paralela el curso del río Najerilla y finalizar nuestra ruta por las 7 Villas, descubriendo así Brieva de Cameros.

Una pequeña aldea dividida en dos barrios que debes recorrer de principio a fin. No te llevará demasiado tiempo descubrir algunos de sus monumentos más ilustres como la iglesia de Parroquial de San Miguel o la iglesia de Santa María, entre otros.

Muchas veces lo mejor está en las alturas. Muy cerca del Museo-Rancho del Esquileo, nace una pista hacia el cementerio, pero antes de llegar hasta él te encontrarás con un mirador espectacular, “uno de los mejores de las 7 Villas”, desde el cuál podrás divisar el pueblo, el valle y las cumbres cercanas a los 2000 metros que lo rodean.

Además, a menos de un kilómetro del pueblo puedes llegar hasta el mismo Nacedero del río Brieva. Un paseo muy corto y bonito que “merece la pena” y punto de partida para otras rutas más largas.