“Se está legislando para la impunidad”
El pasado mes de mayo, varias organizaciones pro derechos humanos, catedráticos, abogados y personas anónimas hacían público un manifiesto en el que denunciaban la inminente reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, concretamente la modificación de su artículo 23, el cual consagra el principio de jurisdicción universal.
Este principio colocaba a España a la cabeza de los países que persiguen las violaciones de derechos humanos en todo en mundo, en particular, de los crímenes más graves como son el genocidio, los crímenes de guerra, la tortura, la desaparición forzada, los crímenes de lesa humanidad o las ejecuciones extrajudiciales.
Sin embargo, su reforma el pasado mes de noviembre, se crea un nuevo escenario en el que, según Amnistía Internacional , “España ha entrado a formar parte de los países más restrictivos para la jurisdicción universal”.
Ante esta nueva situación, Amnistía Internacional ha organizado el encuentro-coloquio 'España: “Cambios y desafíos en la jurisdicción universal”, el cuál ha contado con la participación de importantes figuras del Derecho como son Rafael Escudero, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III; Manuel Ollé, abogado y profesor de Derecho Penal de la Universidad Antonio de Nabrija; Martín Ortega Carcelén, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad Complutense; y el magistrado Baltasar Garzón.
Durante su ponencia, el juez Garzón no dudo en señalar el importante paso atrás dado con esta reforma de ley, “se está legislando para la impunidad”, afirmó. Con esta nueva legislación “España ha renunciado al puesto que tenía en la comunidad internacional”, ha señalado el magistrado.
Garzón ha señalado el esfuerzo que supuso conseguir, en la década de los 90, un jurisdicción universal en el ordenamiento jurídico español, pues, según el magistrado, supuso el trabajo de la víctimas, asociaciones, organizaciones pro derechos humanos y de la sociedad en su conjunto a través de sus denuncias contra la impunidad.
“Sin embargo ahora, cuando más habíamos conseguido mover conciencias, mover sistemas judiciales como los de Chile y Argentina, donde nos están dando un ejemplo que nosotros estamos renunciando a continuar. (…) No se nos ocurre otra cosa más que, a través de nuestros representantes populares, hacer borrón y cuenta nueva y comenzamos a redefinir la justicia penal internacional como si fuera una amenaza”, ha afirmado Garzón.
Por otro lado, el magistrado ha querido señalar la debilidad de dicha reforma, porque según él no es “una ley buena” por lo que “dará mucho juego”. Es decir, está abierta a la arbitrariedad tanto de los jueces como de los fiscales, encargados de llevar los casos de justicia universal ante los tribunales.
Otros participantes en el encuentro, como Manuel Ollé o Rafael Escudero, también se mostraron críticos con la reforma de ley, recordando los casos en los que la ley pudo dar justicia a miles de víctimas e impedir que los responsables salieran impunes. Sin embargo, también hicieron hincapié en otras situaciones, como el conocido 'Caso Gaza' en el que supuestos intereses políticos han hecho que crímenes contra los derechos humanos no fueran siquiera investigados.
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