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Las sospechas sobre el crédito público a su familia comprometen el mensaje de regeneración de Díaz Ayuso

La candidata del PP a la presidencia de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Sofía Pérez Mendoza

“Yo soy un nuevo candidato (sic), con un nuevo equipo, con un nuevo proyecto y no tengo otra obligación que mirar para adelante. A mí se me tiene que juzgar por lo que yo soy, lo que yo he hecho y lo que yo represento”, defendía Isabel Díaz Ayuso cuando era preguntada por la corrupción en el PP. Fue antes de las elecciones, en una entrevista con El Mundo. Casi dos meses después, la candidata conservadora está a un paso de convertirse en presidenta de la Comunidad pero ya con problemas propios asociados al dinero que recibió su familia de una entidad semipública bajo sospecha, Avalmadrid.

En medio de las negociaciones con Ciudadanos, que se presenta como garantía de regeneración en las instituciones, a Díaz Ayuso le ha estallado el caso del crédito fallido de 400.000 euros concedido a su padre por un organismo que ha regado con préstamos sin garantías a personas afines al PP y empresas amigas que acabaron quebradas.

La Fiscalía constata que Avalmadrid hizo una “disposición fraudulenta” de los recursos de crédito porque fueron a parar a personas vinculadas con su Consejo de Administración y sospecha que pudo haber delito en ello, aunque no lo investigará porque ya está prescrito.

La candidata siempre defendió su nombramiento, una sorpresa para muchos en el PP que lo atribuyen a una decisión personal de Pablo Casado, como una muestra de la “renovación” necesaria que tenía que llevar a cabo su partido. La oposición considera que las sombras sobre el crédito, firmado con Avalmadrid, comprometen su mensaje de regeneración y arrojan sospechas sobre la empresa de su padre y un posible trato de favor.

“Toda la información pone en evidencia que hay una continuidad con el Partido Popular de Esperanza Aguirre, de Ignacio González y de Cristina Cifuentes que se mantiene vivo en la persona de Díaz Ayuso”, apunta el diputado Eduardo Gutiérrez, de Más Madrid. Pilar Sánchez Acera, del PSOE, asegura que “hay indicios de trato de favor” aunque prefiere no valorar “la afectación personal a quien pueda ser presidenta”. “No tenemos el expediente aún. Lo hemos pedido y cuando lo tengamos podremos pronunciarnos de una manera más real sobre el caso concreto”, apunta Sánchez Acera, que subraya que el principal problema no es la situación de la familia de Díaz Ayuso sino Avalmadrid “en su conjunto”.

Todos los partidos pusieron la mirada sobre Avalmadrid en la pasada legislatura. Incluido Ciudadanos, que lo calificó en campaña electoral como un “chiringuito ideado y pensado para unos pocos” que se comprometió a reformar. Su portavoz de Economía, Susana Solís, hizo preguntas parlamentarias y pidió comparecencias. Ahora, sin embargo, el partido guarda silencio sobre la polémica que rodea a Díaz Ayuso, la candidata con la que tratan de cerrar un pacto para entrar en el Gobierno regional. “Es una empresa que toda la oposición ha cuestionado en la legislatura pasada. Ahora no les interesa y no sabemos por qué no les interesa”, señala Sánchez Acera. “Es una tomadura de pelo el mensaje de regeneración de Ciudadanos”, opinan desde Más Madrid.

La historia del crédito sospechoso de 400.000 euros se remonta a 2011. Díaz Ayuso ya había sido asesora de Esperanza Aguirre y llevaba temas de comunicación en el PP de Madrid. La empresa de su padre, Mc Infortécnica, pidió un préstamo a Avalmadrid –un ente que ayuda a pymes y pequeños empresarios madrileños a tener financiación– para comprar unos carros informatizados que luego vendería a la sanidad vasca tres meses antes de que la candidata engrosara las listas del PP autonómico y fuera elegida diputada. El dinero tenía que devolverse en 36 meses. Han pasado ocho años y Avalmadrid no ha recuperado el préstamo.

La operación, adelantada por El Confidencial, siguió adelante pese a que había alarmas que la contraindicaban. Una mala gestión de los riesgos que, según varios informes (entre ellos del Banco de España, no fue aislada sino habitual en Avalmadrid.

En este caso, el informe de riesgos advertía que la garantía del préstamo, una nave de 500 metros cuadrados en un pueblo de Ávila, había sido construida ilegalmente y podía ser derribada en cualquier momento. La finca, además, se tasó en 213.000 euros cuando había sido escriturada en 26.000. Avalmadrid exigía que el terreno estuviera valorado al menos en 200.000 y la tasación se hizo ad hoc para tal fin. Además, los técnicos avisaron de que la coyuntura de “crisis económica” del momento obligaba a las sociedades a tener que “soportar fuertes tensiones de liquidez para aguantar los pagos”.

Ocho años después, la ejecución hipotecaria de la nave ya se ha efectuado pero no es suficiente para cobrar toda la deuda. La sospecha, en este asunto, no solo se extiende sobre la concesión del préstamo, sino sobre la manera de actuar después ante los impagos. El comité de morosidad acordó el 2 de abril de 2012 emprender la “ejecución hipotecaria y la ejecución dineraria de avalistas”. A día de hoy, el ente no ha embargado bienes a las nueve personas que figuraban como tal en el préstamo, entre ellas la madre de Isabel Díaz Ayuso, según publicó InfoLibre.

El endeudamiento de su familia –el padre, fallecido en 2014, y la madre estaban casados en régimen de gananciales– provocó algunos movimientos más que involucraron a Isabel Díaz Ayuso. La candidata aceptó la donación de uno de los pisos propiedad de sus progenitores en el barrio de Chamberí en octubre de 2011 cuando el crédito de Avalmadrid ya había entrado en impagos. El Código Penal castiga como alzamiento de bienes las acciones de un deudor para disminuir su patrimonio y frustrar que el acreedor cobre su deuda con esos bienes. Es un delito castigado con hasta cuatro años de prisión. En el piso donado vive hoy Isabel Díaz Ayuso, que es la propietaria, aunque el derecho a usufructo lo tienen sus padres.

Dos días antes de la donación del piso, Leonardo Díaz renunció a ser administrador mancomunado de la matriz de Mc Infortécnica, Grupo Mc Infortécnica Medical Hamilton S.L, informó también InfoLibre. El padre de Díaz Ayuso se bajó del barco cuando estaba empezando a hundirse. El primer impago registrado de los 400.000 euros prestados fue en diciembre de 2011, cuando se tenían que haber abonado algo más de 106.239 euros. Leonardo Díaz tenía el 25% de las participaciones del grupo empresarial. Más Madrid asegura que no descarta “poner en conocimiento de la Fiscalía informaciones que afectan a un trato de favor de Díaz Ayuso”.

¿Otro lodazal del PP?

La polémica por el crédito a los Díaz Ayuso ha reactivado la crisis que ya existía en Avalmadrid. Otro posible lodazal de la gestión del PP en la Comunidad de Madrid, según varios informes, entre ellos el expediente del Banco de España. El último capítulo se ha cerrado con una destitución esta misma semana. La del director general, Pedro Embid, colocado como responsable hace menos de un año y medio.

Según El Confidencial, su cese responde a su oposición a la denuncia que el propio ente presentó ante la Fiscalía después de un duro informe del Banco de España que alertó de las deficiencias en el control de los riesgos. Aún no hay sustituto. Por el puesto han pasado tres personas en los últimos tres años. Juan Luis Fernández-Rubíes, su antecesor en el cargo, también fue destituido.

Para Unidas Podemos, este último cese supone admitir “que hay algo extraño en Avalmadrid, que se ha utilizado a favor de las personas vinculadas al PP”. “El cese implica que Isabel Díaz Ayuso tiene que explicarse ante los madrileños y lo que ha hecho su propio partido así lo reconoce”, afirma la portavoz del grupo, Isa Serra.

El nombre de Avalmadrid también aparece en uno de los tomos de la Operación Lezo. Concretamente en una de las escuchas telefónicas practicadas por los investigadores de la Guardia Civil: “[Lo del Canal] es, dice, como lo de Avalmadrid pero peor”. La autoría de esta comparación se atribuye a la expresidenta Cristina Cifuentes.

El expediente del supervisor bancario aterrizó en la Comunidad de Madrid después de que dimitiera y desencadenó las primeras tensiones internas por la claridad de sus conclusiones: durante años se dieron demasiados créditos con un “riesgo individual significativo” con “informes de seguimiento deficientes” y que no evaluaban correctamente “la capacidad de pago” de los avalistas.

El Banco de España puso en la picota 162 operaciones que movieron más de 82 millones de euros que fueron analizadas por un auditoría externa. Los resultados no dejaron a Avalmadrid mucha salida: la empresa semipública dio traslado a la Fiscalía de préstamos “sospechosos”.

En su lista, sin embargo, solo se incluyeron cuatro. Dos de ellos vinculados a viejos amigos del Partido Popular, Arturo Fernández y Gerardo Díaz Ferrán. Según Avalmadrid, estas operaciones se habían concedido “con apariencia de discrecionalidad, sin atender a razones de lógica económicas” y por encontrar “vinculaciones” entre quienes aprobaron los créditos o socios de la empresa y las compañías avaladas. La denuncia de Avalmadrid, archivada en Fiscalía, señalaba con nombres y apellidos a los miembros de la Comisión Ejecutiva que aprobó las cuatro operaciones. 15 personas de las que ya no queda nadie en la empresa, según El Confidencial.

Isabel Díaz Ayuso continúa negociando sin hacer declaraciones sobre Avalmadrid ni sobre las sombras que rodean al crédito de su familia mientras la oposición registra peticiones parlamentarias prácticamente cada semana que arrojen luz sobre esta entidad, dedicada a financiar a empresarios de la Comunidad de Madrid, y el préstamo a Mc Infortécnica. El PSOE pidió el expediente completo y Más Madrid ha pedido la fiscalización de las cuentas de Avalmadrid y varias declaraciones en comisiones de posibles involucrados.

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