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Retraso y censura en la campaña y discreción en Twitter: el Ayuntamiento de Madrid minimiza el Orgullo LGTBI

La bandera arcoíris, en un lateral de la fachada del Ayuntamiento tras la colocación de la bandera española en el centro

Marta Borraz

Eliminar parte del mensaje de la campaña municipal para el Orgullo LGTBI fue solo el principio. El Ayuntamiento de Madrid no solo ha censurado las frases reivindicativas de las banderolas que cuelgan en vías principales de la ciudad, sino que está minimizando su impacto lo máximo posible. Esta cita reivindicativa que conmemora los 50 años de las revueltas de Stonewall no parece ser una prioridad para el nuevo consistorio, que intenta hacer equilibrios para no reducir su presencia a cero mientras Vox, necesario para aupar al popular José Luis Martínez Almeida a la alcaldía con el apoyo de Ciudadanos, tensa la cuerda.

La escasa actividad municipal sobre el Orgullo LGTBI tuvo su primer reflejo con el inicio de la campaña municipal. El lunes pasado las grandes calles madrileñas, como Gran Vía, amanecían con las banderolas que tradicionalmente se colocan en las farolas a ambos lados de las vías, pero el mensaje estaba incompleto. Según el diseño que había dejado el anterior equipo municipal de Manuela Carmena, al lema genérico “Nuestro mayor Orgullo” le iban a acompañar varias frases reivindicativas –“Quienes saben lo que nos jugamos” o “Quienes guardan recuerdo de la represión”, entre otras–, pero en su lugar apareció el mismo lema dos veces. 

En medio del malestar causado entre las personas mayores que protagonizan la campaña, el consistorio madrileño aseguró que “solo” se habían modificado las 590 banderolas y justificó su decisión en “unificar el mensaje”. De hecho, al día siguiente aparecieron los carteles en marquesinas y mupis –elementos de mobiliario urbano– donde sí estaban las frases eliminadas de las banderolas porque, en este caso, iban acompañadas de los rostros de las seis personas que prestaron su imagen para el proyecto. 

Lo que no dijo el consistorio es que la campaña en formato digital se retrasaría prácticamente una semana, según denuncian desde el anterior equipo municipal. “Estos mismos carteles tenían que aparecer en los mupis digitales y en las pantallas de Callao. Estaba programado para el pasado 25 de junio”, lamenta Rita Maestre, concejala de Más Madrid y portavoz del gobierno anterior. Este lunes la campaña 'Nuestro Mayor Orgullo' sí luce en las grandes pantallas publicitarias que coronan la céntrica plaza madrileña, pero no lo ha hecho en días anteriores.

Preguntadas por este extremo, fuentes del nuevo equipo municipal aseguran que la difusión “no ha tenido ningún coste para las arcas municipales” porque se trata de espacios reservados para el consistorio. “Comenzó la semana pasada con la campaña no digital y esta semana, que es la del Orgullo, se ha reforzado con la digital”, explican. Sobre la no utilización del espacio que ya estaba reservado desde el 25, el consistorio apunta a que se “ha apostado” por “reforzar la acción justo la semana del Orgullo” sin llegar a responder a por qué no se inició antes.

En redes, solo información (y escasa)

La presencia del Orgullo no solo se ha reducido en el espacio físico, también en redes sociales. Por primera vez en los últimos cinco años, el perfil oficial del Ayuntamiento de Madrid en Twitter, Instagram y Facebook no luce con los colores de la bandera arcoíris, algo que sí hacen muchas cuentas institucionales, por ejemplo la del Congreso de los Diputados y la de la mayoría de ministerios.

Además, la campaña 'Nuestro Mayor Orgullo' no ha sido colgada en ninguna de estas tres redes sociales desde el pasado 19 de junio, cuando se presentó el MADO en la capital. “Estaba diseñada para que estuviera también en estos espacios. De hecho, este tipo de cosas se programan y se organizan: tantos tuits o mensajes cada tanto tiempo. Pero no ha salido nada”, lamenta Maestre.

La cuenta oficial del Ayuntamiento solo ha colgado cuatro mensajes en Twitter sobre el tema: uno con el vídeo oficial del Orgullo, otro sobre la presencia de Begoña Villacís en la presentación y otros dos anunciando la aprobación del Plan de Seguridad y Movilidad para esta semana y el refuerzo de los autobuses de la EMT. En las redes del consistorio no hay ni rastro de mensajes más allá del tono puramente informativo: nada de reivindicación ni conmemoración, referencias a la diversidad o a los retos aún pendientes del colectivo LGTBI.

La bandera, desplazada

El consistorio, gobernado por el PP y Ciudadanos en coalición, sí ha iluminado el palacio y la fuente de Cibeles y la Puerta de Alcalá con los colores del arcoíris, pero al mismo tiempo ha desplazado la bandera a un lateral de la fachada. Los populares y la formación naranja sorprendieron el jueves pasado instalando por la noche una bandera gigante de España en el centro de la sede. Y lo hicieron después de que Vox reprochara a Almeida su intención de colocar una LGTBI y le exigiera que lo hiciera con la rojigualda. Este es el mantra que está repitiendo constantemente el partido de extrema derecha durante estos días y así se expresaba en su cuenta oficial de Twitter el mismo 28 de junio, día del Orgullo: “En Vox solo tenemos una bandera en la que caben todos los españoles”. 

En VOX sólo tenemos una bandera en la que caben todos los españoles, sin importar cual sea su orientación sexual, su edad, su profesión o la ciudad donde vivan 🇪🇸💪 pic.twitter.com/5FFK0qbOot

— VOX 🇪🇸 (@vox_es) 28 de junio de 2019

A pesar de que Martínez Almeida y Begoña Villacís, vicealcaldesa y encargada durante estas semanas de acudir a los actos del Orgullo en representación municipal, han negado que la colocación de la bandera de España sea una concesión a Vox, lo cierto es que se hizo pocas horas antes de que se instalara la arcoíris, que finalmente ha quedado relegada. “Se ha colocado ahí para no afectar a ninguno de los relieves arquitectónicos de la fachada, recientemente restaurada”, explican fuentes municipales. Desde 2015, año en que empezó a colocarse, siempre ha figurado en el centro de la fachada. 

Por otro lado, el procedimiento habitual en los años anteriores para desplegar la bandera era la celebración de un acto oficial con invitación a los colectivos LGTBI y a la oposición, sin embargo, esta vez no ha habido convocatoria. La bandera se colocó a las 13.00 horas del pasado viernes en presencia de Villacís y tres concejales más y con el único público de las personas y turistas que pasaban por allí y se paraban. Ni rastro del alcalde, de otros partidos políticos o de las entidades LGTBI, que otros años abarrotaban los alrededores de Cibeles para aplaudir la iniciativa.

Ante este escenario, los colectivos organizadores del Orgullo denuncian la escasa visibilidad municipal que está teniendo este año la campaña y ponen el foco en la importancia de la cita que se celebra en casi todas las ciudades de España, pero que en el caso de Madrid tiene tinte estatal. “Esto es solo el principio del menor protagonismo que van a tener estos temas en el nuevo consistorio. No le están dando a la capital el lugar que ha tenido estos cuatro años en este tema, que se ha presentado como una ciudad diversa y respetuosa”, explica Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB).

Tanto la FELGTB como COGAM, la otra entidad organizadora, apuntan a que esta situación tiene que ver los pactos entre las tres derechas para gobernar la ciudad de Madrid. “Da la sensación de que están cediendo a ciertas imposiciones de Vox”, dice la presidenta de COGAM, Carmen García de Merlo. “Yo creo que el acuerdo tiene mucho que ver con esto. En cada paso que damos en reivindicación en derechos humanos, Vox está ahí para intentar ponerle freno”, explica Sangil.

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