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Asuntos Internos investiga más de 200 bajas de policías municipales durante el dispositivo del Orgullo

Vista cenital de la manifestación del Orgullo 2018 en Madrid.

Marcos Pinheiro / Pedro Águeda

La Unidad de Asuntos Internos de la Policía Municipal de Madrid ha abierto una investigación por el aluvión de “bajas sobrevenidas” que se produjeron durante el dispositivo de seguridad para la celebración del Orgullo 2018. Según fuentes del cuerpo, la investigación afecta a más de 200 agentes que faltaron a su puesto de trabajo el pasado fin de semana alegando que estaban de baja médica.

Esas bajas masivas se han producido en plena negociación del convenio colectivo con el Ayuntamiento de Madrid. El consistorio diseñó un dispositivo de seguridad que obligaba a cientos de agentes a trabajar durante la manifestación del Orgullo en el centro de la capital, porque apenas se presentaron voluntarios para ello. Los sindicatos que negocian el convenio con el Ayuntamiento les habían pedido que no se ofreciesen voluntariamente como medida de protesta.

Así, el operativo de seguridad preveía contar con unos 600 policías municipales, pero un gran número de ellos -alrededor del 50%- no se presentaron al pase de lista. La investigación afecta por ahora a más de 200 de ellos, para comprobar si sus bajas están justificadas o si se enmarcan en una movilización sindical que pretende presionar al Ayuntamiento. La falta de agentes obligó a pedir ayuda a la Policía Nacional para garantizar la seguridad durante las multitudinarias celebraciones que reunieron a más de un millón de personas en las calles de la capital.

Además, como las bajas comenzaron a darse en la noche del viernes, tres distritos se quedaron sin patrullas en las calles. En otros, los agentes del turno de tarde tuvieron que suplir a los de noche porque ninguno se presentó a trabajar.

El Ayuntamiento ya ha abierto una investigación sobre “el número y características de las bajas sobrevenidas durante el fin de semana del Orgullo, en el dispositivo y en el resto de los distritos” y ahora es la Unidad de Asuntos Internos la que realizará sus propias pesquisas. Estudiará si se han producido acciones que supongan faltas disciplinarias, pero también analizará si se han cometido delitos. En ese caso, tendrán que dar traslado de los hechos a un juzgado.

Abandonar un servicio público es un delito

Organizar una huelga encubierta en un servicio público es un delito. El Código Penal recoge en su artículo 409 que serán multados y suspendidos de empleo entre seis meses y dos años los funcionarios que “promovieren, dirigieren u organizaren el abandono colectivo y manifiestamente ilegal de un servicio público”.

El mero hecho de participar en una acción de esas características también se castiga: “Los funcionarios públicos que meramente tomaren parte en el abandono colectivo o manifiestamente ilegal de un servicio público esencial y con grave perjuicio de éste o de la comunidad, serán castigados con la pena de multa de ocho a doce meses”.

Algunos agentes afirman que las bajas masivas son parte de una movilización orquestada por los sindicatos CPPM y CSIT, los dos que continúan negociando con el Ayuntamiento porque rechazaron el primer acuerdo sobre el convenio colectivo. Por los chats de WhatsApp de los policías municipales circulan audios de agentes que celebran la cantidad de bajas y animan a sus compañeros a seguir con el “conflicto”.

Desde CSIT, su portavoz, José Francisco Horcajo, negó a eldiario.es haber promovido esta acción: “Como sindicato nunca estaremos detrás, no estamos de acuerdo con esas prácticas”. Pero el propio Horcajo deslizó hace unas semanas la posibilidad de que hubiese un aluvión de bajas en la Policía Municipal.

Cuando el Ayuntamiento decidió obligar a algunos agentes a participar en el operativo del Orgullo ante la falta de voluntarios, Horcajo dijo que algunos de ellos podían caer enfermos “por haber ido el día anterior a comer a un restaurante y tomar alimentos en mal estado”.

Enfado entre los agentes que tuvieron que doblar turno

CSIT y CPPM insisten en achacar las bajas a la falta de previsión del dispositivo y al hecho de que se haya obligado a algunos policías a doblar turno. Lo cierto es que fueron las bajas las que obligaron a los agentes a doblar el turno. En algunos distritos no se presentó ninguno de los policías del turno de noche, lo que obligó a los mandos a prolongar la jornada de los agentes con turno de tarde. En Latina no se presentó nadie del turno de tarde.

Este hecho ha provocado el enfado de muchos policías municipales, que han visto cómo lo que definen como una huelga encubierta de sus compañeros les ha obligado a trabajar 16 horas seguidas. Uno de los textos que se mueve entre los chats de los agentes critica “la irresponsabilidad” de CSIT y CPPM por “promover, alentar y fomentar la comisión de actuaciones manifiestamente irregulares que han dejado en precario la seguridad de muchos policías”.

Ese texto se refiere en tono irónico a los agentes que están de baja: “Agradecerles el que me hayan dejado tirado y sin relevo, agradecerles que me hayan dejado en una situación se claro peligro, gracias de verdad, con vosotros he aprendido el valor de la palabra dignidad, porque la indignidad de vuestros actos se ha visto mil veces compensada con la dignidad de todos los que se han sabido mantener en su puesto”.

Los policías descontentos con la huelga encubierta afirman que ya han cesado los audios en los que se decían los nombres de los compañeros de baja y se celebraba cada vez que alguien anunciaba que no iba a ir a trabajar. “Ahora nadie habla ni da nombres porque se han dado cuenta del alcance de su irresponsabilidad”, afirman, y añaden que unos cuantos agentes van a pasar el verano “un poco inquietos” por esta investigación.

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