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La defensa del “derecho a decidir” de Catalunya en Madrid: medio millar de personas y boicot de la extrema derecha

Imagen de la protesta en Sol.

Constanza Lambertucci

Cientos de personas se han concentrado este miércoles en la Puerta del Sol, en Madrid, para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo en el juicio del procés. Bajo la consigna “decidir no es delito”, unas 500 personas, según la Delegación de Gobierno, se han reunido en el centro de la capital desde las 19.30 horas.

“Madrid está con el pueblo catalán” y “libertad presos políticos” han coreado, en castellano y en catalán, los manifestantes convocados por la plataforma Madrileños por el derecho a decidir, después de que este lunes se conociera la sentencia que impone penas de hasta 13 años a los nueve líderes del procés condenados por sedición y malversación. Más de 20 colectivos, según los organizadores, se han unido a la concentración, que se ha producido dos días después de que se conociera el fallo.

“La condena es una injusticia, pero ya nos lo esperábamos, el juicio también lo fue”, se quejaba Paco Gómez, de 69 años. Es de Cartagena y ha vivido desde hace más de 40 años en Barcelona. “El derecho a decidir no es un delito”, ha incidido.

A su alrededor, cientos de personas rodeaban una bandera republicana de unos 10 metros de largo con un lazo amarillo cosido en el centro. Las caras de los líderes independentistas presos y fugados asomaban por encima en fotografías en blanco y negro. “No olvidamos el 1-O”, ha gritado uno de los asistentes.

“Votar tendría que ser un derecho”, de ha quejado Iratxe Ivorra, de 19 años, con una Estelada colgada en la espalda. Es de Tarragona y vive en Madrid desde que llegó a estudiar. No votó en el referéndum del 1 de octubre, pero lo defiende: “Me parece una barbaridad que los presos estén en prisión por convocar una manifestación”.

Helena Morán, su madre, sí voto el 1 de octubre. “Soy una madrileña en Cataluña y no tengo problemas con ningún catalán”, ha destacado. “A mi pueblo no llegaron, pero al pueblo de al lado los apalearon”, recuerda. “No soy independentistas, soy democrática y esto es un sabotaje a la democracia”, ha defendido.

Montse, de 68 años, es de Barcelona y vive hace 46 años en la capital española. Tiene el corazón partido, ha asegurado con un pañuelo amarillo sobre el cuello. “Estoy harta de que España no quiera hablar con Catalunya y Catalunya no quiera hablar con España”, ha lamentado. Salvo sus hijos y sus nietos, el resto de su familia vive en Barcelona: “Estamos preocupados porque un día pasará algo fatal. Y no habrá marcha atrás”.

Después de que este martes los Mossos d'Esquadra detuvieran a 30 personas y los servicios de emergencias atendieran a 125 personas en Catalunya, en Madrid no ha habido incidentes graves. Aunque sí tensión por momentos. Los manifestantes ocupaban casi la mitad de la Puerta del Sol, cuando dos personas han irrumpido con una bandera española a solo unos metros. “Viva España”, han gritado del otro lado de la barrera que formaban los agentes de la policía nacional. “Visca Catalunya”, han respondido los manifestantes. “Y viva la farola”, ha bromeado una mujer en referencia al paracaidista que se enredó en una farola con la bandera de España durante los actos del 12 de octubre.

La Policía ha echado a esas dos personas, pero unos cien metros más allá, sobre la calle Arenal, unos cincuenta hombres y mujeres cantaban con la mano en alto el Cara al Sol. “Esta es nuestra tierra y hay que defenderla” y “no nos engañan, Catalunya es España” son algunas de las consignas que han gritado mientras los agentes los contenían y dirigían en dirección a Ópera. Desde el centro de la plaza no se escuchaban esos gritos, sino las voces de los que cantaban Els Segadors y repetían consignas como “sí, sí, sí, queremos decidir”.

Sobre las 20.30 horas, los organizadores han leído un comunicado para reclamar “la anulación de las condenas” de una sentencia que han considerado “durísima”. Los organizadores han defendido que las penas han sido un “escarmiento” para “castigar a los 2 millones de catalanes que ejercieron su derecho a decidir”. “Esta sentencia nos concierne a los que defendemos la resistencia pacífica a situaciones injustas, como deshaucios”, han afirmado y han señalado su “apoyo” a las miles de personas que han salido a la calle en Catalunya desde el lunes en rechazo de la sentencia.

Cuando ha sonado L'Estaca, los manifestantes han levantado sus móviles y los que se la sabían lo han cantado. “Es muy injusto que encierren a gente en la cárcel por poner urnas y querer que la gente voto”, ha lamentado Leila Amoros, una mallorquina de 29 años. “Hoy hay aquí vascos, gallegos, castellanos que defienden lo mismo. Es derecho de todos los pueblos decidir su futuro”, ha asegurado.

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