La ruptura del contrato de catering del campo del Atlético de Madrid aboca a un conflicto laboral a un centenar de empleados
La ruptura del acuerdo entre la empresa encargada del catering en el estadio Wanda Metropolitano — Centerplate ISG España — y el club de fútbol Atlético de Madrid ha provocado un aluvión de demandas de los profesionales encargados de suministrar comida a los aficionados que acudían a las gradas del campo colchonero. Los abogados que llevan el caso aseguran que el conflicto laboral se ha producido porque los empleados (alrededor de 200) “han sido despedidos tácitamente”, sin que ninguna de las dos compañías “hayan asumido el pago de las correspondientes indemnizaciones”, exponen desde el despacho Garrido-Lestache B, que representa a 82 profesionales damnificados, siempre según el relato de los profesionales de este bufete.
Camareros, personal de administración, de almacén, de cocina y de logística se han visto afectados por la decisión de poner fin al servicio de catering, según explican fuentes cercanas a la empresa, que cifran en dos centenares el número de trabajadores que han perdido su puesto. La falta de acuerdo entre el Atlético y Centerplate provocó que algunos trabajadores tuviesen problemas para acceder al paro, según confirman los tres despachos consultados por esta redacción y que representan a exempleados del Wanda. La pandemia y la falta de público en los estadios influye en esta decisión. Desde el departamento de comunicación del Atlético de Madrid aseguran que “debido a la inusual situación que se ha planteado por la pandemia” no prevén organizar eventos en el estadio en los próximos meses.
El conflicto estalló en octubre, cuando el Atlético de Madrid no aceptó la subrogación de la plantilla iniciada por la empresa de eventos, tras la cancelación del contrato firmado por las dos partes. Se trata de un acuerdo que tenía una vigencia de 20 años y en el momento en el que se canceló solo llevaba tres años en funcionamiento, según publicó el diario As. Cuando se dio por finalizado, “la gran mayoría” de los empleados estaban “afectados por un ERTE de fuerza mayor”, apuntan desde el despacho Iurisconsult Abogados, donde llevan la defensa de 22 profesionales.
Desacuerdos en la subrogación
El jueves 1 de octubre por la tarde los trabajadores recibieron un burofax de la compañía — al que ha accedido elDiario.es — en el que les informaban de que unas semanas antes “el club informó al grupo Centerplate de su intención de resolver dicho contrato con fecha de efectos 25 de septiembre”, tres días después de esa última fecha se encontraron con que el equipo colchonero impedía “el paso a las instalaciones” a sus empleados. Por lo tanto, amparados tanto en normativa nacional como en el acuerdo firmado, a partir del día siguiente (2 de octubre) iban a pasar “a formar parte de la plantilla laboral del CATM [Club Atlético de Madrid]”. Eso nunca sucedió porque desde el club rojiblanco no aceptaron la decisión.
Ante estos hechos, los letrados que representan a una veintena de profesionales explican que “el despido nunca les fue comunicado [a sus clientes] formalmente”. Según añaden, los empleados fueron “dados de baja en [la] Seguridad Social por parte de Centerplate, habiéndoles abonado saldo y finiquito”, pero detallan que en esos conceptos no se ha incluido la indemnización que le corresponde “al trabajador como compensación por la extinción de su contrato”. Como el Atlético no les dio de alta, la defensa de esta veintena de profesionales “entiende que se ha producido un despido tácito”.
La decisión del Atlético de Madrid de poner fin al contrato de “prestación de servicios de catering suscrito entre Centerplate ISG Limited y el Club Atlético de Madrid” fue la que desencadenó esta situación, según explica la compañía internacional en el burofax enviado a sus trabajadores. Ni el grupo Centerplate ni Sodexo, que tal y como figura en su web adquirió la compañía que ha gestionado el catering en el Wanda, han contestado a las preguntas de elDiario.es. Desde Sodexo responden escuetamente que las consultas realizadas por esta redacción están vinculadas “a un proceso legal en curso”.
Fuentes del club rojiblanco se limitan a asegurar que el acuerdo “finalizó por supuestos contemplados en el propio contrato”, sin aportar más información. Sin embargo, la empresa Centerplate dio otra argumentación a sus trabajadores. En el burofax enviado aseguró que la subrogación estaba amparada por “lo dispuesto en la cláusula 14.7 del propio contrato de servicios de catering celebrado entre el club y el grupo Centerplate”.
Por lo tanto, a partir del día siguiente iban a pasar “a formar parte de la plantilla laboral del CATM [Club Atlético de Madrid]”. “Sin que el Grupo Centerplate tenga obligación de practicarte liquidación alguna dado que el cambio de empresario no implica cambio alguno en tus circunstancias laborales actuales”, continuaba el burofax, relatando una situación que finalmente no se produjo.
Cruce de comunicaciones
Al día siguiente, el 2 de octubre, los empleados recibieron otra comunicación, en este caso emitida por el departamento de Recursos Humanos del club rojiblanco, según la documentación a la que ha accedido esta redacción. El Atlético de Madrid defendía que la subrogación “no se ajusta a derecho”. “No estamos ante un supuesto de sucesión de actividad sino de cese de la misma y usted es empleado/a de Centerplate ISG España SL”, expusieron los responsables de la gestión del personal.
El club de fútbol insistía a lo largo de ese documento en que la decisión de la empresa encargada del catering del Wanda no se enmarca “ante un supuesto del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores, ni se recoge en el contrato en su día suscrito con la empresa” Centerplate. Se escudaba en la pandemia — que ha “prohibido la asistencia de público al estadio” — como el punto de inflexión para “cesar la actividad”, recoge el escrito dirigido a los empleados. Desde el departamento de comunicación del Atlético defienden que Centerplate “es la única responsable de la relación con sus trabajadores”.
Actualmente, la mayoría de afectados por el conflicto entre Centerplate y el Atlético de Madrid, y defendidos por Iurisconsult Abogados, están en “situación legal de desempleo, con su correspondiente derecho a paro”, apuntan sus abogados. Reconocen que en algunos casos específicos han tenido problemas con el Sepe para acceder a la prestación, porque los funcionarios solicitaron “a los trabajadores la carta de despido (la cual no existe), por lo que muchos de ellos tuvieron que esperar a la presentación de las papeletas de conciliación e, incluso, de la demanda, para que el Sepe les reconociera este derecho”.
Fechas de juicio en los próximos meses
Los letrados del despacho que representa a más de 80 profesionales también aseguran que “hay varios trabajadores a los que les ha sido denegado” el paro “por estar mal presentado el certificado de empresa”. El cliente de Anabel Segado, también letrada, en este caso del despacho Activa-t, también afrontó complicaciones. “Tuvo problemas para cobrar el paro, le decían que no era causa de desempleo porque la baja se produjo con la reseña de subrogación, pero no había alta”, indica Segado, que pide para el afectado que defiende un “despido nulo” y la “readmisión”: “Sea donde sea y en la empresa que toque”. Esta abogada destaca que su defendida “nunca ha estado en ERTE, siempre ha estado teletrabajando”, por lo tanto insiste en que “su actividad siempre ha existido con el Wanda cerrado o abierto”. La vista del caso defendido por Segado se celebrará a primeros de abril, según confirman desde el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid.
La demanda impulsada por una veintena de afectados llegará a juicio en octubre, según sus abogados. Estos letrados aseguran que en el procedimiento abierto se tendrá que dirimir “si debió darse la subrogación al Club Atlético de Madrid, o, si por el contrario, debió de realizarse los trámites previstos para el despido colectivo, o si se trata de un despido tácito”. Además, solicitan, que “al haber sido despedidos”, “o bien sean reincorporados a sus puestos de trabajo, o bien reciban la indemnización legal correspondiente por la extinción unilateral de su contrato de trabajo”. Por su parte, el despacho que defiende a más de 80 afectados, tiene “distintas fechas” de juicio, según exponen los abogados. Las vistas de las demandas que han impulsado empezarán en marzo y terminarán en junio.
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