Así vivió la plazuela de la memoria trans su primer día de la visibilidad trans
Ayer el barrio de Chueca acogía en su recién bautizada plazuela de la memoria trans un acto convocado por Proyecto Rivera para reivindicar la visibilidad y los derechos del colectivo trans donde no faltaron la música ni las banderas trans.
La fecha elegida para esta celebración no fue casual. El 31 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, que quiere acercar la realidad trans a la sociedad. Pero, más que un día de celebración, los organizadores de este acto consideran que es un día de activismo.
“Hoy, 31 de marzo, celebramos juntes el día de la visibilidad trans. No es un día de festejar sino de reivindicar nuestra existencia y reclamar nuestros derechos”, explicaban en un manifiesto en el que también pedían que no se trate al colectivo con condescendencia.
“Estamos hartes de que no se nos llame por nuestro nombre, que nos veamos obligades a salir del armario para que se nos trate con nuestro género; estamos hartes de ‘no ser lo suficientemente trans’ si no nos operamos u hormonamos”, denunciaron.
Unos tratamientos médicos que aún no son de libre acceso para todos y que son de obligado cumplimiento “para tener una vida legitimada. Nadie nos explica el por que de estas hormonas u operaciones, sino que se nos induce directamente a asumir estos tratamientos”, lamentan.
Con el 50º aniversario de las revueltas de Stonewall este mismo año, el colectivo trans también recuerda que fueron precisamente dos mujeres trans racializadas, Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, quienes encabezaron esa lucha que todos los años conmemoramos el día del Orgullo LGTB y “a las que el movimiento gay blanco silenció cuando sus voces empezaron a ser incómodas”.
También recordaron a las personas no binarias (genderqueer, agénero, género fluido, bigénero, neutrois, demichicos y demichicas) para las que piden un reconocimiento de su existencia tanto por parte del movimiento trans como a nivel legal, pues son personas con una identidad de género que nadie ha explicado, no una moda.
“Hemos existido siempre y queremos nuestro espacio, que se nos trate por nuestro género y que tengamos los mismos derechos que los chicos y las chicas trans”, exigieron. “Les trans también somos marikas y bolleras, heteros y bisexuales. Ser trans no tiene relación con nuestra orientación sexual”, señalaron.
Asimismo, piden que se deje de hablar de género o nombre “sentido” o de pronombres “preferidos”, porque son su “género, nombre y pronombres REALES” y que se deje de considerarles como enfermos.
Por último, recordaron la memoria de las personas trans que ya no están, como Alan, Ekay y Saray, y de todas aquellas que aún quedan por llegar con un minuto de silencio.
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