La Policía desaloja finalmente a Victoria de su piso de la calle Norte
Esta vez no hubo aviso sobre el desahucio de Victoria y de su hijo del piso del número 23 de la calle Norte en el que vivían, aunque la afectada sí habría recibido la notificación oficial del mismo, según la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH), que afirma que lo que ha sucedido es que ni la familia ni los abogados de Victoria quisieron anunciar que se iba a proceder al desalojo para evitar posibles enfrentamientos entre la Policía y los vecinos y movimientos solidarios (15-M, PAH) que ya en dos ocasiones anteriores lograron que la orden judicial no se ejecutara.
Según las mismas fuentes, la comisión judicial encargada del desahucio tenía orden explícita de efectuarlo hoy “costase lo que costase”. Como consecuencia del éxito de la misión, Victoria, con 84 años y enferma de cáncer y su hijo, con 55 años y un alto grado de discapacidad, se han quedado sin hogar.
Al parecer, en el momento del desahucio, Victoria estaba ingresada en el hospital por una insuficiencia cardiaca. Sus abogados dicen que es increíble que la orden se haya ejecutado en estas circunstancias.
Desde las ocho de la mañana, los tramos desde San Bernardo hacia Conde Duque de las calles San Vicente, Palma y Quiñones, habían quedado tomados por multitud de agentes de la Policía Nacional. Un aparatoso despliegue de efectivos 'mudos' que impedía el acceso a la zona a cualquier vehículo y a cualquier persona que no acreditara vivir allí. Alrededor de las 11 de la mañana se fue levantando el operativo.
Antecedentes
Antecedentes
El primer intento de desahucio de Victoria se llevó a cabo el pasado 19 de julio. Tras fracasar, ese mismo día se comunicó una nueva fecha, 12 deseptiembre
. Con los vecinos llamados a movilizarse en contra de la orden judicial, el intento también resultó infructuoso.
Victoria era una inquilina de renta antigua y durante un tiempo, según alegó, por motivos de salud, incumplió con sus obligaciones de pago de alquiler, por lo que acumuló una deuda cercana a los 5.000 euros con la promotora propietaria del inmueble en el que llevaba 55 años residiendo. Denunciada esta situación, un juzgado ordenó el desalojo de la vivienda en una vista a la que no pudo asistir la afectada, nuevamente por problemas de salud. Según siempre la versión de Victoria, posteriormente trató de llegar a un acuerdo con la propiedad para liquidar lo que debía, algo a lo que no le dieron ya opción puesto que preferían rescindir el contrato y disponer del inmueble. El alquiler que pagaba Victoria era de 250€ al mes.
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