¡Qué difícil es poder reciclar!
Pablo Almarcha es un vecino que ha dirigido varias reclamaciones a la Directora General de Gestión Ambiental Urbana a causa de la desaparición de la 'isla ecológica' que había en la plaza Juan Pujol y de la retirada, por obras, de los puntos de recogida de residuos de la calle Palma, así como por la insuficiente frecuencia de vaciado de los contenedores de reciclaje. No habiendo quedado satisfecho con las respuestas recibidas, ha decidido hacer público su malestar a través de la siguiente carta:
“El Ayuntamiento de Madrid no quiere que se recicle en Malasaña. Por razones de espacio y logística no se dieron contenedores amarillos a cada comunidad de vecinos. Se apostó por los contenedores-isla de papel, vidrio y envases. Incluso se soterraron algunos contenedores (Plaza de Juan Pujol).De un tiempo a esta parte, el Ayuntamiento ha ido moviendo o eliminando contenedores, alegando excusas inverosímiles. La lógica aplastante del razonamiento del Ayuntamiento fue que dado que se amontanaban tantos residuos, en vez de aumentar la frecuencia de retirada, se eliminaron los contenedores soterrados.En la calle de La Palma, se han movido contenedores por obras y ahora mismo, en Malasaña, hay que desplazarse un mínimo de 500 metros.”El Ayuntamiento de Madrid no quiere que se recicle en Malasaña
el Ayuntamiento ha ido moviendo o eliminando contenedores
se han movido contenedores por obras
Pablo afirma: “Como vecino del barrio, estoy indignado con la retirada paulatina de contenedores de recogida selectiva y la poca frecuencia de recogida que hace que siempre estén llenos y rebosantes. En dos años, hemos pasado de tener una isla ecológica a menos de 100 metros, a tener que recorrer, mínimo 300-500 metros para poder reciclar. Obviamente, estas dificultades complican el proceso de concienciación ciudadana, lo que no impiede que la concejalía de Medio ambiente baraje la posibilidad de multar a las comunidades de vecinos que no separen las basuras correctamente”.
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