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René Merino, el viñetista que triunfa en instagram haciéndonos reír y pensar

René Merino, en el porche del espacio Espíritu 23, donde imparte clases de dibujo e ilustración | SOMOS MALASAÑA

Antonio Pérez

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En el año 2013 René Merino perdió su trabajo como diseñador gráfico en una empresa de alfombras porque su jefe creyó verse caricaturizado en una viñeta que hizo. Dos semanas después de haberla publicado en su facebook personal lo pusieron de patitas en la calle con cajas destempladas y una denuncia por injurias debajo del brazo. “Yo estaba a gusto en el trabajo y me llevaba bien con él, aunque era un hombre muy estricto del que recuerdo, por otra parte, que siempre me iba pidiendo ayuda con los aparatos tecnológicos. Un día se me ocurrió hacer un dibujo de un mono con un iPad, lo vio y se lo tomó como algo personal. Ya me había advertido mi madre que aquel dibujo me traería problemas porque me dio por titularlo Mi Jefe, pero me hubiera disculpado con él de haberme dado la oportunidad, se lo habría explicado”, comenta medio divertido un Merino que califica de simbólico el hecho de que le echaran de una empresa por hacer lo que más le gusta.

Aquella fue la última vez que René Merino tuvo un trabajo como asalariado: “Después de aquello, decidí montármelo por mi cuenta”. No le ha ido nada mal: murales, retratos, ilustraciones, clases de dibujo y pintura... De todo ha hecho desde entonces para vivir de su arte. Sin embargo, con lo que más cómodo se encuentra y más disfruta es realizando viñetas y tiras cómicas, algo que aunque no le reporta -de momento- casi dinero, es el motivo de que hoy hablemos con él y también la razón de que desde hace algo más de medio año le haya sobrevenido, de forma inesperada, una creciente popularidad en la red social instagramred social instagram, donde su cuenta @rene_estamal supera los 47.000 seguidores y presenta un ritmo frenético de crecimiento. Ni que decir tiene que Merino es también el viñetista de Somos Malasaña, periódico con el que lleva cerca de dos años colaborando.

Viñetista pese a todo

Viñetista pese a todo

“Cuando hago viñetas me digo: Aquí estoy yo, libre. Como artista no había encontrado mi sitio hasta que comencé a hacerlas, algo que surgió como un divertimento, una vía de escape ante una situación personal mala por la que atravesé hace unos seis años. Me gusta hacer reír, emocionar, contar historias y también hacer pensar a la gente e, incluso, crear opinión. Y todo eso es posible conseguirlo haciendo viñetas”.

Lo que empezó siendo un mero hobby se ha ido convirtiendo en una placentera obsesión e, incluso, en una manera de vivir para René porque, por lo que dice, un viñetista debe caminar con la mirada afilada: “Una parte de mi cerebro siempre está alerta en busca de una idea para el siguiente dibujo. Voy por la calle y me apunto cosas en el móvil y por las noches el duermevela es muy productivo y hace que con frecuencia, estando en la cama, deba encender de nuevo la luz y anotar lo que me ha venido a la cabeza para que no se me olvide”.

René no oculta que le gustaría poder vivir 100% de sus dibujos, por mucho que la profesión de viñetista (o humorista gráfico) no esté atravesando una buena época precisamente y muchos medios de comunicación estén prescindiendo de ellos. “En cualquier caso, esto es un proyecto personal y lo que sí que hay que hacer es ser constante. Me he pasado cinco años haciendo dos viñetas por semana, pero ahora he incrementado mucho mi producción y y hago una al día o cada dos días. También es algo que se retroalimenta: como ahora presto más atención a esta faceta, se me ocurren más cosas y la buena respuesta a estos trabajos que obtengo en las redes sociales me empuja a continuar”.

El éxito de los dibujos de René Merino en las redes sociales, del que hemos hablado anteriormente, lo lleva a figurar entre los dibujantes más populares de la capital en instagram. “Es algo misterioso y sorprendente. De pronto, el pasado junio, una viñeta que publiqué en mi facebook se hizo viral sin saber por qué. De facebook comenzó a circular por instagram y, de golpe y porrazo, mi cuenta en este último sitio, que llevaba activa un par de años sin pena ni gloria, pasó en 48 horas de tener 200 seguidores a tener 2.000. Desde entonces no deja de multiplicarse a gran velocidad y cada viñeta que comparto logra miles de 'me gusta' y decenas de comentarios. Tanto es así que siento no poder responder ya a todos los que me escriben y agradecerles que apoyen mi trabajo, pero es que necesito tiempo para seguir dibujando”. El creciente interés por sus dibujos (“me llegaban mensajes de mucha gente de todas partes que quería comprar ilustraciones y láminas mías”) ha llevado a René a montar una tienda virtual, que ha arrancado de forma satisfactoria.

Más allá del mundo online, en la mente del dibujante está la idea de publicar un libro físico en el que pudiera reunir a sus “criaturas”, sus “hijos”. “Me gustaría verlos impresos en papel. Haré una ronda de editoriales y si no hay suerte me autoeditaré, pero espero ver mis viñetas en papel algún día”.

De lo social al humor escatológico pasando por el amor

De lo social al humor escatológico pasando por el amor

A la hora de dar forma a todas esas ideas que busca ávidamente, nada mejor que la tranquilidad de su hogar por las mañanas. Allí, ordenador, tableta gráfica y un programa de edición de imágenes mediante, es donde pone negro sobre blanco lo que ronda por su cabeza. Lo hace con un estilo muy definido y reconocible, de línea sencilla y limpia. Como grandes referentes, Quino (Mafalda) y Bill Watterson (Calvin y Hobbs); un escalón por detrás, El Roto; a otro nivel, gente como Flavita Banana. 

En su producción personal como viñetista destaca la serie de dibujos sueltos que agrupa bajo el título Historias de amor (y desamor) y que sigue alimentando. Destacan también los microcuentos, que asegura son los que mejor funcionan entre sus seguidores y cuentan una historia en un único dibujo. Las tiras cómicas -pequeñas historias secuenciadas- son, como quien dice, unas recién llegadas a su trabajo y ya han sido muy bien recibidas. Entre las viñetas que se ocupan de temas más serios, las de violencia de género y calentamiento global son las que más se repiten, junto con las de autoconocimiento y una especie de filosofía de andar por casa, que bien podrían ser consideradas como píldoras para seguir de pie. Por último, encontramos también mucho humor “facilón y estúpido sin más pretensiones que provocar la risa fácil. Sería la parte que dibuja el niño que no quiere crecer y que tira mucho del universo 'caca'”.

En su faceta más profesional, cabe destacar los dibujos que René publica en Somos Malasaña; con total libertad temática, sólo han de cumplir con la premisa de tener relación o hacer referencia, de la forma que quiera, con el barrio de Universidad. Como resultado de esta colaboración, los malasañeros podemos reírnos de nosotros mismos y, en muchas ocasiones, encontrar unos ojos cómplices en la mirada ácida del autor.

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