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Los restaurantes okupas de los edificios municipales de Luna reabren mientras el Ayuntamiento intenta desahuciarlos

Uno de los restaurantes okupas de la plaza Luna, sobre los que el Ayuntamiento ha iniciado procedimiento de desahucio

Diego Casado

Madrid —

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El Ayuntamiento de Madrid intenta su última carta para recuperar el uso de dos enormes edificios con 10.000 metros cuadrados de oficinas junto a la céntrica plaza de Callao. Varios locales de estos inmuebles se encuentran actualmente okupados por empresarios que se niegan a abandonar sus negocios pese a que sus alquileres expiraron en julio del año 2024. Por ello, el consistorio ha decidido personarse en el procedimiento de desahucio, informan a este periódico fuentes municipales.

Los edificios pasaron al patrimonio municipal el 30 de julio del año pasado, cuando se extinguió la concesión más longeva de un parking en la capital, que databa del año 1972 y al que estaban asociados los edificios citados. Entonces, cuatro negocios privados decidieron quedarse en sus locales, pese a que ya no tienen ningún contrato legal que permita su presencia allí ni abonan ninguna renta mensual a la antigua concesionaria, que ya ha dejado de serlo.

El parking de Luna-Tudescos y los dos edificios fueron explotados durante 52 años por Sociedad Anónima de Aparcamientos Madrid (SAMA), perteneciente a la familia Lleó Casanova. Con ella firmaron sus contratos los cuatro comercios en rebeldía, dos tiendas asiáticas (un bazar y un local especializado en caligrafía) y dos restaurantes, situados a ambos lados de una comisaría de la Policía Municipal de Madrid.

Últimos trabajos en el parking de Luna, antes de su reapertura

El Ayuntamiento volvió a privatizar la explotación del aparcamiento, por lo que la nueva empresa adjudicataria, Ortiz, comenzó unas obras de remodelación que finalizarán esta semana. Durante este periodo el consistorio levantó las terrazas de ambos establecimientos y uno de ellos -El Lugar de Martina- cerró sus puertas. Pero ante la conclusión de los trabajos este espacio ha decidido reabrir, para seguir explotando un local en un lugar que debería estar vacío desde hace año y medio. El otro restaurante -El Buda Feliz 1974- ha mantenido su apertura durante las obras pese a la ausencia de velador.

El futuro público de estos edificios municipales depende del procedimiento de desahucio en marcha. La oposición de Más Madrid ha reclamado al Ayuntamiento un plan “para que estos edificios alberguen equipamientos para el barrio, que son muy necesarios y una demanda vecinal, como un Centro de Salud, oficinas de atención a la ciudadanía y un vivero de empresas de la economía socio y solidaria”.

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