Almeida anuló sus futuros párkings disuasorios porque los nuevos no llegaban al 30% de ocupación

El aparcamiento disuasorio de Tres Olivos iba a ser el cuarto de la era Almeida, después de el de Pitis, Fuente de la Mora -ya construidos- y el de Aviación Española, de próxima inauguración. Con 464 plazas para automóviles y 14 para motos, estaba destinado a animar a los conductores que cada día entran en la capital por la M-607 a que estacionaran allí sus vehículos, para después dirigirse a su destino en la ciudad en transporte público. Pero el pasado 19 de julio el alcalde, José Luis Martínez Almeida, anunció que anulaba el concurso para construirlo, junto también con el que iba a desarrollarse en Villaverde y con otros que se iban a planificar en Canillejas, Aravaca, Barajas, Puerta de Arganda, Paco de Lucía, Valdebebas y Mar de Cristal. Toda esta parte de la política de movilidad municipal quedaba en cuestión con la decisión.

Hoy, 25 de agosto, el Ayuntamiento de Madrid ha hecho oficial la anulación de los dos concursos en marcha con su publicación en el portal de contratación, donde también ha explicado con detalle las razones que han llevado a tomar esta decisión. La principal es que los dos primeros aparcamientos disuasorios abiertos apenas cuentan con conductores interesados en dejar allí sus coches: “La ocupación media de ambos no llega al 30 %” durante los meses de abril y mayo, detalla el informe que justifica la medida, al que ha tenido acceso este periódico.

La Dirección General de Planificación e Infraestructuras de Movilidad, responsable de la decisión, explica que detrás de estos pobres resultados puede encontrarse la generalización del teletrabajo: “A raíz de las medidas impuestas para el control de la pandemia causada por la COVID-19, los hábitos de movilidad de los habitantes de la Comunidad de Madrid han sufrido cambios drásticos, que se acusan en una menor movilidad”, explica el texto consultado por Somos Madrid, en el que también se indica que es “muy notable”, el descenso de la utilización del transporte público y del uso del vehículo privado para acudir a los centros de trabajo. 

“Ante esta situación y a la espera de recobrar cierta normalidad en los patrones de movilidad de la ciudad de Madrid, parece procedente realizar una evaluación previa de los tres aparcamientos disuasorios ya construidos para analizar la bondad de la medida y ver si a medio o largo plazo es conveniente o no continuar con la misma”, añaden los responsables de Movilidad en el documento, firmado por Lola Ortiz Sánchez, directora de Planificación.

El Ayuntamiento iba a gastar 14,8 millones en la construcción del párking de Tres Olivos, una infraestructura que además había recibido cierta oposición vecinal, organizada en una plataforma que colgó decenas de carteles en las viviendas cercanas y llegó a montar una manifestación de protesta, poco antes de que Almeida anunciara la anulación del proyecto. El de Villaverde Bajo Cruce se licitó por 20 millones de euros, IVA incluido.

Ahora el consistorio abre la puerta a indemnizar a las empresas que presentaron propuestas por los gastos incurridos en las gestiones (41 en el caso de Tres Olivos y 37 en el de Villaverde) de un procedimiento que se inició con la contratación del proyecto de ejecución el verano del año pasado, con un cambio ya palpable en la movilidad a consecuencia de la pandemia. La licitación para la construcción de ambos aparcamientos tuvo lugar a principios de 2021, con la cuarta ola de los contagios en ascenso y una escasa movilidad por carretera con respecto a las fechas en las que se hicieron los estudios de demanda que justificaron este párking.