Vox ofrece a Almeida negociar el Plan General de Madrid después de rechazarlo en dos votaciones
El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Madrid, Javier Ortega Smith, ha enviado este jueves una carta al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, emplazándole a una reunión “lo antes posible” para tratar de desbloquear las normas urbanísticas, antesala para la aprobación de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana para Madrid (PGOUM).
“Te solicito mantener, lo antes posible, una reunión contigo para tratar las modificaciones que proponemos respecto a las normas urbanísticas y que con fecha de hoy hemos presentado en el Registro General en un escrito dirigido al área de Desarrollo urbano”, recoge la carta, a la que ha tenido acceso este periódico.
Vox votó a favor en el mes de junio sobre “la necesidad de poner en marcha el avance para la necesaria actualización de las normas urbanísticas” dado que el Plan PGOU de Madrid data de 1997 y, en estos casi 26 años, “han cambiado muchas cosas y han surgido otras tantas nuevas”, se justifica la formación en un comunicado, en el que luego habla del volantazo que dio para rechazarlas en último término.
“Sin embargo, una vez estudiado el borrador de dichas normas presentado por el equipo de Gobierno, Vox votó en contra en comisión de unas modificaciones que, en diferentes aspectos, generan más inseguridad jurídica que soluciones reales y que vienen condicionadas por cuestiones de carácter ideológico como la perspectiva de género, el Madrid 360 o la Agenda 2030”, han criticado.
Pero el partido de ultraderecha ha dado un giro a solo tres meses de las elecciones y ha emplazado al alcalde de Madrid mediante carta a negociarlas pero bajo una serie de premisas. Entre ellas señalan “la supresión de cualquier sesgo ideológico, especialmente en lo referido a perspectiva de género, Madrid 360 y Agenda 2030. También demandan ”la máxima protección y respeto a los vecinos de Madrid en cinco cuestiones esenciales: cocinas industriales, pisos turísticos, casas de apuestas, hibridación de usos y Estudios de Repercusión de Implantación de Usos (ERIU)“.
En cuanto a las cocinas industriales, Vox demanda que no se permita su implantación en residencial en patios de manzana, salvo unanimidad de los propietarios, por los perjuicios que pueden provocar a los residentes en forma de ruidos, olores y molestias. En todo caso deberían contar con un acceso directo desde la calle y solamente en planta baja.
En cuanto a los pisos turísticos, salvo que la actividad se implante en un edificio de uso exclusivo, se exigirá unanimidad de los propietarios del edificio en documento público. Para los locales de apuestas su regulación debe prohibir expresamente su implantación en la proximidad de dotaciones como colegios, centros culturales y deportivos y centros de mayores.
Vox también hace mención a la hibridación de los usos. En edificios residenciales deben quedar limitados a la planta baja, con acceso directo desde la calle y sin compartir el portal con el residencial.
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