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El 60% de los madrileños defiende las medidas clave de Madrid Central

Señalización vertical del tráfico restringido en el centro de Madrid.

Pedro Urteaga

Tres de cada cinco madrileños aprueban las medidas que suponen el núcleo clave de Madrid Central. El 59% de los habitantes de la capital es partidario de la creación de zonas de circulación restringida a los vehículos más contaminantes, la actuación nuclear del plan del Ayuntamiento de Madrid, y más del 62% ve con buenos ojos también las limitaciones al aparcamiento en la almendra central, la creación de carriles exclusivos para bicicletas y la peatonalización de calles.

Estas son algunas de las conclusiones del informe Españoles ante la nueva movilidad, elaborado por el Centro de Demoscopia de Movilidad formado por la consultora Pons Seguridad Vial, la revista Autofácil (de la editorial Luike) y la plataforma de carsharing Wible en colaboración con la app para movilidad en transporte público Moovit, y que en esta séptima edición dedica especial atención a la concienciación ambiental de los españoles, puesta en relación con su eventual decisión de adquirir un vehículo.

En general, los ciudadanos reciben mejor las políticas ambientales basadas en incentivos y peor las de tipo punitivo. Más del 85% apoya las ayudas y desgravaciones por la compra de coches menos contaminantes, y casi el mismo porcentaje de madrileños aprueba que los vehículos de cero emisiones puedan aparcar de forma gratuita en la zona SER. Por el contrario, solo el 32% defiende reducir a 70 km/h la velocidad máxima en los accesos, y la circulación a 30 km/h en las ciudades únicamente contenta al 24% de los encuestados. La prohibición de circular en función de la etiqueta de la DGT cuenta con el respaldo del 33% de los españoles y de la mitad exacta de los madrileños, según el estudio.

Una amplia mayoría (67%) reconoce que las medidas anticontaminación le condicionarían si tuviera que adquirir ahora mismo un coche, siendo barceloneses y madrileños los que lógicamente se sienten más presionados al respecto (73% y 76% respectivamente). Entre los que preveían comprarlo en el plazo de un año, un 44% afirmaba que esas políticas le habían llevado a aplazar su decisión, un 23% se había decidido por un vehículo Cero o ECO, y el 7% sencillamente había desistido de comprarse un coche.

Entre estas iniciativas municipales y otros factores como la incertidumbre sobre qué tecnología elegir y el empuje del renting, la intención de adquirir un vehículo antes de un año se desploma a la mitad con respecto a 2018, de tal manera que solo una de cada cuatro personas afirma estar sopesando siquiera esa posibilidad. En las ciudades de entre 500.000 y un millón de habitantes, casi el 60% ni se ha planteado hacerlo, en las más pequeñas la proporción ronda el 55%, y en las grandes como Madrid y Barcelona se sitúa en el 44%. De la confusión tecnológica que aqueja a los usuarios es buena muestra el hecho de que el 38% reconoce “no tener decidido” qué tipo de coche adquirir, lo que supone incrementar en 22 puntos los resultados de 2018.

Es curioso constatar cómo, según el informe, los españoles más afectados por las políticas que conllevan restricciones del tráfico –es decir, de nuevo madrileños y barceloneses– han cambiado drásticamente su percepción sobre el uso, racional o excesivo, que hacen de su vehículo particular. El 69% de ellos piensa que no lo utiliza más de lo debido y solo el 19% admite abusar de él, cuando en 2017 este último porcentaje llegaba al 54% y aquel se quedaba en el 44%.

Más de la mitad de los entrevistados asegura haberse planteado la compra de un modelo más sostenible, bien porque “les preocupa el medio ambiente” (37%), bien para poder acceder al centro de la ciudad (17%). El estudio confirma que el tramo de edad entre 18 y 24 años es el que demuestra mayor conciencia ambiental cuando se trata de adquirir un vehículo, como destaca Ana Gómez Arche, directora general de Pons Seguridad Vial, si bien es también, como se sabe, el que menos afán tiene por tener coche en propiedad, sea más o menos contaminante.

De los que se proponen comprar un automóvil más respetuoso con el medio ambiente, el 41% se inclina por los de etiqueta Cero, el 30% por los ECO y el 14% por los de distintivo C. Los eléctricos despiertan reticencias por los siguientes factores, en este orden: falta de autonomía, excesivo precio y falta de puntos de recarga. “Hemos creado una ilusión sobre el vehículo eléctrico”, opina al respecto Juan Hernández, director general de Luike. “Aunque la gente lo demanda, el acceso masivo a este tipo de tecnología está lejos de poder ser accesible para la mayoría. El potencial comprador llega al concesionario con la intención de comprar un vehículo con etiqueta Cero y acaba saliendo con un etiqueta C cuando hace números”.

Por marcas, las que se perciben como más comprometidas con la sostenibilidad son, también por orden, Toyota, Tesla, Lexus, Kia. Hyundai, Renault y Nissan. Toyota, vista así por el 41% de los encuestados y por el 54% de los que pretendían comprar coche a lo largo del año, encabezaba ya este ranking en 2017, entonces con una proporción del 60%, y eso a pesar de que todavía no comercializa ningún modelo 100% eléctrico, sino únicamente híbridos.

Por lo demás, el informe pone de manifiesto una fuerte tendencia a la baja del deseo de comprar un coche nuevo, tanta que ha descendido 16 puntos porcentuales en los últimos tres años. El auge del carsharing guarda una indudable relación con este fenómeno, y ya el 43% de la muestra afirma haber recurrido a algún servicio de coche compartido cuando el año pasado este porcentaje apenas alcanzaba el 12%. En las ciudades que no disponen de esta alternativa de movilidad se advierte una clara disposición por parte de sus habitantes a usarla cuando esté disponible.

El renting es otra opción que suma adeptos cada año con respecto a la compra tradicional. Uno de cada cinco coches vendidos en España lo son por este canal, que cobra fuerza no solo entre las flotas de empresa, sino también entre particulares y profesionales autónomos.

Los irreductibles que aún piensan adquirir un coche en propiedad consideran el precio la más variable más determinante (84%), seguida del consumo (72%), la seguridad (57%), la fiabilidad (46%) y el diseño, fundamental para el 52% de los entrevistados.

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