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Al volante del Citroën Ami Cargo, el rey de la 'última milla'

Citroën Ami Cargo.

Pedro Urteaga

De los creadores del Citroën Ami, el simpático cuadriciclo eléctrico del que se han vendido ya 522 unidades en nuestro país, llega ahora el Ami cargo, su variante para profesionales del reparto de eso que en el ámbito anglosajón se conoce como última milla y que aquí podemos denominar simplemente del último kilómetro. El auge del comercio electrónico, redoblado por la pandemia, y las crecientes restricciones de circulación en el centro de las ciudades conforman un panorama donde cobra todo el sentido una propuesta como este Ami de mercancías.

Básicamente, el Cargo es un derivado del Ami que sacrifica una de sus dos plazas, la del acompañante, para alojar un espacio de almacenaje de 260 litros donde podemos transportar una carga útil de hasta 140 kilos. Se trata de una caja modular de plástico que se compone de siete compartimientos y está cubierta por una bandeja muy versátil que puede hacer las veces de escritorio móvil, además de soportar otros 10 kilos de peso.

Si se coloca en posición vertical, permite transportar objetos de hasta 1,20 metros de largo mientras que, si se sitúa horizontalmente, divide el espacio en dos partes, para una mayor sujeción.

Dispone, además, de un espacio en formato A4 para dejar documentos como albaranes de entrega, un listado de pedidos o una tableta digital. Modulable, puede desplazarse hacia la zona del conductor para acceder más fácilmente a la parte de almacenamiento. En la parte trasera del módulo encontramos un compartimento cerrado independiente que puede albergar objetos que necesiten estar en un espacio seguro, como un smartphone o unas gafas de sol.

Por último, una mampara de separación vertical delimita la zona del conductor y la de carga. Se ha colocado de manera que el usuario obtenga el espacio necesario al tiempo que queda protegido ante posibles movimientos de la carga y disfruta del mismo espacio que en el Ami turismo.

Las características principales de este son también virtudes esenciales en el Cargo, especialmente la corta longitud total (2,41 metros) y el radio de giro de solo 7,20 metros, ideal para moverse por calles estrechas, parkings y demás. Además, el vehículo puede conducirse sin carné de conducir y precisa únicamente el permiso AM, la antigua licencia de ciclomotorPor supuesto, como todo modelo 100% eléctrico, cuenta con el distintivo ambiental 0 emisiones, para moverse o aparcar libremente en cualquier parte de la ciudad.

Otro de sus grandes aciertos es que la batería de 5,5 kWh se recarga en enchufes convencionales de 220 V, donde la operación se completa en el plazo de tres horas. El motor que lo mueve cuenta con 6 kW de potencia y 625 Nm de par máximo, y le permite alcanzar una velocidad punta de 45 km/h, la máxima autorizada para un cuadriciclo.

Autonomía suficiente en ciudad

La batería, con garantía de tres años o 40.000 kilómetros, otorga una autonomía de hasta 75 kilómetros, que según nuestra experiencia de uso en este caso -y en otros anteriores al volante del Ami normal- pueden ser seguramente bastantes más en el denso tráfico urbano, en el que las continuas paradas y frenadas no hacen sino regenerar energía que cabe utilizar más adelante.

Gracias a la app MyCitroën, el usuario conoce en todo momento la autonomía disponible, el kilometraje realizado, el tiempo restante para la carga total y la localización de los puntos de carga públicos, además de recibir las correspondientes alertas de mantenimiento.

A diferencia de otros cuadriciclos o coches sin carné que se destinan al reparto de mercancías, el Ami Cargo tiene un precio de partida muy asequible, 7.600 euros. Con las ayudas del Moves, un autónomo puede adquirir el vehículo por 6.000 euros, y por 6.600 puede hacerlo una empresa.

Al igual que la que acabamos de conducir (en las imágenes), cabe personalizar cualquier unidad del Cargo mediante un acuerdo de colaboración con la firma Faab Fabricauto, que bien la customiza tomando el diseño enviado por el cliente, bien emplea una decoración -elegida igualmente por el usuario- de la colección By Citroën. El coste oscila entre los 250 euros de una personalización parcial de la carrocería y los 600 que cuesta un trabajo integral.

Como explican los responsables de Citroën, un vehículo como el Ami Cargo es apto tanto para el reparto de último kilómetro como para otras aplicaciones. Entre ellas, mencionan el trabajo en grandes centros de trabajo, como aeropuertos o resorts de grandes dimensiones, o servicios municipales de diverso signo, incluso en zonas rurales. 

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