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¿Cómo se gana una carrera de 24 horas con 125 litros de combustible?

Las 24 Horas Híbridas de Toyota con el C-HR como protagonista.

R. T.

El Ascari Race Resort, en Ronda (Málaga), acogió la cuarta edición de las 24 Horas Híbridas de Toyota, que en esta ocasión tuvo como gran protagonista al C-HR, el modelo que por diseño y tecnología ha revolucionado en 2017 el segmento crossover compacto. Con un motor híbrido de 122 CV de potencia y una longitud de 4,36 metros, la marca japonesa ha querido poner a prueba la eficiencia de consumo de su modelo estrella.

Para ello, seis unidades del nuevo Toyota C-HR formaron la parrilla de salida, una por cada uno de los equipos, que como es tradición en Las 24 Horas Híbridas estuvieron conformados por cinco periodistas especializado en información de motor y un seguidor de Toyota España en redes sociales.

Como en ediciones precedentes, dos protagonizas por el Toyota Auris y otra de ellas, la de 2016, por toda la gama híbrida, el objetivo de Las 24 Horas Híbridas Toyota C-HR es demostrar la capacidad de los híbridos de conjugar placer de conducción y eficiencia.

Los seis equipos y sus respectivos Toyota C-HR, vinilados cada uno con su dorsal del 1 al 6, el logo de las 24 Horas Híbridas Toyota C-HR y distintivos de Bridgestone, proveedor oficial de los neumáticos de la carrera, saltaron a la pista sin ningún tipo de preparación ni modificación técnica, de forma que todos ellos compitieron de estricta serie.

Para la ocasión, se abrieron dos de los tres sectores de Ascari, completando un total de 3.872 metros a cada paso por meta (de los 5.425 metros totales con todo el trazado abierto), disputándose la prueba entre las 15.00 horas del lunes 17 de julio y las 15.00 horas del martes 18 de julio.

La carrera, que se adjudicaría el equipo capaz de realizar el mayor número de vueltas posible con el menor consumo, limitado en todo caso a un máximo de 125 litros por equipo y vehículo, pretende emular a la competición de resistencia más emblemática del mundo, Le Mans. La liturgia por encima de todo: definir estrategias, relevos al volante del C-HR, salida con los pilotos junto al muro de la recta de meta y los coches al otro lado, los repostajes, los cambios de ruedas, la noche y las luces de los coches, el amanecer… y la bajada de bandera a las 15:00h del día siguiente.

Salvo una nube que descargó agua a poco más de una hora del final de la carrera, el buen tiempo reinó durante Las 24 Horas Híbridas de Toyota, con temperaturas que oscilaron entre los 20-22 grados y 30-32 grados, aunque esta cifra se superó en la pista, y especialmente, en el interior de los Toyota C-HR, ya que los equipos apostaron por desconectar el aire acondicionado con el objetivo de ahorrar el máximo carburante posible.

Las altas temperaturas del asfalto no influyeron en el excelente comportamiento de los neumáticos Bridgestone, proveedor oficial de las 24 Horas Híbridas Toyota C-HR. La goma elegida, Bridgestone Turanza T001, se adaptó a la perfección tanto al Toyota C-HR como a Ascari, con grande dosis de adherencia en todo momento y una sobresaliente durabilidad: únicamente fue necesario reemplazar un juego de neumáticos delanteros por equipo en toda la carrera.

La carrera se decidió en los últimos minutos, con el ganador y el segundo clasificado separados por poco más de tres segundos. El equipo 4, formado por los periodistas de eldiario.es, Más que Coches – Telecinco, Car & Driver, Coches.com y Motor.es, más José Ricardo Ronco, fan de Toyota España en redes sociales, fue el vencedor, evitando en mayor medida las penalizaciones y logrando dar un mayor número de vueltas gastando menos carburante.

Así, el equipo ganador completó 457 vueltas (1.769 kilómetros), contabilizando finalmente 454 de ellas al ser sancionados con tres giros menos, para un total de 1.757,8 km. Todo ello con un consumo medio de poco más de 7 l/100 km —7,06 l/100 km en concreto— y una velocidad media de 73,7 km/h.

En suma, los seis Toyota C-HR completaron 2.722 vueltas, para un total de 10.539,6 km recorridos sin la más mínima incidencia, a pesar de las exigencias de rodar en circuito.

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