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Citroën aprovecha una 'excepción española' para potenciar el Berlingo térmico como turismo

Citroën Berlingo.

Motor

Todo empezó con el anuncio, a principios de 2022, de que Stellantis se disponía a ofrecer únicamente en versión eléctrica las variantes para pasajeros, homologadas como M1, de sus vehículos comerciales ligeros más importantes. Entre ellos estaba el Citroën Berlingo, un auténtico superventas que, fabricado en la planta de Vigo, ha sido líder de su segmento en 14 de los 26 años que lleva a la venta (se lanzó en 1996).

Precisamente debido al éxito arrollador de un modelo como este, muchos cuestionaron la audacia -o la temeridad- del consorcio automovilístico al condenar a una legión de interesados en tener un Berlingo para darle uso de turismo a escoger necesariamente su versión eléctrica.

Desde el primer momento, en enero de 2022, Stellantis anunció que tanto Citroën como Peugeot y Opel seguirían comercializando las versiones de pasajeros con motor de combustión pero homologadas como N1. Se refería entonces a ellas como “réplicas” de sus hermanas con homologación M1 (vehículos para el transporte de personas), solo que adaptadas para comercializarse como N1 (vehículos para el transporte de mercancías).

A una cierta confusión por parte de los usuarios se unió la publicación de algunas informaciones según las cuales el grupo francoitaliano habría rectificado su decisión inicial permitiendo, mediante un ardid de orden técnico, que los modelos de los que hablamos se siguieran vendiendo, como turismo, con motor de combustión.

La explicación de semejante embrollo la encontramos en la existencia de una rareza en la normativa de homologación española de vehículos. Nos referimos al código 3.100 que distingue a los llamados vehículos mixtos adaptables como el Berlingo Business y que, literalmente, se otorga a aquellos dispuestos “para el transporte, simultáneo o no, de mercancías y personas hasta un máximo de nueve incluido el conductor, en el que se puede sustituir parcial o totalmente la carga por personas mediante la adición de asientos”.

Citroën aprovecha la clasificación 3.100 para ofrecer a los clientes de su modelo comercial estrella la posibilidad de transformarlo en un turismo, eso sí, con limitaciones. Se comienza procediendo a retirar la mampara que es obligatoria en todos los vehículos comerciales a la venta en Europa, y al asiento central trasero se lo dota de un tirador que iguala su inclinación (23 grados) a la de los dos laterales. A continuación se le recuerda al usuario que no debe cargar el vehículo por encima de la altura de los respaldos de los asientos, por razones de seguridad.

Todo esto se hace, repetimos, a efectos de poner disponer de un motor de combustión, ya sea de gasolina o diésel, en lugar del sistema eléctrico que impulsa a la variante de pasajeros normal del Berlingo, llamada Ë-Berlingo. Recordemos que ésta proporciona 136 caballos de potencia y que la autonomía de su batería de 50 kW ronda los 280 kilómetros en ciclo WLTP.

Menos velocidad y más inspecciones

En cuanto a los inconvenientes que conlleva una transformación de estas características, la más conocida afecta a la velocidad máxima a la que se puede circular en autovía y autopista, que pasa de los 120 km/h de un turismo convencional a los 100 km/h en estos turismos sui géneris.

Su otra gran limitación tiene que ver con la periodicidad de las inspecciones técnicas obligatorias. Pasarán la ITV por primera vez a los dos años de su matriculación, en lugar de a los cuatro años; de los dos a los seis años, el trámite será bienal, y anual de los seis a los 10 años. A partir de entonces deberán acudir a revisión cada seis meses, y no cada año como el resto de los turismos.

Como contrapartida, el usuario de estos vehículos puede ahorrarse el 100% del IVA y está exento de abonar el Impuesto de Matriculación siempre que acredite al menos un 50% de uso destinado a la actividad económica a la que se dedique.

Citroën ha aprovechado esta presentación aclaratoria para dar a conocer también algunas novedades de la gama térmica del Berlingo que la asimilan en equipamiento a la variante eléctrica. En los acabados Live Pack y Feel, el sistema de radio pasa a estar alojado en una pantalla monocroma de 5 pulgadas, mientras que el Shine estrena pantalla de 8“. También son nuevas las barras de techo.

El Berlingo, tanto en versión eléctrica como térmica, está disponible en renting a través de la nueva empresa Leasys de Stellantis. Para quienes prefieran la financiación clásica, la compra del Ë-Berlingo comporta ahora la instalación gratuita de un punto de carga.

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