El nuevo Renault Zoe ‘salta’ hasta los casi 400 km de autonomía
El Renault Zoe es, a pesar de su pequeño tamaño, el estandarte de la marca francesa en lo que a electrificación se refiere, tanto por su carácter pionero en esa tecnología como por ser el coche de baterías que más se ha vendido hasta ahora en España y otros países europeos. Siete años después de su lanzamiento, y tras diversas mejoras que han afectado especialmente a la capacidad de su batería, el modelo del rombo recibe una renovación a fondo que incluye una vez más una nueva batería, esta de 52 kWh, que amplía su radio de acción hasta los 395 litros en ciclo WLTP.
Con la introducción de un motor de 100 kW (R135, equivalente a 135 caballos en un propulsor térmico), el Zoe añade unas mejores prestaciones generales al conocido empujón desde la arrancada que define a todos los vehículos eléctricos. Para pasar de 80 a 100/km, acción que simula una maniobra típica de adelantamiento, la nueva generación necesita solo 7,1 segundos, 2,2 segundos menos que la anterior, y además lo hace con un silencio aún más completo gracias a la mejora del aislamiento acústico. El 0 a 100 km/h lo completa en menos de 10 segundos.
Nuevo modo de conducción pensado para recargar la batería en marcha
Un nuevo modo de conducción, identificado en la palanca de cambios como modo B, simplifica la circulación en ciudad y ofrece desaceleraciones pronunciadas que reducen la utilización del pedal de freno al tiempo que, mediante el sistema de frenada regenerativa, se recupera energía para la batería. La transición entre esta función y las demás se realiza a través de un dispositivo electrónico llamado e-shifter que sustituye a la palanca mecánica tradicional, pues el coche carece de embrague y caja de velocidades como tales.
Aunque la autonomía de la nueva batería Z.E. 50 aumenta un 25% respecto al modelo actual, su tamaño no ha experimentado cambios, por lo que la habitabilidad no se resiente. Un 80% aproximadamente del incremento de capacidad de la batería se debe a la optimización de su arquitectura interna y el 20% restante, a la mejora de los componentes, según Renault.
El sistema de almacenamiento admite por primera vez carga rápida en corriente continua, con lo cual se amplían las posibilidades de recarga que ya se ofrecen en el domicilio y en el trabajo, así como en las instalaciones públicas de corriente alterna. En el nuevo Zoe, la toma de recarga queda oculta tras el gran rombo que preside la calandra. Se trata de un enchufe de tipo Combo CCS ligeramente más grande que va acompañado de un conector de dos contactos específico para la recarga en corriente continua.
El coche estrena luces delanteras y traseras de led, freno de estacionamiento automático, panel de instrumentos de 10 pulgadas y pantalla central tipo tablet de 9,3 pulgadas, en orientación vertical, por medio de la cual se accede a las funciones de información, entretenimiento y multimedia. El sistema conectado Renault Easy Link se enriquece con utilidades específicas de los vehículos eléctricos como la visualización en tiempo real de la disponibilidad de los postes de carga.
En el acabado más lujoso de la gama, Zen, la tapicería está confeccionada con hilo cardado que se ha reciclado a partir de restos de fabricación de cinturones de seguridad y de residuos plásticos (PET), lo que reduce un 60% las emisiones de CO2 asociadas a su proceso de producción. Ademas, cuatro piezas del habitáculo se han elaborado a partir de polipropileno reciclado, un material reservado hasta ahora a partes no visibles del coche.
El catálogo de ayudas a la conducción se compone de elementos, de serie u opcionales, como el reconocimiento de señales de tráfico, la ayuda de arranque en pendiente, el aviso de vehículos en el ángulo muerto y la conmutación automática de luces de cruce y carretera. El equipamiento de seguridad agrega alerta de velocidad excesiva, frenada automática de emergencia, alerta de salida de la vía y asistencia de mantenimiento en el carril.