Los pioneros del lujo híbrido renuevan su compromiso
La apuesta de Lexus por una experiencia de conducción exquisita, se cruzó hace 15 años con la tecnología híbrida que comenzaba a explorar la matriz del grupo Toyota. Desde su lanzamiento en 1989, Lexus se ha convertido en la referencia japonesa en lo referente a calidad de producto, servicio al cliente diferencial, y tecnología sofisticada. Y si a la primera berlina LS400 se le reconoció por sus estándares de funcionamiento próximos a las referencias alemanas de hace treinta años, la gama actual ha acercado los valores a un público más amplio, manteniendo esos atributos que se ven, y se sienten.
Bajo una concepción estética rompedora en el exterior, la filosofía de diseño L-Finesse ha conseguido dotar a los nueve modelos electrificados de Lexus (cuatro crossover, tres berlinas, dos compactos y un coupé) de una personalidad que parecía difícil de conseguir hace solo una década. El abandono progresivo de las motorizaciones exclusivamente de combustión, al tiempo que se generalizaban los sistemas de hibridación (motor-generador, batería compacta y engranaje reductor de dos fases), consiguió que el voluptuoso frontal o los pliegues de la carrocería al estilo del origami japonés se impusieran en el ideario del mercado como un concepto único: un Lexus es híbrido, exclusivo y diferente.
Maestros Takumi
Contrasta con la tecnología extremadamente moderna de los vehículos electrificados, la tradición que aporta el concepto de artesanía industrializada Takumi. Su meticulosidad se hace patente en muchos detalles, desde la espectacular capa de pintura pulida a mano, hasta el montaje de los componentes eléctricos en una sala blanca: un espacio especialmente diseñado para mantener bajos niveles de contaminación, donde el control de partículas, aire o temperatura, contribuyen a su longevidad.
El recorrido continúa en el interior a través del diseño de la tapicería Sashiko, que es como se denomina en Japón al trabajo de añadir costuras decorativas a las telas y los guarnecidos que revisten el interior. Cuando se adoptó esta técnica en el periodo Edo (¡hace tres siglos!), el énfasis estaba en alargar la vida de los retales de tela. Hoy, con una visión estética, se consigue además de durabilidad, un estilo exclusivo.
La magia de la electrificación
Aunque durante el último Salón de Tokio (en 2019, porque el año pasado no se celebró), Lexus anunció su ofensiva “Lexus Electrified” con el lanzamiento de su primer modelo completamente eléctrico, el UX300e, y el concepto único de crossover deportivo LF30e, lo cierto es que la cadena cinemática más popular y que más se disfruta en cierta manera también bajo ese paraguas, es la hibridación autorecargable.
Conducir un Lexus de forma respetuosa con el medio ambiente y agradecida con las sensaciones, es algo determinante para los ingenieros de la marca. De hecho, aunque la conducción autónoma y la transición hacia modelos completamente eléctricos continúa su camino, la marca trabaja para que su inclusión en los modelos mejore la diversión de conducir en lugar de anularla. Parece complicado, pero el compromiso está en construir los nuevos desarrollos alrededor del núcleo denominado Lexus Hybrid Drive (gestión de la batería, control de la potencia y motores eléctricos), sobre el aprendizaje del millón y medio largo de Lexus híbridos que ruedan por el mundo.
En concreto, la tecnología de “Lexus Electrified” hace posible un control integrado de la transmisión, la dirección, la suspensión y los frenos, para materializar el potencial del motor eléctrico cultivado en los vehículos híbridos. Con esta tecnología, se puede controlar la fuerza de tracción, para que el vehículo adopte la posición ideal en cada situación en la carretera.
A partir de este mes, la gama Lexus en España será presentada bajo ese título revisitado, evidenciando la vinculación de cualquier modelo con los principios de sostenibilidad y vanguardia que caracterizan a la marca.
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